Aumentó la salida de depósitos argentinos hacia Uruguay
MONTEVIDEO.- Un significativo ingreso de dinero proveniente de la Argentina se verificó en los últimos días en el sistema financiero local, como consecuencia de la actitud de ahorristas de ese país que buscaban refugio seguro para su dinero.
Operadores locales dijeron que no sólo se verificó flujo de capitales vía transferencias electrónicas, sino también que algunos ahorristas trajeron dinero en efectivo para depositar en la plaza o comprar títulos de deuda estatal uruguaya.
Ayer, la presencia de automóviles con matrícula argentina era notoria en Punta del Este, como no se había visto en fines de semana anteriores. Ejecutivos bancarios consultados por LA NACION dijeron que el movimiento relacionado con depósitos no fue por cifras extraordinarias, aunque en algunas instituciones el ingreso de colaciones aumentó "en montos importantes" entre el jueves y anteayer.
Los bonos del Tesoro uruguayo han sido los beneficiados de ese trasiego financiero: aumentó la demanda por estos títulos y su cotización está en alza.
La demanda se incrementó notoriamente en los últimos días y los montos operados más que duplican a los que se producen en temporada normal. Federico Araújo, director de Merfin Sociedad de Bolsa, dijo que los títulos más pedidos por argentinos fueron el Bono Global 2012 (que el viernes cotizó a 100,25%) y la serie 30» de Bonos del Tesoro con tasa fija, que aumentó su precio a 101,60% de su valor nominal.
Según los registros del Banco Central y de otras instituciones financieras, en los últimos doce meses a septiembre, las colocaciones en Uruguay (incluyendo depósitos e inversiones en papeles públicos o privados) se incrementaron en unos 2800 millones de dólares.
Por su parte, los empresarios turísticos de Punta del Este, que esperan la temporada con moderado optimismo, comentaban con inquietud las noticias provenientes de Buenos Aires sobre restricciones a los movimientos de dinero bancario. Por ahora, prefieren esperar que eso no afecte demasiado el negocio turístico y cruzan los dedos, con más esperanza que confianza.