Albistur se va, acosado por causas judiciales
Finalmente, renunció. Después de seis años y medio en el Gobierno, con tres causas judiciales abiertas en su contra y en medio de una fuerte puja interna por el control de la política comunicacional, Enrique Albistur dejó ayer el Gobierno.
El ahora ex secretario de Medios de los dos gobiernos kirchneristas se reunió al mediodía con la Presidenta para presentarle el texto de su renuncia, al que le imprimió un tono épico: "Renuncio a los honores, pero no a mi puesto de lucha", escribió, parafraseando a Eva Perón.
El funcionario que manejó la millonaria caja de la publicidad oficial –llegó a crecer un 750% desde 2003– está imputado en tres causas judiciales: una por supuesto enriquecimiento ilícito y dos por presunto manejo irregular de la pauta oficial, en las que se lo acusa de beneficiar a empresas de las que había sido dueño antes de llegar a la función pública.
Si bien en el Gobierno no comunicaron quién será su reemplazante, se especulaba anoche con la posibilidad de que el actual subsecretario de Medios, Alfredo Scoccimarro, mano derecha del ex presidente Néstor Kirchner, asuma esas funciones. Hasta la madrugada, Scoccimarro estaba en la quinta de Olivos con el matrimonio presidencial. Otra de las posibilidades, que surgía del despacho del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, era que el área se desdoblara y que Scoccimarro manejara la política de comunicación, mientras el jefe de los ministros se quedaba con el control administrativo y el cuantioso presupuesto de pauta oficial.
Otra versión, según pudo reconstruir LA NACION, indicaba que Cristina Kirchner sugirió ubicar una persona "joven y de perfil técnico" al mando de la secretaría. La decisión final se tomará en las próximas horas.
Albistur dice que ahora se dedicará a los negocios privados. Según puso saber LA NACION de fuentes de su entorno, en la actualidad el ex funcionario tiene unas 15 empresas que puso a nombre de sus familiares cuando asumió en el Gobierno. Algunas de esas empresas son las que, según las causas judiciales en su contra, fueron beneficiadas por la pauta oficial que él administró.
De 62 años, padre de siete hijos, a quienes dice jocosamente haberlos condenado a portar su apellido, Albistur llegó al Gobierno con Néstor Kirchner, de la mano del ex jefe de Gabinete Alberto Fernández. Según la última información oficial aportada por la Secretaría de Medios, manejó una pauta de 396 millones de pesos el año pasado. En 2003, la publicidad del Estado era de apenas 46,2 millones. De todas maneras, con la unificación de todas las dependencias del Gobierno que estaban descentralizadas, el área que Albistur abandonó pasó a controlar más de 700 millones de pesos este año.
Su papel en la secretaría había quedado desdibujado en los últimos meses no sólo con la llegada de Scoccimarro, que se convirtió en el vocero presidencial, sino también con la creciente expansión de Aníbal Fernández, de quien depende formalmente el área de medios.
"Habiendo desempeñado con lealtad y esfuerzo el desafío propuesto y habiendo alcanzado logros, en los que pocos creían, como la nueva ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, creo haber cumplido con los objetivos políticos encomendados por usted", sostuvo Albistur en el texto de su renuncia, dirigido a la Presidenta.
Según dijo el ex funcionario, dejó su cargo para dedicarse a la actividad privada, la misma que lo convirtió en un hombre millonario, y que lo ubicó con un patrimonio apenas por debajo del de los Kirchner, según su última declaración jurada de bienes.
"Continuaré apoyando este proyecto político del campo nacional y popular que desde el 2003 viene produciendo cambios profundos para bien de todo el pueblo argentino", agregó en su dimisión.
Con una difícil relación con los medios, el ex secretario fue autor de una de las frases que definió con exactitud lo que para los Kirchner significa la prensa. "Lo que les duele a los periodistas es que dejaron de ser intermediarios necesarios", había dicho a LA NACION en febrero de 2007, en la única entrevista que había dado hasta ayer.
De larga trayectoria como empresario publicitario y militancia peronista, Albistur fue publicista de la campaña presidencial de Italo Luder; después intervino en la de Carlos Menem y en la del ex intendente porteño Carlos Grosso, que le adjudicó el millonario negocio de los carteles de la vía pública. Mauricio Macri le renovó la concesión, pero le dejó un tercio de la ciudad.
Hizo todas las campañas kirchneristas, incluida la última, la de derrota nada menos que de su último jefe, Néstor Kirchner.
Las causas
- Enriquecimiento ilícito. El juez federal Julián Ercolini investiga el incremento del patrimonio de Albistur (foto).
- Reparto de pauta. La Cámara Federal intenta determinar si en el reparto de pauta oficial el secretario de Medios favoreció a empresas vinculadas con su familia.
- Favores. Investigan si con una pauta benefició a su ex novia.
Más leídas de Política
“Hay que unir, no dividir”. Pintaron pañuelos blancos en la vereda de una sede del Ejército y el jefe mandó a taparlos
"Absolutamente inexacta". Adorni le respondió al FMI tras su nueva advertencia por el ajuste
Caso Chocolate. Investigan si la banda que desvió fondos de la Legislatura también defraudó a la Municipalidad de La Plata