Amplio respaldo político a la ley de paridad de género
Salvo la izquierda, todos los bloques aprobaron en comisión el proyecto, que sería sancionado dentro de dos semanas
Los distintos bloques políticos de la Cámara de Diputados depusieron ayer sus diferencias partidarias y aprobaron ayer, en un plenario de comisiones, el dictamen que establece la paridad de género para las listas de candidatos legislativos, proyecto que se aprobó hace casi un año en el Senado. La iniciativa, que sería debatida y convertida en ley dentro de dos semanas en el recinto, se aplicará recién en el turno electoral de 2019.
Sólo los bloques de izquierda se opusieron al proyecto; las demás fuerzas políticas, en cambio, celebraron este avance en pos de la igualdad de género. El consenso tuvo lugar en las comisiones de Asuntos Constitucionales; de Justicia, y de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de la Cámara baja; allí, casi por unanimidad, se suscribió la media sanción del Senado, que fija la obligatoriedad de intercalar un candidato de cada sexo en las listas legislativas nacionales, así como en las suplentes. De esta manera, se amplía al 50% el cupo femenino que hoy rige por ley, que actualmente es del 30 por ciento.
Además, establece la sucesión legislativa por género: en caso de muerte, renuncia, separación, inhabilidad o incapacidad, el reemplazo debe ser un legislador del mismo sexo.
A su vez, introduce la igualdad de género a nivel partidario, aunque en este caso no será obligatorio intercalar postulantes, sino que las listas deberán completarse con un 50% de representantes de cada sexo.
Durante el debate, que duró poco más de una hora, la radical Alejandra Martínez, presidenta de la Comisión de Familia, celebró "el consenso transversal obtenido para que se pueda aprobar este tema de importancia sustancial para el sistema democrático".
La diputada Silvia Lospennato (Cambiemos) pronosticó que esta ley "va a ser votada por más del 90% de la Cámara baja, como pocas veces sucede", por lo que consideró que "es una ley que representa al pueblo argentino".
En tanto, Carla Pitiot, del Frente Renovador, aclaró: "La mujeres no queremos más, sino que queremos lo mismo. No es un drama la ley de paridad, al contrario: va a beneficiar a todos los argentinos. No se va a caer el mundo. Va a ser un paso más para las grandes transformaciones que esperamos de la Argentina".
A su turno, Cristina Álvarez Rodríguez (FPV-PJ) explicó que "empoderar mujeres no implica el debilitamiento de los varones; implica más y mejor democracia, construida entre y para todos".
"Debilitar varones es la falta de empleo, los empleos precarios, los problemas de seguridad, y que no tienen nada que ver con que haya más mujeres en los parlamentos", diferenció la legisladora.
El único rechazo femenino al proyecto fue formulado por Soledad Sosa (Partido Obrero), quien advirtió que "hay que comenzar por reconocer el derecho al aborto legal", ya que "hemos tenido ocho años una presidenta mujer y no se pudo avanzar". La legisladora mendocina exigió avanzar con otras medidas en materia de género, como la extensión de licencias por maternidad y paternidad y la eliminación de la "brecha salarial histórica del 27%, entre mujeres y hombres", además de advertir que "hay un femicidio cada 18 horas". Y advirtió: "No tenemos que dejarnos engañar, porque la lucha de la mujer es una cosa y la demagogia electoral es otra".
Del debate participaron Luiza Carvalho (ONU Mujeres), Norma Allegrone (autora de la primera ley de cupo femenino), Virginia Franganillo (presidenta del Parlamento de las Mujeres de la Ciudad), Raquel Vivanco (MuMaLá), Soledad Zárate (Cippec), Marcela Durrieu (concejal de San Isidro), María Luisa Storani (legisladora del Parlasur) y Mabel Bianco (FEIM).
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