Bonadio aceptó como arrepentido al excontador de los Kirchner
Después de poco más de un mes de negociación, el juez Claudio Bonadio aceptó hoy al excontador de la familia Kirchner Víctor Manzanares como "arrepentido" en la causa de los cuadernos de las coimas.
Ahora que la declaración está en el expediente, el juez ordenará una nueva serie de medidas judiciales. Estos próximos pasos, que el fiscal Carlos Stornelli ya le pidió a Bonadio, alcanzarían a varios protagonistas de los negocios de los Kirchner que Manzanares señaló como partícipes de negocios y operaciones.
El contador no solamente señaló el nexo entre los negocios de Daniel Muñoz y el dinero de los Kirchner, también comprometió a Osvaldo Sanfelice, contador y empresario que participó de los negocios para blanquear dinero.
La lealtad del hombre que conoció los secretos y los números del exmatrimonio presidencial se derritió después de permanecer un año y medio tras las rejas, detenido por la causa Los Sauces.
Su declaración, de 30 páginas, resultó un elemento fundamental para esclarecer cómo fueron muchas de las maniobras de lavado de dinero, quiénes participaron en la compra y venta de empresas de distintos rubros e incluso cómo se gestó el cuestionado sobreseimiento de los Kirchner que dictó el exjuez Norberto Oyarbide en el año 2009.
Pero además, por los trascendidos de sus dichos, las derivaciones alcanzaron al mundo judicial. La Unidad de Información Financiera (UIF) pidió la reapertura de la causa por enriquecimiento ilícito de los Kirchner, y el Consejo de la Magistratura pidió la declaración, porque habló de la coima que habría cobrado el juez federal Luis Rodríguez por favorecer a Daniel Muñoz y su esposa en una causa.
Manzanares declaró en la fiscalía de Stornelli tres veces. La primera vez fue el 5 de febrero, y brindó detalles de cómo realizó, en sintonía con Oyarbide, con Javier Fernández y con peritos de la Corte, la pericia en la investigación sobre el patrimonio de los Kirchner.
"Yo le comento que mi preocupación era el tema de los actores que estaban involucrados, a lo que (el juez Norberto) Oyarbide me responde: 'De esa parte me ocupo yo'. Quiero recalcar que el doctor Oyarbide no se veía presionado, tenía la actitud de alguien que domina la cancha", relató Manzanares en su confesión.
También habló de la compra de las firmas Hotesur y Los Sauces, y dijo que la conocida cifra de 70 millones de dólares invertidos en propiedades a nombre de testaferros de Muñoz es solo referida a las inversiones en el exterior.
En la Argentina, declaró, se blanquearon unos 130 millones de dólares.
A lo largo de las ampliaciones que hizo, dijo que una de las claves del incremento patrimonial de los Kirchner fueron los negocios que realizaron con el alquiler de habitaciones de los hoteles Alto Calafate y Los Sauces, a las empresas de Lázaro Báez y de Juan Carlos Relats.
Según describió, los Kirchner ingresaron a la actividad hotelera en el año 2006 y no en 2008. Los Sauces, declaró, era la gema de la colección hotelera, por los altos valores de locación que se cobraban y la menor ocupación y cantidad de habitaciones.
Habló de reuniones con Cristina por el manejo de los negocios, del importante rol que cumplía Osvaldo "Bochi" Sanfelice, y de cómo cambió la dinámica en el manejo del dinero cuando falleció Kirchner.
Según dijo Manzanares, Daniel Muñoz guardaba las llaves de los "tesoros" de Kirchner. "Cuando falleció Néstor, el último en llegar a El Calafate fue Daniel Muñoz. Llevaba consigo las llaves de los tesoros, que eran los lugares donde se guardaba dinero. Daniel me dijo que sintió asco y repugnancia de la cara de la gente que fue a buscarlos al aeropuerto, especialmente la de Sanfelice, por la avidez que mostraban por las llaves", declaró.
Sobre Sanfelice dijo: "Sanfelice le decía a Kirchner que estaba todo bien, lo inflaba. Era para Kirchner lo que López Rega era para Isabelita", comparó Manzanares.
Señaló también a Sebastián Eskenazi, uno de los hijos de Enrique Eskenazi, dueño del Banco Santa Cruz y exaccionista de YPF, por haber recibido dinero que fue trasladado desde Santa Cruz hasta Buenos Aires. Según declaró el excontador, Daniel Muñoz le contó cómo se hizo ese movimiento.
"En un momento, Muñoz decidió retirar todo el dinero del sur y fue (el arquitecto Luis) Gugino quien hizo el movimiento de todo el efectivo, que tengo entendido fue por tierra. Ese dinero se trajo acá, a Buenos Aires. Según dichos, ese dinero fue entregado a Sebastián Eskenazi", consta en la declaración, a la que accedió LA NACION.
Manzanares confesó, entre otras cosas, que se sintió abandonado por Cristina Kirchner. "Cuando yo caigo detenido, yo no había confeccionado las DDJJ de impuesto a las ganancias de Cristina, Máximo y Florencia. Esa es una de las razones de abandono de Cristina y su familia hacia mí", declaró.
El contador se encuentra detenido desde mediados de 2017 en el marco de la causa Los Sauces, por orden del juez Bonadio. También se encuentra procesado en la causa Hotesur, y en la causa de los cuadernos por lavado de dinero. Desde que se decidió a declarar como arrepentido y celebró el acuerdo con la fiscalía, se encuentra dentro del Programa para Imputados Colaboradores y Testigos Protegidos. Sus dichos causaron escalofríos en el entorno de la expresidenta. Sobre el final de su declaración, entre lágrimas, pidió perdón a su familia, a sus allegados y a la población de Río Gallegos, y dijo que hacerlo feliz a Muñoz era, para él, el summum.
"Hacerlo feliz a Daniel Muñoz era el summum para mí, porque Kirchner lo maltrataba, le pegaba, entonces yo lo llamaba por teléfono desde Río Gallegos y le decía te fabriqué dos o tres millones de pesos de blanco y le pedía que vaya de shopping, a gastárselo. Yo disfrutaba esa actividad por la satisfacción que le generaba a Daniel", confesó.
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