Cortocircuitos. Capitanich cerró una semana difícil con una conferencia exprés
Luego de los desencuentros con Kicillof y Echegaray, ayer aceptó una sola pregunta, sobre las críticas de Parrilli contra LA NACION; evitó responderla y se retiró
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, cerró ayer una de las semanas más difíciles de su gestión como ministro coordinador con la exposición ante la prensa más breve que se le conozca: apenas seis minutos, en los que admitió sólo una pregunta a la agencia de noticias oficial, que además evitó responder.
Fue la conclusión de siete días particularmente aciagos para el estilo de comunicación diaria y directa con los medios que intenta desplegar el chaqueño, a raíz de la seguidilla de contradicciones en las que se vio envuelto frente al ministro de Economía, Axel Kicillof, y el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, y que desde la Casa Rosada explicaron como "desaciertos" en el diálogo entre los funcionarios más que como internas del equipo presidencial.
No bien se paró frente al atril, Capitanich avisó que sería breve, a raíz de las muertes de los turistas en Villa Gesell y de los periodistas durante la cobertura del Rally Dakar.
"Eso es lo que la agenda pública establece", indicó, luego de expresar la "consternación y condolencias" del Gobierno para los familiares de las víctimas.
A partir de ese momento, dedicó dos minutos a exponer que se esperan 27,9 millones de turistas en el país; otros dos minutos a explicar que, si bien se decidió no importar tomates en lo inmediato, la Presidenta habilitó a hacerlo "ante un faltante" que ponga el riesgo "el bolsillo" de la gente; y un último minuto a comentar que anteayer tuvo una reunión sobre metas de producción de hidrocarburos con Kicillof, el CEO de YPF, Miguel Galuccio, y el senador nacional y sindicalista petrolero Guillermo Pereyra.
Al terminar la breve exposición sólo hubo lugar a una pregunta, de una periodista de la agencia Télam, sobre las acusaciones contra LA NACION y Clarín lanzadas anteayer por el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli. "Mire, el comunicado ha sido claro, explícito y contundente, de manera tal que no tengo nada más para agregar", respondió, terminante.
Lo que siguió fue una mirada rápida, que barrió la sala de conferencias. "Bueno, muchas gracias", se despidió, antes de terminar ese recorrido con los ojos. Salió velozmente por una puerta lateral de la sala, mientras varios representantes de la prensa reclamaban su derecho a formular, también, sus preguntas.
Así concluyó la conferencia matinal más breve de Capitanich desde que asumió el cargo. Lejos de los 52 minutos que empleó el viernes de la semana pasada para anunciar el acuerdo de precios junto al secretario de Comercio, Augusto Costa. Mucho menor, también, a los 42 minutos que dedicó el lunes para negar, entre otros temas, que el Gobierno estudiara modificar el Impuesto a los Bienes Personales.
Lo contrario había dicho Echegaray. El martes por la mañana, cuando el jefe de Gabinete se alineó con el recaudador, Kicillof, salió a escena y desmintió a los dos.
A la mañana del miércoles, Capitanich buscó evitar un nuevo traspié y se plegó a Kicillof. "No tengo ningún comentario para formular. Lo que ha manifestado el ministro es la palabra de la Presidenta", dijo. Fue una conferencia de 12 minutos. Ayer hizo lo mismo con el comunicado de Parrilli. En 6 minutos.
Sin desconocer las dificultades de la semana, cerca del ministro indicaron a LA NACION que las conferencias se mantendrán. "Salvo que lo decidan él y la Presidenta", señalaron y, envalentonados, se animaron a garantizar que el chaqueño y Kicillof "no se van a pelear nunca".
Y pasaron factura: "Por buenas y amables que sean las respuestas del Coqui, si la prensa quiere va a seguir encontrando interpretaciones capciosas".
Ayer también volvió a hablar en público el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, quien el día anterior había criticado duramente a LA NACION (ver aparte). Justificó el silencio de la presidenta Cristina Kirchner y aseguró que la jefa del Estado está "perfectamente bien, gobernando, definiendo, decidiendo y reuniéndose con los ministros".
Según Parrilli, la mandataria "va a hablar y va a hacer actividades cuando entienda que es oportuno".
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