Carta a Lagarde: sectores de la oposición presionan contra el acuerdo con el FMI
Por primera vez desde que se firmó el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), llegará el viernes al país su titular, Christine Lagarde . La oposición aprovechará la visita para manifestar su repudio.
Lagarde arribará al país para participar de las reuniones de los ministros de Finanzas en el marco del G-20 durante el fin de semana, pero también se reunirá con Mauricio Macri y el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne . Por eso, durante esos días se llevarán adelante movilizaciones y actos contra el acuerdo firmado con el FMI, y también se presentarán cartas y documentos de rechazo provenientes de diferentes sectores.
Los movimientos sociales, entre ellos, Barrios de Pie y la Confederación de los Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), se movilizarán el sábado. Además, este sector, junto a numerosos dirigentes de la oposición, personalidades de la cultura y de diversos organismos de derechos humanos, se dirigieron a Lagarde en una dura carta para presionar contra el acuerdo.
"Dicho acuerdo es rechazado por la mayoría de la sociedad argentina, la oposición política con representación parlamentaria mayoritaria y casi la totalidad de las organizaciones sociales y políticas del país. Es decir, a excepción del Gobierno, no hay quien apoye este acuerdo", dice en su introducción la carta.
Además de los dirigentes Juan Grabois, Daniel Menéndez y Emilio Pérsico, el pronunciamiento lleva la firma de referentes del kirchnerismo como Axel Kicillof, Máximo Kirchner y Agustín Rossi, y legisladores del Frente Renovador como Felipe Solá y Daniel Arroyo, entre otros. Héctor Daer y Juan Carlos Schmid, miembros del triunvirato de mando de la CGT, también adhirieron. Se considera, en el escrito, que la nueva deuda contraída es "odiosa o execrable".
Además, se alerta al directorio sobre "la explosiva situación social que vive la Argentina" y se comunica que esta "seguramente se agravará a medida que se apliquen las medidas pactadas".
En la carta se asegura, también, que "los fondos comprometidos se utilizarán de manera claramente fraudulenta en perjuicio del país" y sobre el final deja una advertencia: que "el programa económico impuesto producirá una catástrofe social, y que, por lo expuesto, ante un cambio de gobierno, será puesto en crisis".
Pese a que sus dirigentes figuran entre los firmantes, la CGT no adherirá a la movilización. "No estamos de acuerdo con la llegada del FMI y con el ajuste, pero vamos a seguir estudiando los acontecimientos y este viernes vamos a redactar un documento para expresar la postura de la CGT", dijo Carlos Acuña a LA NACION.
Los jefes de la CGT presentarán el viernes en una conferencia de prensa un documento con críticas al pacto. Si bien la CGT ya se ha manifestado contra el acuerdo con el Fondo, no tiene prevista una estrategia de protestas en las calles.
Hace unas semanas, el triunvirato de mando de la CGT, el titular de la Uocra, Gerardo Martínez, y el economista de la CTA Autónoma Claudio Lozano dialogaron a través de una teleconferencia de 25 minutos con Alejandro Werner, director del Departamento de las Américas, y Roberto Cardarelli, el jefe de la misión para la Argentina.
Este canal de diálogo se inició a pedido de los representantes del FMI para conocer las preocupaciones de los sindicalistas por el acuerdo. Se consensuó, durante la charla, coordinar un encuentro cara a cara entre los dirigentes gremiales y los encargados del "caso argentino" del FMI para septiembre. Conversarán allí Werner y Cardarelli con representantes de la CGT, de la CTA y, posiblemente, alguien en representación de la Iglesia.
Este sería el principal motivo por el cual los síndicos de la CGT no harán grandes actos de repudio en la primera visita de Lagarde.
Por otro lado, la izquierda y el sindicalismo combativo están organizando movilizaciones, pero aún no definieron los horarios ni las modalidades. Este sector manifestó su repudio al acuerdo con el FMI el jueves pasado a través de una movilización a Plaza de Mayo.
Allí, durante un acto, el dirigente gremial ferroviario Rubén "Pollo" Sobrero llamó "nefasta burocracia" a la CGT y pidió llevar adelante un paro general de 36 horas contra el acuerdo con el FMI y contra el plan económico del gobierno de Mauricio Macri.