Agustín Rossi: "Sin dudas, Cristina Kirchner tiene todas las posibilidades de transferir votos"

Único dirigente del kirchnerismo puro lanzado a la presidencia, Agustín Rossi tiene claro cuál es su papel: afirma que una postulación de Cristina Kirchner "resuelve todo", pero insiste en que se necesita construir una candidatura alternativa ante la posibilidad de que ella finalmente no se presente.

"En ciertas condiciones, Cristina tiene todas las posibilidades de transferir votos", dice el jefe del bloque de diputados del Frente para la Victoria, en una entrevista con LA NACION, para sostener la viabilidad de un plan B. Probándose el traje de candidato, propone quebrar la recesión económica con un "shock de crecimiento", recomponer la relación del kirchnerismo con el campo y aplicar una política de transparencia.

-¿Por qué se lanzó como candidato? ¿No debería ser candidata Cristina?

- Es una decisión que tomará ella. Cuando decidí ser candidato, en febrero de 2018, el desafío era construir una candidatura para el caso de que ella no se postulara. Si es candidata, yo estaré acompañándola gustosamente.

-Otros dirigentes ya le están pidiendo que sea candidata.

-Es natural que la mayoría piense que quien lidera el espacio tiene que ser candidata. Yo me planteé que el problema no era la candidatura de Cristina. La candidatura de Cristina resuelve todo, el problema es si Cristina no es candidata. En ese caso necesitamos una candidatura alternativa.

-Si ella no se postula, ¿puede transferir votos?

-Sin dudas, Cristina tiene todas las posibilidades de transferir votos. Eso de que tiene piso alto y techo bajo es absolutamente mentira. En ciertas condiciones, Cristina tiene todas las posibilidades de transferir votos.

-¿Un hipotético gobierno de Rossi sería un gobierno con la orientación política de Cristina?

-Un hipotético gobierno mío sería un gobierno mío. [Se ríe]. Sería un gobierno con la orientación política del presidente.

-El gobierno kirchnerista terminó en 2015 con una inflación de más del 20%, con crecimiento intermitente, casi sin crear empleos privados y con una pobreza del 29%. ¿No estaba agotado el modelo?

-Afrontamos el segundo mandato de Cristina con una importante restricción externa, con falta de dólares. Históricamente, cuando faltaron dólares se hicieron devaluaciones brutales o se endeudó descomunalmente al país. Nosotros no hicimos ninguna de las dos cosas. Con el modelo económico de Macri todos esos índices han empeorado. La Argentina ha perdido puestos de trabajo, está en recesión, el PBI caerá entre 3 y 4 puntos desde 2015, y vamos a tener un endeudamiento cercano al 100% del PBI.

-Pero para que la economía repunte, ¿ustedes qué harían distinto de lo que estaban haciendo en 2015?

-Son escenarios distintos. Hoy hay que quebrar el sendero de la recesión para iniciar un camino de crecimiento. Hay que mejorar el ingreso del conjunto de los argentinos para reactivar el consumo y el mercado interno. El 10 de diciembre de 2019 hay que aplicar un shock de crecimiento: hay que devolverle a la Asignación Universal por Hijo, las asignaciones familiares, las pensiones y las jubilaciones el poder adquisitivo que tenían en 2015.

-¿Hay plata para eso?

-Un 50% de esa inversión se recupera por el crecimiento de la actividad económica. Y después hay que adecuar alguna ecuación de ingresos que permita afrontar esos egresos. En segundo lugar necesitamos iniciar nuevamente un proceso de sustitución de importaciones. Hay que bajar la tasa de interés y hay que sentarse a renegociar con el FMI. Y esto no hay que dramatizarlo. Este gobierno a dos meses del primer acuerdo se sentó con el Fondo a renegociar. Es absolutamente lógico que un nuevo gobierno de signo político distinto renegocie un acuerdo que sea compatible con el crecimiento y el desarrollo.

-¿No se encontrarían en el corto plazo con el mismo problema de falta de dólares?

-La apuesta que tuvimos en nuestro gobierno fue resolver la falta de dólares no con endeudamiento, sino con un desarrollo económico que mejore la balanza comercial.

-No les estaba saliendo.

-No, bueno, íbamos en ese camino. No tomamos deuda. Es un sendero difícil pero tiene que ser el objetivo.

-¿Hay algo que no deberían repetir?

-Deberíamos profundizar el desarrollo industrial y tener una relación estable con el sector agropecuario, con el campo. Los derechos de exportación que cobremos no deben ser distintos de los que cobra el gobierno macrista. Lo que sí vamos a hacer es segmentarlos para que los productores pequeños no paguen lo mismo que los más grandes.

-¿Fue un error el tono que se le dio al conflicto con el campo?

-El tono político no se lo dimos nosotros. Se lo dio toda la oposición, que se agrupó para tratar de desgastar al gobierno. Tenemos que plantear hacia el sector agropecuario que, así como hubo diferencias en el pasado, en el futuro tenemos que trabajar en sentido convergente para sacar a la Argentina adelante.

-Con los casos de corrupción probados del gobierno anterior, ¿qué garantías pueden dar de que no van a repetirse?

-Tenemos que tener una agenda de transparencia. La primera cosa a la que me comprometo es que en la Oficina Anticorrupción no voy a tener a una Laurita Alonso que diga: "Técnicamente no es delito". Voy a darle a la OA mayor jerarquía y la va a encabezar un dirigente opositor. En segundo lugar vamos a ser muy contundentes con las prohibiciones sobre el patrimonio de los funcionarios. En mi gobierno no va a haber funcionarios con cuentas en el exterior ni sociedades offshore.

-¿Por qué siguen defendiendo a De Vido si está condenado por corrupción?

-Defiendo a De Vido y lo voy a seguir defendiendo porque las dos causas por las que lo desaforaron, en una se le decretó la falta de mérito y en la otra no empezó el juicio en primera instancia. En la condena de Once, que en su caso es por la administración de los fondos, pero no por el accidente, dice que el desafuero solo procede si la condena queda firme. Defiendo el principio de inocencia. Se usó una mayoría circunstancial para desaforar a un diputado opositor. La misma mayoría que se usó para proteger todo el año pasado a la radical Aída Ayala.

-¿Tienen que confluir en un frente con el peronismo alternativo?

-No tengo ningún límite que no sea el que expresa Macri. El 70% de los argentinos es crítico de este modelo y ese 70% necesita una representación lo más unificada posible. Los dirigentes que privilegian la diferencia con los opositores antes que las diferencias con el oficialismo trabajan objetivamente para Macri.

-¿Massa, Urtubey y Pichetto deberían estar en el frente opositor?

-Que vengan todos aquellos que quieran construir una alternativa a la que ofrece Macri. Y si hay diferencias se pueden dirimir en las PASO. Si los dirigentes que tuvieron una mirada más conciliadora con el Gobierno creen que hay que construir una alternativa opositora, prefiero que lo hagan ahora y no al día siguiente de las elecciones.

Lanzamiento del plan en Mar del Plata

Como paso inicial de su candidatura presidencial en este año electoral, Agustín Rossi presentó ayer en Mar del Plata su libro Hay otro camino y bocetó algunos lineamientos de su plan de gobierno. En el Sindicato de Empleados de Casinos, acompañado por la diputada nacional Fernanda Raverta, remarcó ante un nutrido grupo de militantes los errores de la gestión de Mauricio Macri y planteó la necesidad de un abrupto giro político. Ratificó que a esta altura del año es precandidato, con aspiraciones presidenciales, y que solo cedería en ese objetivo si la figura que amalgama las voluntades es la expresidenta Cristina Kirchner. Desde esa posición realizó su primera recorrida por el distrito, con visitas a empresas locales, vinculadas a la tecnología portuaria y a la producción de café. Hoy continuará su gira en Miramar.