Ataque a la libertad de prensa / Manifestación e incidentes. Camioneros de Moyano bloquearon las plantas de LA NACION y Clarín
Impidieron durante más de dos horas la salida de publicaciones en reclamo de un reencuadramiento gremial
Fueron dos horas de bloqueo total que impidieron la salida de publicaciones de las plantas impresoras de LA NACION y de Clarín , en un claro ataque a la libertad de prensa.
Gremialistas y activistas del sindicato de camioneros, que lidera el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, obstruyeron en medio de un clima de creciente tensión, la distribución de productos de los dos matutinos hacia los puntos de venta. Luego de la intervención del Gobierno y de una reunión en el Ministerio de Trabajo, la medida fue levantada.
Unos 200 camioneros, liderados por el hijo del jefe de la central obrera y secretario adjunto del sindicato de Choferes de Camiones, Pablo Moyano, se apostaron desde las 16 frente a las plantas industriales para reclamar por el encuadramiento gremial de los distribuidores de diarios, revistas y afines, cuestión a la que los medios afectados son ajenos.
En algunos casos se registraron hechos de violencia cuando los manifestantes ingresaron en los edificios. Luis Ferreyra, uno de los encargados de uno de los centros de distribución fue agredido al intentar evitar la irrupción de los seguidores de Moyano.
Los medios afectados también hicieron presentaciones penales en la misma comisaría. La causa quedará a cargo del juez correccional N° 1 Walter Candela. Allí se acusa a los gremialistas de infracción al artículo 161 del Código Penal, que tipifica la obstaculización de circulación de diarios, libros y publicaciones.
Los bloqueos son la modalidad más frecuente de protesta del gremio que encabeza Hugo Moyano. En 2004 obstruyó los accesos a supermercados en el Gran Buenos Aires; en 2005 impidió el reparto de distribuidoras de gaseosas y cervezas, y en 2006 y 2008 hizo lo mismo en plantas petroleras.
"¡No nos vamos!"
"¡Los trabajadores perdieron el miedo! ¡Hasta que no se firme un acta para reencuadrarlos no nos vamos!", respondía Pablo Moyano, rodeado de gremialistas, cuando caía la tarde frente a las plantas, en el barrio porteño de Barracas.
El objetivo: no dejar entrar ni salir a nadie y evitar la circulación "por tiempo indeterminado". El reclamo: que "se terminen las cooperativas truchas de distribuidores y los trabajadores se sumen al convenio de camioneros". El mismo discurso del líder de la CGT, que durante la tarde calificaba la distribución de diarios de "trabajo servil".
El bloqueo sólo terminó después de más de dos horas, cuando Pablo Moyano recibió una llamada de su padre frente a un cronista de LA NACION. "Me dijo que hay una reunión en el Ministerio de Trabajo. Me voy para allá", anunció.
Eran las 18.45. A esa hora, Hugo Moyano estaba reunido con el ministro del Interior, Florencio Randazzo, en la Casa Rosada. Dos fuentes oficiales aseguraron a LA NACION que consideraron "inconveniente" la medida en el día del lanzamiento de un ambicioso plan para atenuar las secuelas de la crisis financiera internacional. Y se lo hicieron saber a Moyano.
Ya sin los líderes en los piquetes, el secretario gremial del sindicato, Roberto Bóscolo, anunció a los manifestantes que había que "levantar" la protesta. "Hay una audiencia para tratar el tema. Pero quédense tranquilos, porque sabemos que esto se gana con la lucha", arengaba a sus compañeros antes de la desconcentración, poco antes de las 19.30.
A esa hora, Pablo y Hugo Moyano llegaban al Ministerio de Trabajo. Los esperaba el jefe de la cartera, Carlos Tomada. Los tres participaron de una reunión, citada de urgencia, con el presidente de la Sociedad de Distribuidores de Diarios, Revistas y Afines (Sddra), Héctor Lenguita, y uno de sus máximos referentes, Carlos Taboada.
El encuentro duró más de dos horas. Cerca de las 22, Tomada informó a LA NACION que habían decidido "formar una comisión de trabajo para analizar las diferencias", que estará integrada por el sindicato de camioneros, la Sddra y el ministerio. Comenzará a funcionar a partir del próximo lunes. El plazo acordado para alcanzar resultados concretos es de 15 días.
A la salida de la reunión Hugo Moyano decidió bajar el perfil del enfrentamiento. "La reunión fue buena. Podemos llegar a entendernos", contestó. Cuando LA NACION le preguntó sobre sus acusaciones y la eventual orden del Gobierno para que terminen los bloqueos, prefirió evitar más controversias. "No es momento de hablar de eso. Estamos en plenas conversaciones. Lo importante, siempre, es entenderse."
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