Beatriz Sarlo: "Deseo una reorganización del PJ sin Cristina"

La ensayista Beatriz Sarlo estuvo en Terapia de noticias , el programa de LN+ , y confesó que votó en blanco prácticamente en todas las elecciones que se sucedieron desde 1973. Aclaró que no es "gorila" y que no opta por elegir al candidato "menos malo" porque, para ella, el que asuma como presidente debe hacerlo a partir del voto de quienes lo apoyan. Y ella no encuentra dentro de la política argentina actual un candidato a quien seguir.

Se mostró lejana tanto a Cristina Kirchner como a Mauricio Macri , sobre quien reflexionó: "Mi duda es si Macri mentía y era un hipócrita o si él y su equipo eran un conjunto de equivocados". Con esas palabras, criticó el discurso que sostenía el actual Presidente antes de ganar las elecciones. El panel le consultó si acaso Macri no podría ser ingenuo y Sarlo remató: "Si es ingenuo, Argentina está maldecida por los dioses".

Para ella, uno de los errores que comete él es que no consulta, con el resto de los partidos que constituyen Cambiemos , las medidas antes de hacerlas públicas. "Este no es un gobierno de coalición", describió, y explicó que se trata de una alianza. Agregó: "Parece un gobierno cuyos temperamentos están divididos. Esto se traduce en diferencias de políticas y ahí se encuentran todos los días cometiendo errores, volviéndolos a cometer y volviéndolos a corregir".

"Deseo una reorganización del PJ sin Cristina"

Sarlo hizo una "interpretación de psicología política" y consideró que la expresidenta padece "la intolerancia de algunos lideres carismáticos a la sucesión". Según sostuvo, "Cristina hizo todo lo posible para perder la elección" de 2015. "Nadie puede poner a Aníbal Fernández de candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires y a [Carlos] Zannini de vicepresidente, si no quiere perder esa elección".

Cuando se le preguntó por Cristina Kirchner y hizo una aclaración. "Yo ya me equivoqué con Cristina", dijo. La ensayista pensó que el Partido Justicialista iba a hacer lo posible para que Cristina saliera rápidamente del escenario. Sin embargo, con el tiempo entendió que eso "fue una enorme equivocación que pasaba por alto la solidaridad con Cristina en lo sectores que ella puede influenciar que son los sectores más pobres y los de ciertas zonas de las capas medias".

Una vez dicho esto, opinó: "Ya me equivoqué y me voy a equivocar de vuelta pero desearía una reorganización del PJ que no la incorporara".

¿Cómo sería su partido ideal?

"A ver si alguna vez el peronismo configura ese modelo ideal que yo trazo como partido", dijo y describió, de un modo casi quirúrgico, que debería ser populista pero distribucionista y que debería tener una veta laica pero también una social cristiana. Remarcó que esa veta, a la que pertenecen el papa Francisco y el kirchnerista Juan Grabois, es la que ella "no abandona nunca". Resume, entonces, que lo que añora es "un partido de centro, con opciones hacia la derecha".

"¿Quién lideraría ese espacio?", le preguntó el conductor Diego Sehinkman y ella lanzó: "No tengo la menor idea". A continuación, la intelectual habló de Sergio Massa y lo describió como "un tipo inteligente" que "si no se apresura, tiene tiempo para construir en la política".

Además, lo defendió de la crítica que se le suele hacer por los acuerdos y conexiones políticas que hace. "Si yo estuviera en los zapatos de Massa también tendría esas dos tendencias: convertirme en el jefe que puede unificar el peronismo o ver si puedo realizar el milagro de tener una beta liberal pura, como es Margarita Stolbizer ", dijo.

¿Qué opina sobre el lenguaje inclusivo?

Al final del programa, la invitada habló sobre el lenguaje inclusivo y opinó que "el lenguaje no es una arcilla donde hombres y mujeres imprimen sus huellas digitales", es decir, que "las lenguas no se cambian por voluntad". Por el contrario, sostuvo que para que el lenguaje cambie primero se debe producir un cambio social profundo sobre la realidad.

Sobre su último libro, La intimidad pública, también conversó unos minutos, en los que confesó su devoción por las noticias más frívolas. Según dijo, ese interés se despertó en ella cuando notó que "los intelectuales de origen peronista consideraban objetos de la cultura popular que ella no estaba considerando". Ahí fue que comenzó a estudiar los folletines sentimentales en las décadas del '10 y del '20.

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