Advierten que por un paro podrían faltar alimentos
El gremio no llegó a un acuerdo salarial; afectaría al plan Precios Cuidados
Por la falta de acuerdo en su paritaria , el Sindicato de Trabajadores de la Alimentación comenzó ayer un paro nacional que se extenderá, en principio, hasta el lunes y podría provocar faltantes de algunos productos, advirtieron empresarios del sector.
La medida de fuerza comenzó ayer, tras un nuevo fracaso en la negociación salarial entre el sindicato, que conduce Rodolfo Daer, y la Cámara de Industriales de Productos Alimenticios (CIPA), que lleva más de un mes sin resultados.
El gremio exige llevar el actual salario básico de $ 6200 a $ 9000, lo que supone una suba del 45 por ciento. El porcentaje está muy por encima del 30% en torno al que cerró la mayoría de las paritarias.
El paro, de cuatro horas por turno, se activó apenas cayó la conciliación obligatoria que el Ministerio de Trabajo había fijado primero por 15 días y luego prorrogó por otros cinco, el máximo que permite la ley. Según fuentes gremiales consultadas por LA NACION, la huelga tuvo un acatamiento "altísimo" en todo el país.
Desde el sector empresario coincidieron en que la huelga se sintió con fuerza y advirtieron que, de extenderse, podría derivar en "problemas serios de abastecimiento", sobre todo de mercadería perecedera, y de productos incluidos en el plan oficial Precios Cuidados.
"Tenemos que recuperar el poder adquisitivo de nuestro salario y las empresas están en condiciones de pagar lo que nos corresponde", dijo a LA NACION Oscar Muiños, secretario de prensa del gremio. "Alimentación fue el rubro que más aumentó [los precios] el último año con subas de hasta 41%. Margen tienen de sobra", argumentó.
Empresarios al tanto de la negociación rebatieron el argumento gremial y vincularon las subas de precios con el aumento de costos de logística -sobre todo por las alzas en el precio del combustible- y con la mayor presión impositiva. "Asociar los precios a los ingresos de los fabricantes y no medir los costos no resiste el menor análisis", devolvieron.
Por debajo de la disputa salarial subyace la creciente influencia y presión de la izquierda clasista en estructuras del sindicalismo tradicional, como el gremio de la alimentación, que integra la CGT oficialista de Antonio Caló .
"Las empresas están más que en condiciones de dar el aumento que exigimos. De diciembre hasta acá aplicaron aumentos de hasta 50% y no pueden escudarse en la devaluación porque la mayoría de los insumos son nacionales", descargó ante la consulta de LA NACION Javier Hermosilla, delegado de Mondelez (ex Kraft) y dirigente del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS).
El gremio, la cámara empresaria y representantes del Ministerio de Trabajo volverán a reunirse el lunes próximo, en medio del cuarto día de paro.
El otro Daer, en alerta
Por otro lado, el gremio de la Sanidad, que lidera Héctor Daer, hermano de Rodolfo, se declaró ayer en "estado de alerta y movilización" por la falta de avances en la paritaria de su principal convenio, que comprende a los trabajadores de clínicas y hospitales privados, centros de diagnóstico, laboratorios de análisis clínicos y servicios de emergencias.
El sindicato del personal de sanidad reclama que las cámaras del sector acepten adelantar la negociación salarial, originalmente prevista para el mes de agosto. Pretenden, además, reducir el impacto de la inflación en los sueldos vigentes.
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