Más reacciones tras la ofensiva política de Cavallo. Caso IBM-Banco Nación : Bagnasco pide nombres
El juez solicitará que el ex ministro de Economía aclare a quién se refería al mencionar a dos personas en el reportaje publicado por La Nación el sábado.
El juez federal Adolfo Bagnasco citó como testigo para el lunes próximo al ex ministro de Economía Domingo Cavallo, quien el sábado último, en un reportaje exclusivo con La Nación, dijo con relación al caso IBM-Banco Nación que "sospecha de dos personas que no están procesadas". Ayer, Cavallo, que recientemente insistió sobre las mafias enquistadas en el poder, dejó trascender que está dispuesto a darle al magistrado esos nombres. El lunes próximo, el ex funcionario también deberá concurrir al despacho del juez Claudio Bonadío que, en otro sumario, planea carearlo con el presidente del Banco Integrado Departamental (BID), Roberto Cataldi, para lo cual lo citó bajo apercibimiento de llevarlo por la fuerza pública.
Estas citaciones se inscriben en un cuadro de, por ahora, controlada tensión política entre el Cavallo y los hombres del presidente Carlos Menem.
Cuando la lucha por enarbolar la bandera contra la corrupción parecía estar llamada a desbordarse y las sospechas se generalizan a tal extremo que la SIDErecibió de parte de los jueces una demanda inusual de pedidos para que el organismo realice escuchas telefónicas, el primer mandatario decidió que es preferible encarar una tregua con su ex ministro.
No hay que abrir otro frente
En la Casa Rosada se interpreta que los ataques de Cavallo están destinados a contrarrestar los avances de varios sumarios penales que los tienen a él y a sus ex colaboradores como protagonistas. Precisamente, esta situación es uno de los motivos que impulsaría a aquél a ser elegido como diputado, cargo que le permitiría gozar de fueros parlamentarios. Frente a las dificultades económicas, la caída de la imagen presidencial, la necesidad de recuperar la iniciativa política y el conflicto con el sindicalismo por la negociación de los convenios colectivos, se entiende en el Gobierno que no es necesario abrir con Cavallo un nuevo frente.
Más acusaciones tras la ofensiva de Cavallo
Fuego cruzado: Jassan afirmó que las imputaciones del ex ministro de Economía son "absurdas", mientras que Beliz lo respaldó; Chacho Alvarez opinó que en el Gobierno "hay dos bandas".
La controversia desatada en el seno del Gobierno por las denuncias de Domingo Cavallo podría cobrar mayor voltaje en los próximos días, pese a la intención del presidente Carlos Menem de no abrir un nuevo frente de conflicto. El silencio presidencial contrastó con la irrupción de otros funcionarios del Gobierno, como el secretario general, Alberto Kohan, o el ministro de Justicia, Elías Jassan, quienes dispararon contra Cavallo en respuesta a sus recientes denuncias sobre la relación del poder con grupos mafiosos.
La disputa, que comenzó la semana última, podría agravarse si Cavallo decide contestar las críticas de Jassan. En Nueva York, el ex titular del Palacio de Hacienda evalúa si vuelve a la carga contra el ministro de Justicia, a quien acusó de trabar la lucha del Gobierno contra las mafias.
Una fantasía
Jassan le reclamó ayer a Cavallo "que se quede tranquilo", porque "la Justicia está actuando y los que tienen que estar intranquilos son los que cometieron delitos". Según el titular de Justicia, las acusaciones de Cavallo son "absurdas" y pueden ser calificadas como "una fantasía". El funcionario añadió: "No se puede decir que yo obstaculicé la lucha contra el delito, creo que eso es una liviandad".
Jassan negó haber presionado al ex administrador de Aduanas, Gustavo Parino, para que no apele un auto de excarcelación del empresario Cacho Steimberg en una causa por irregularidades en la importación de autos, como denunció Cavallo. "Es otra fantasía; yo era secretario de Estado y sabía que llamar a un funcionario de Cavallo era despertar la ira pública; ni vale la pena comentarlo", sostuvo, en declaraciones radiales.
Por su parte, el secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan, afirmó que "es evidente" quiénes son las personas involucradas en hechos de corrupción, con referencia a los ex administradores de la Aduana designados por Domingo Cavallo.
Respaldo de Beliz
Con Cavallo en el exterior, fue Gustavo Beliz, titular de Nueva Dirigencia y ex ministro del Interior, quien salió a respaldar al ex jefe de la cartera económica. Dijo que "la sociedad no le cree" a Menem cuando afirma que se pondrá a la cabeza de la lucha contra la corrupción porque "lo ve como casi jefe o responsable primario de este tipo de actitudes". La oposición política no dejó pasar la oportunidad para sumarse a la controversia. El dirigente del Frepaso, Carlos Chacho Alvarez, consideró que el oficialismo se alista "en dos bandas, dos mafias" que discuten "el campeonato a ver quién tiene más corruptos". Alvarez concluyó que por esa razón en la Argentina "la política se asimila al delito".
El líder del Frepaso opinó que Cavallo "no tiene autoridad para enarbolar la bandera de la lucha contra la corrupción".
Por su parte, el titular del bloque de diputados radicales, Federico Storani, señaló que el anuncio del presidente Menem de luchar contra la corrupción no sirve, porque el Gobierno nunca castigó a los corruptos.
"Menem debería garantizar el funcionamiento de una justicia independiente y no dedicarse a hacer anuncios vacíos de contenido", añadió el legislador.
Lunes agitado en Tribunales
El ex ministro Domingo Cavallo pasará buena parte del lunes próximo en los Tribunales. Primero declarará como testigo de la causa IBM-Banco Nación ante el juez federal Adolfo Bagnasco; luego, ante el magistrado Claudio Bonadío, será careado con directores del Banco Central por la investigación sobre defraudación del Banco Integrado Departamental (BID). Bagnasco espera que Cavallo se explaye sobre una entrevista al diario La Nación y que brinde los nombres de dos personas que, según él, estarían vinculadas con la transferencia del dinero de ese negocio.
Por su parte, el senador radical Leopoldo Moreau impulsa la creación de una comisión investigadora especial para analizar y, eventualmente, denunciar actividades ilícitas vinculadas con los casos de la Aduana paralela, el contrabando de oro, IBM-Banco Nación y narcotráfico.
Como consecuencia del reportaje a Cavallo que publicó el sábado último este diario, en el juzgado de Bagnasco no dejan de señalar una contradicción entre esas declaraciones y la respuesta que, hace varios meses, dio el ministro a un requerimiento del juez.
En efecto, cuando fueron indagados dos de los directores del Banco Nación imputados en la causa, Ricardo Imposti y Julio Dentone, ambos coincidieron en afirmar que Cavallo estaba al tanto de los detalles del contrato con la firma IBM.
A raíz de ello, Bagnasco interrogó a Cavallo, que mediante un escrito negó conocer tales presiones y sólo admitió que conocía generalidades del negocio.
Bagnasco, hace dos años, procesó a Gustavo Parino por su supuesta responsabilidad objetiva en un gran negocio de contrabando que pasó por la Aduana de Campana, una decisión que revocó la Cámara Federal.
Bagnasco también procesó al ex titular del Correo Haroldo Grisanti por irregularidades en la contratación de una empresa para transportar correspondencia.
Anzorreguy, en el Senado por la Aduana
El titular de la SIDE, Hugo Anzorreguy, concurrirá mañana, a las 10, al Congreso para informar si la dependencia a su cargo realizó algún tipo de investigación sobre la existencia de una aduana paralela en el país. El funcionario, cuya presencia estaba prevista para hoy en el Parlamento -la postergó 24 horas pues informó que no llegaría a tiempo, ya que se hallaba de viaje por el interior-, fue convocado a brindar esas explicaciones por la Comisión Bicameral de Seguimiento de los Organismos y de las Actividades de Seguridad e Inteligencia, que preside el senador Eduardo Vaca (PJ-Capital).
La reunión será secreta. Anzorreguy será escuchado por el resto de los legisladores integrantes de la Comisión (los senadores Bravo, Cafiero, Vaquir, De la Sota, Berhongaray y Losada, y los diputados Toma, Castillo, Jaunarena, Valcarcel, Dómina, Soria, Mathov y Fragoso) y por la totalidad del bloque peronista de la Cámara alta.
Según se adelantó a La Nación, el objetivo de los legisladores es saber si la SIDE hizo algo para detectar la existencia de la aduana paralela o si, de lo contrario, nunca estuvo al tanto de esa posibilidad.
"Si la respuesta es sí, querremos saber cuáles fueron los pasos que siguió el principal organismo de inteligencia del país. Si es no, obviamente, le pediremos que describa cómo es que algo tan importante, por el grado de ilegalidad e impunidad que demuestra tener, haya pasado sin ser visto por la SIDE", detalló anoche a La Nación uno de los legisladores que participarán del encuentro.
Sin libreto
Según fue dispuesto por esa comisión, todos los diputados y senadores podrán hacer las preguntas que crean necesarias, pues Anzorreguy "ni pidió ni se le ofreció" la posibilidad de responder sobre la base de preguntas realizadas con anterioridad a su llegada al Congreso. Cabe recordar que cuando el ex ministro de Defensa Oscar Camilión concurrió a la Cámara alta para responder sobre su grado de responsabilidad y la del Estado en la venta ilegal de armas a Ecuador, lo hizo sobre la base de un pedido de informes presentado por Berhongaray, lo cual fue fuertemente resistido por los legisladores de la oposición. Camilión amplió luego algunos conceptos, pero el motivo de aquella reunión quedó, por lo menos, desdibujado.
Una lucha de intereses
En los últimos tiempos, los jueces se acostumbraron a recurrir a las escuchas judiciales como medio de prueba y no dudan en inundar la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) con una demanda creciente de ese servicio legal. Habitualmente, esos requerimientos se cursan a una dependencia denominada OJ (Observaciones Judiciales).
A mediados de septiembre la SIDE recibió un pedido de un puñado de jueces para la intervención de 500 líneas telefónicas.
Esto colocó a esa secretaría frente a la necesidad de recurrir operativamente a un apoyo logístico externo.
Si bien muchos funcionarios públicos utilizaron ese recurso -sin que esté claro que haya sido por pedido de la Justicia- para escucharse entre ellos, no se precisa de una gran perspicacia para advertir que un pedido de semejante magnitud sólo es posible si se están investigando hechos de una magnitud insospechada.
Es aún más complejo desvincular aquel pedido judicial de intervención de 500 líneas telefónicas de los episodios conocidos durante estos días:el narcotráfico y la denominada "aduana paralela".
El giro político
El giro político tomado por la decisión del Presidente de liderar la lucha contra la corrupción, las vinculaciones con personajes allegados al poder y la reaparición de Domingo Cavallo adhiriendo también al combate contra las "mafias", parece plantear una cuestión de liderazgo acerca de la lucha contra la corrupción. Esto terminó en una confrontación entre el Gobierno y Cavallo, apenas el primero intuyó que era una manera de Cavallo para instalarse políticamente.
Lo que algunos medios judiciales y políticos se preguntan es si la lectura puede ser tan lineal como para plantearla en términos de un liderazgo de la lucha contra la corrupción. O, al menos, sólo en esos términos.
Es difícil de aceptar en este estilo, tal vez inédito, de hacer política a través de los Tribunales, que sólo esté de por medio quien conduce la lucha contra la corrupción.
En tal caso, correspondería a la voluntad política del Presidente y su respaldo a las investigaciones judiciales la responsabilidad esencial.
Para ello precisa demostrar un real convencimiento -más allá de cualquier duda- de que facilitará la tarea de la Justicia.
Por ahora, al margen de las declaraciones, la pregunta que aún no tiene respuesta es a quién o a qué intereses responden estas laudables intenciones de liderar la "cruzada" contra la corrupción.
Sólo hay una certeza: las cosas no son blancas o negras.
El ex ministro busca fueros en el Parlamento
Estrategia: Cavallo intentará, por medio de su candidatura a diputado, resguardarse de las causas pendientes que podrían complicar su situación con la Justicia; el retorno a la provincia natal.
Aunque la inmunidad parlamentaria ya no se mantiene férreamente, debido a los embates de la opinión pública que logra evaporar el espíritu de cuerpo partidario, sigue ejerciendo una fuerte fascinación entre dirigentes con dificultades judiciales. En las últimas horas, a la larga lista en la que destellan hombres del radicalismo como Horacio Massaccesi y del justicialismo como Ramón Saadi, que luchan con denuedo por ingresar en el Congreso a pesar de las causas judiciales pendientes, en sus provincias se ha sumado, aunque lo niegue en público, el ex ministro de Economía Domingo Cavallo.
Desde que el jueves de la última semana el antecesor de Roque Fernández anunció su lanzamiento a la arena política, no fueron pocos los allegados que lo acompañan hace años que admitieron, en la intimidad y sin querer revelar ni sus apodos, que "Mingo busca llegar a Diputados para ampararse en los fueros".
Estrategia cavallista
Pero, al confiar en que la presión pública ha logrado desbaratar otros desembarcos no menos conflictivos como los de Saadi y de Massaccesi o el temporal alejamiento de Angeloz, hasta que la justicia de Córdoba dictamine lo contrario, esas voces revelaron que "Cavallo maneja bien su operación de acorralar a Menem y tejer una tregua con sus hombres más cercanos". Esas fuentes, siempre bien informadas, jamás negaron que la intención del ex ministro sea resguardarse del abanico de causas pendientes que, pueden llevarlo a tener complicaciones con la Justicia.
"Su ataque frontal contra las mafias, incluidos su disputa personal con Alfredo Yabrán y su enojo con el ministro de Justicia, Elías Jassan, pueden tener un freno", se dejó trascender, "siempre y cuando se vea beneficiado".
Recolección de votos
Tanto sus amigos como sus detractores, que en los pasillos de la sede del poder se han multiplicado en las últimas horas, coinciden en que Cavallo deberá retornar a su provincia natal para recolectar los votos que lo conviertan, una vez más, en diputado nacional. Su experiencia en 1987, cuando accedió al Parlamento, como parte de una alianza entre justicialistas, liderados por José Manuel de la Sota, lo lleva a pensar en una nueva coalición, pero, quizá, sin el apoyo del peronismo.
Allegados al ex ministro hasta sugieren, no en sus oídos sino en público, que Cavallo debería ser la cabeza cordobesa de una fuerte alianza entre Gustavo Beliz, José Octavio Bordón y Ramón Ortega.
¿Por qué se estima que Cavallo se presentará como candidato por Córdoba? "Es obvio sostener que en la Capital Federal, aunque reside hace mucho tiempo, las encuestas no lo cuentan entre los más favorecidos", se justificó.
¿Pero, de acceder al Congreso por una alianza extrapartidaria, cómo logrará aferrarse a sus fueros? La respuesta no se hizo esperar: "Pensar que el justicialismo, con todas las críticas que arroja el ex ministro, vaya a impulsar su candidatura es una locura. Pero no es descabellado pensar en un acuerdo sigiloso con los hombres de Menem para mantenerlo quietito y en silencio en la Cámara baja".
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