El personaje en la noticia. Amante de la gestión, receloso del debate
Mauricio Macri consiguió ayer el triunfo más resonante de su corta carrera política al postularse para el cargo que menos le atrae: el de legislador.
La gestión es su lema; la palabra y el debate son, en cambio, su talón de Aquiles.
Hijo del empresario Francisco Macri, el actual diputado electo por la Capital nació hace 46 años en Tandil. Fue educado en un colegio de elite, el Cardenal Newman, y luego estudió ingeniería civil en la Universidad Católica Argentina, más por insistencia de su padre que por propia vocación. Nunca ejerció su profesión.
A los 23 años se casó con Yvonne Bordeu, con quien tuvo tres hijos. Se separó en 1991 y se casó luego con la ex modelo y politicóloga Isabel Menditeguy.
Ocupó puestos jerárquicos en varias empresas de su padre, como Socma y Sevel. Como ejecutivo de esta última, estuvo procesado junto con su padre por contrabando de automóviles y presunta evasión fiscal, cargos por los que fueron luego sobreseídos.
Sus discursos sobre la inseguridad tienen, entre otros, un componente muy personal: en 1991 estuvo 14 días secuestrado, un drama que volvió a vivir hace dos años, cuando lo mismo le pasó a su hermana Florencia.
Con el doble objetivo de hacerse un nombre propio y sentar un precedente para su actividad política, en 1995 se postuló para ser presidente del club Boca Juniors. Fue reelegido y hoy va por su tercer mandato consecutivo. Su gestión en Boca le prodigó fama de "eficiente", tras los logros obtenidos bajo la conducción de Carlos Bianchi.
El fútbol es, naturalmente, su deporte predilecto. Le gusta leer biografías y comer dulces y chocolates. Hace gimnasia a diario y pasa sus veranos en Punta del Este. No toma alcohol ni fuma.
Elegante para vestir, vergonzoso y reservado, Macri evita lo más posible dar discursos como un político tradicional. De chico, tuvo que corregir con una foniatra su dificultad para pronunciar la erre.
En 2002 armó su propio partido, Compromiso para el Cambio, en el cual albergó a gran parte del peronismo porteño, algunos radicales e independientes. Salió primero en su primera elección, pero no logró sortear el ballottage contra Aníbal Ibarra.
Mantuvo abierto el diálogo con varios popes del peronismo no alineado con el presidente Néstor Kirchner, como Eduardo Duhalde, Carlos Reutemann y Ramón Puerta. También selló una alianza estratégica con el gobernador de Neuquén, Jorge Sobisch, para las presidenciales de 2007. Pero finalmente cerró una alianza con Ricardo López Murphy, Propuesta Republicana (Pro).
lanacionar