Advierten que se puede acelerar la caída de los bonos argentinos
La baja de los precios iniciada después del default del miércoles se profundizará en los próximos días, según distintos informes de analistas financieros; podría haber una corriente generalizada de ventas
Los bonos argentinos enfrentan el riesgo de sufrir una fuerte caída en sus precios en los próximos días, en la medida en que la intervención de un tercero no logre destrabar la cesación de pagos en que volvió a incurrir la Argentina, el país que más repitió este tipo de eventos en los últimos 70 años, de acuerdo con distintos informes.
La advertencia comenzó a circular en las últimas horas en los informes que habitualmente reciben los inversores más sofisticados, con recomendaciones de inversión y comentarios sobre la evolución de los mercados financieros.
Y surge, básicamente, como contracara del marcado apetito por el riesgo argentino que se vio (y se reflejó en los precios de todos los activos financieros argentinos con cotización pública) de un año a esta parte, cuando el resultado de las elecciones primarias (PASO) dejó en claro que la actual administración tenía fecha de caducidad cierta, en un contexto global de abundancia de fondos disponibles (la llamada hiperliquidez) y tasas de interés internacionales por el piso.
Después de todo, "salvo Venezuela, la Argentina rinde hoy más que Ecuador, Ruanda, Botswana, Kenya, Ghana, Uganda, Bolivia, Paraguay y Namibia", puntualizó la consultora Delphos Investment, en alusión a las tasas de interés que rinden los bonos de deuda locales.
Los informes especializados explican que estas elevadas tasas de retorno, en un contexto de rendimientos mucho más acotados, y la acción anticipatoria de fondos internacionales y bancos de inversión respecto del lugar que el país iría progresivamente ganando en el índice de riesgo de mercados emergentes (EMBI+), que muchos de ellos replican al momento de invertir, hacen que ese riesgo se potencie bajo las actuales circunstancias.
Esto sucedería, en particular, si las amenazas que acompañan el default parcial o selectivo, como lo denominan las calificadoras de riesgo, comenzaran a tomar visos de hacerse realidad. Al hablar de amenazas se refieren a la aceleración de los pagos que podrían reclamar los bonistas que poseen títulos Discount hasta ahora en situación regular (es el que está en discusión desde el pasado 30 de junio) o que el incumplimiento llegue también a los bonos Par y Global, de próximo vencimiento.
La participación de la Argentina en el índice EMBI+, que había llegado a superar el 20% en 2001, se redujo al 1,28% en la actualidad. "La lógica con que actuaron los bancos e inversores fue que ese porcentaje iba a crecer si la Argentina empezaba un proceso de emisión de bonos para arreglar sus temas pendientes", dice Delphos.
No se trataba de una mera especulación o capricho: el Gobierno ya había seguido ese camino al regularizar pasivos con Repsol y con el Club de París, y hasta ofertó hacer lo propio con quienes le ganaron los juicios por la deuda aún en default.
"Eso disparaba un rebalanceo de los índices que daría un aumento de la participación argentina y, a su vez, obligaba a los fondos que lo replican a comprar títulos de nuestro país. Antes que esperar el momento en que todos lo hicieran, pagando más caro, muchos quisieron anticiparse. Pero el nuevo default los deja en offside, por lo que si el evento se prolonga es altamente probable que deban descargar esa parte de la cartera, con el consabido correlato en precios", confió un operador de bolsa local.
"Lo que se vio fue un círculo virtuoso que no se detenía y generaba una compresión de spreads [márgenes]. De allí que los bonos argentinos se acercaban a los rendimientos de Ecuador, que rondan el 7,4%", apuntó Delphos, con relación a la reducción del 11 al 9% promedio que en un mes mostró la tasa de rendimiento de los bonos argentinos a 10 años, cuando el resto de esas tasas se mantuvieron mayoritariamente estables.
Según esta lectura, hoy esos fondos, bancos e inversores se encontrarían con bonos argentinos en cartera por una proporción que excede el peso específico que el país tiene en los índices, lo que podría activar un desarme de carteras, en tanto las especulaciones en torno a la posibilidad de que algún banco internacional le compre el juicio al fondo NML se diluyan con el correr de los días (ver aparte).
En especial, porque no debe pasarse por alto que la calificación deudora argentina ya es hoy "similar a la del período 2001/05, cuando regía la cesación de pagos previa al primer canje", recordó la consultora ACM.
Investigarán si hubo maniobras especulativas
- La Comisión Nacional de Valores (CNV) oficializará hoy el pedido de información a su par de Estados Unidos, la Security and Exchange Comission (SEC), por presuntas maniobras especulativas con los bonos de la deuda argentina en el exterior.
- El organismo presidido por Alejandro Vanoli pedirá a su contraparte que "informe sobre la negociación e intermediación de los bonos públicos emitidos por la República Argentina y los swaps de incumplimiento crediticio (CDS, por sus siglas en inglés) vinculados con la deuda soberana".
- El objetivo es "individualizar a los tenedores de esos títulos que operaron en el mercado de Nueva York" y "dilucidar si existió una posible manipulación de mercado y de uso de información privilegiada, mientras se perseguían estrategias judiciales contra nuestra nación", indicó la CNV en un comunicado emitido ayer.
- El pedido además buscará determinar si existió un posible conflicto de intereses por parte de un grupo de tenedores de bonos, entre los que se encontraría la firma Elliot Management Corporation, de la cual NML Capital es parte. NML integra el Comité del instituto ISDA, que el último viernes determinó que la Argentina había entrado oficialmente en default.
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