Carrió comparó al Presidente con el dictador Ceausescu
Ni el frío del otoño ni el ajetreo de la campaña electoral parecen ser suficientes para frenar el ímpetu antikirchnerista de Elisa Carrió.
Ayer, la candidata a presidenta por la Coalición Cívica criticó duramente al presidente Néstor Kirchner por el manejo de la crisis santacruceña y advirtió que "en la Argentina, como en otros países del mundo, los victimarios terminan siendo víctimas de su propio pueblo". Y, a modo de polémico ejemplo, recordó al dictador rumano Nicolae Ceausescu, que "durante muchos años mintió, engañó a todos los rumanos y terminó siendo víctima".
De sus críticas sobre la crisis en Santa Cruz sólo se salvó la ministra de Desarrollo, Alicia Kirchner, a quien la candidata consideró "una buena funcionaria". "Es la que menos tiene que ver en todo esto. Sufre por portación del apellido del matrimonio presidencial", según afirmó a LA NACION la ex diputada.
Bien temprano por la mañana, Carrió compartió un desayuno público con la ex ministra de Justicia de Bolivia Casimira Rodríguez en las terrazas del coqueto bar Champs Elyseés, en Recoleta.
Luego del encuentro, y además de defender a su aliado político porteño, Jorge Telerman, Carrió aprovechó para disparar contra Kirchner. "Cuando en vez de Estado hay negocios y hay violencia en el discurso, es mayo en Santa Cruz, en Mendoza, en Buenos Aires", afirmó la fundadora de ARI. "Por eso hay que hacer una coalición cívica de gente que busque la paz. Ojalá que esta vez me escuchen."
Allí llegó su referencia a Ceausescu, que aclaró después. "Dije que los victimarios terminan siendo víctimas. Ceausescu tuvo el aplauso, pero la dominación tiene sus límites", confirmó.
Un ex aliado, el hoy kirchnerista Fernando Melillo, la criticó y calificó estas declaraciones de "académicamente incorrectas y políticamente irresponsables".
Consultada sobre el ataque a la hermana del Presidente, Carrió reiteró su repudio a la agresión, pero puntualizó: "Los dirigentes políticos no somos víctimas, tenemos que ser prudentes y tener mucho cuidado con no provocar agresiones". De vuelta en la campaña porteña, afirmó: "No hay agravios entre los candidatos; lo que hay es una campaña sucia por parte del que se quiere apoderar de la ciudad y no puede, que es Alberto Fernández. La campaña está orquestada por él, que no puede ser candidato".
Acompañada por la ex ministra boliviana, Carrió se mostró confiada en que la Cámara de Diputados modificará en las próximas sesiones la ley Cafiero y concederá a la ciudad la posibilidad de tener policía propia. "Si el oficialismo baja al recinto y logramos derogar la ley Cafiero, que priva de autonomía a la ciudad, estaremos ante el primer gran triunfo de Telerman y Olivera", aseguró.
También dedicó alguna ironía al intendente de Córdoba, Luis Juez, con quien ARI sostiene conversaciones de cara a los comicios de septiembre en esa provincia. "Cuando corrió esta versión (de un encuentro con el intendente) no la negué ni la afirmé para poner nerviosos a los Fernández, pero tenía muy claro que Juez puede jugar en cualquier lugar; uno conociéndolo a Juez sabe que estas cosas pueden suceder", ironizó.
La ex ministra de Evo Morales y Carrió volverán a cruzarse mañana, a las 19.30, cuando dicten una clase en la Escuela de Gobierno del Instituto Hannah Arendt.
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