A continuación, los principales conceptos:
- La semana del G-20 había sido la mejor semana política de Mauricio Macri de 2018. Y Cambiemos consiguió arruinarla. Se había consumado el deseo del Presidente de concretar la reunión aquí, con asistencia perfecta de los 20 mandatarios, con un documento final, y además, con dos reuniones bilaterales muy importantes en las que Macri recibió un respaldo explícito de Donald Trump y el presidente chino Xi Xinping. A este logro se añade que la reunión terminó sin ningún incidente. La cumbre fue un éxito para el Presidente.
- Bastaron 48 horas para que, a propósito del G-20, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich , instalara la noticia del nuevo protocolo de las fuerzas federales de seguridad y que inmediatamente surgiera internamente la reacción de Elisa Carrió . La diputada se plantó para decir que se opone sin que tuviera demasiado eco dentro de la coalición. Esto sirvió para recordar que hay fricciones internas en el interior de Cambiemos y para desviar la atención de la celebración que Macri había iniciado después de la reunión con los presidentes en Buenos Aires.
- El Gobierno respondió con silencio a este nuevo enfrentamiento con Carrió, que no atacó solo a Bullrich sino a Macri. El mismo día que Carrió salió a cruzarse con Bullrich, el presidente de la Nación respaldó e hizo propio de forma explícita el protocolo policial.
- A esto se suman otros dos datos políticos importantes que recuerdan que hay un conflicto interno dentro del oficialismo. El primero es el de Emilio Monzó y Marcos Peña . Monzó que fue elegido por tercer año como presidente de la Cámara de Diputados con un fuerte reconocimiento de todos los partidos en la Cámara, donde es un operador privilegiado del Gobierno. Monzó aprovechó el acto en el que fue nuevamente elegido para marcar una diferencia con su rival político interno Marcos Peña y para recordar, también, que no buscará cargos públicos electivos el año que viene.
- Hay otro conflicto político con el radicalismo que viene de arrastre del conflicto del Consejo de la Magistratura . Esta semana hubo reuniones de conciliación, pero el tema no está terminado. No por el Consejo, sino porque hay dudas y discusiones respecto al enfoque del electoral que tendrá el oficialismo en el interior del país. Porque si las elecciones presidenciales ocuparán el segundo semestre del año, en los primeros seis meses el protagonismo lo tendrán las elecciones de gobernadores. Es en esa etapa que buscarán renovar sus mandatos una importante cantidad de gobernaciones particularmente peronistas.
- Existe una pelea interna en la distribución de cargos y sobre el énfasis electoral que pondrá el Presidente y su influencia política en la primera mitad del semestre del 2019. Todo esto obliga a tomar decisiones en lo que queda de este año y en los primeros meses del año que viene.
- Esta "puja" se expresa a través del presidente del Comité Nacional del radicalismo, Alfredo Cornejo , pero también con otros dirigentes de la UCR . Cornejo no es el único líder. Podemos decir que es un liderazgo compartido en el que también influyen el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, el presidente del bloque radical en Diputados, Mario Negri, entre otras figuras con opinión e intereses concretos.
- Hay un juego en el que también está interesada Elisa Carrió, que venía con un silencio premeditado durante el que el Gobierno no la extrañó. Pese a la paciencia de Macri, existe cierto cansancio en el entorno presidencial respecto de los desplantes de la jefa de la Coalición Cívica . Es imprescindible pero a la vez es incómoda para Cambiemos.
- Nadie piensa en una ruptura más allá de que los hechos que acabo de relatar y que sirvieron para opacar la mejor semana política del presidente en este muy complicado 2018.
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