ARA San Juan: Aguad recibió el informe de la comisión de expertos sobre las causas del hundimiento
El trabajo les tomó casi 11 meses. Fue el 22 de diciembre que el Gobierno dispuso la creación de una comisión investigadora ad honorem para que tratara de dilucidar qué pasó con el submarino ARA San Juan que se hundió a 600 kilómetros de la costa en el Mar Argentino.
Ese documento de más de 300 páginas, cuyo borrador adelantó en abril LA NACION, fue entregado hoy a las 17.30 al ministro Oscar Aguad en su oficina del piso 11 en la cartera de Defensa en el bajo porteño.
Según pudo saber este medio, los contraalmirantes Adolfo Trama y Alejandro Kenny y el capitán de navío Jorge Bergallo, quien además es el padre de Jorge Ignacio Bergallo, uno de los 44 tripulantes del ARA San Juan, fueron convocados al edificio a cuatro días de que la empresa Ocean Infinity lograla localizar al submarino a 907 metros de profundidad.
Los momentos finales del ARA San Juan no fueron segundos, ni minutos, sino horas en las que una serie de hechos, algunos simultáneos y otros concatenados, llevaron a la implosión del submarino, según el documento que va acompañado de gráficos y reproducciones de documentos oficiales como comunicaciones del submarino y diarios de reparaciones.
Para llegar a estas conclusiones, Trama, Kenny y Bergallo analizaron casos anteriores y bibliografía internacional. Además, se reunieron con otros expertos internacionales, con personas que llevaron adelante la reparación de media vida del submarino y mantuvieron contactos con la Organización del Tratado de Prohibición de Ensayos Nucleares (CTBTO, por sus siglas en inglés) que detectó la "anomalía hidroacústica" a las 10.51 del 15 de noviembre del 2017, casi dos horas después del último contacto del ARA San Juan.
Lo que se estima que ocurrió, y podría ser confirmado con las imágenes tomadas tras el hallazgo del submarino, comenzó con un incendio en el tanque de baterías ubicado en la proa. El incidente fue provocado por la entrada de agua a través del snorkel, según reportó el capitán en la noche previa al hundimiento.
El temporal de la noche del 14 de noviembre era desde el sudoeste, es decir que el submarino en superficie debía navegar hacia el noreste para que las olas vinieran de popa y afectaran menos la navegación.
El incendio obligó a que el ARA San Juan saliera a superficie, de noche, y en medio de una tormenta. Controlar ese incidente, sacar el humo y el hidrógeno podría haber llevado horas, en la oscuridad y con clima hostil. Según el reporte y las comunicaciones del submarino con tierra, cuando se pudo controlar [aunque sea parcialmente] la situación, se decidió ir a inmersión a 40 metros con intención de navegar hacia Mar del Plata y seguir trabajando en las reparaciones. A esa profundidad el movimiento de las olas se reduce radicalmente.
En el borrador los expertos habían explicado que, llegado este punto, la tripulación acumulaba desgaste "físico y psíquico" por haber estado en esa situación toda la noche. Eso no fue reportado en la última comunicación de las 8.52 del 15 de noviembre.
A partir de allí, en algún momento se habría reavivado el incendio o desatado uno nuevo. Otra vez a oscuras y ahora con la tripulación cansada, una nueva explosión podría haber generado descontrol.
Ante esa situación, se perdió o se vio afectado el "sistema de gobierno" de la embarcación, que se fue a pica hasta el fondo. La muerte de los tripulantes habría sido inmediata. De esta forma se explica que no hayan pedido ayuda o intentado sacar a flote al submarino. La explosión que se detectó, en realidad fue una implosión por el abollamiento del casco por la presión del agua al superar los 720 metros de profundidad que resistían los 33 milímetros de espesor del caso. Eso es lo que se pudo chequear a través del CTBTO.
"Me quedo tranquilo con la visión del submarino. Indudablemente explotó y no sufrieron nada. Pero además el lugar donde se lo encontró, la profundidad y el estado ratifican lo que venimos informando al Ministro", había dicho el fin de semana Bergallo.
Tras la entrega del material, los expertos fueron convocados para exponer los resultados el martes de la semana próxima a la Comisión Bicameral del Congreso.
A la espera de las imágenes del submarino hundido
En tanto, desde el Gobierno esperan tener a la brevedad el documento final de Ocean infinity que incluye miles de imágenes del submarino hundido. Las tres fotos que se difundieron el sábado al mediodía fueron las que envió la firma de los Estados Unidos como señal de prueba del hallazgo.
El Seabed Constructor permaneció casi un día en la zona para tomar más de 67 mil imágenes que permitirán realizar una composición tridimensional del lecho marino donde yace el ARA San Juan. Además, estas fotos y videos servirán a la jueza Marta Yáñez, a cargo de la investigación, para tratar de determinar qué pasó con la nave de guerra.
"Los representantes de la Armada a bordo del barco y el capitán nos adelantaron que fueron 67 mil las imágenes tomadas y con eso producirán el informe. Procesar ese material que está en bruto les llevará, entre cuatro y cinco días", habían adelantado el domingo a LA NACION. Ese plazo se cumple antes del fin de semana.
Sobre el material que esperan recibir, detallaron: "Para nosotros la foto estática es prueba. Cómo está el tubo es lo más importante para hacer el análisis. Ocean Infinity ahora está abocado a hacer el informe. Esto comenzó el mismo sábado y demandará entre cuatro o cinco días según nos dijeron. Mientras, navegan hacia Sudáfrica con cinco ‘invitados’ a bordo: tres familiares y dos expertos de la Armada. Estarían llegando entre el 29 de noviembre y el 1° de diciembre, dependiendo del tiempo".