Las elecciones porteñas: el papel de Encuentro por la Ciudad (EC). Cavallo anunció el ballottage en medio de graves denuncias
A 20 minutos de la medianoche, junto con Beliz, el candidato de EC dijo que la Alianza adulteró el resultado de los comicios; otra vez agitó el fantasma de Yabrán.
Desencajado, Domingo Cavallo anunció, a las 23.40, la decisión de concurrir a la segunda vuelta y "no tirar la toalla", a pesar de la ínfima diferencia porcentual que la Alianza alcanzó anoche para evitar el ballottage frente a Encuentro por la Ciudad (EC).
"Aunque les falte un solo voto para llegar al 50 por ciento, vamos a ir a la segunda vuelta", gritó Cavallo al periodismo, acompañado por Gustavo Beliz, en una improvisada arenga en la sede partidaria de Junín 202, mientras se escuchaban bombos y ecos de la marcha peronista.
"Son unos tramposos, prepararon la trampa desde temprano poniendo un partisano del Frepaso al frente del escrutinio (en aparente alusión al secretario de Gobierno porteño Guillermo Moreno Hueyo, que es radical). Siempre estuvo listo el escrutinio antes de las 22 y ahora, a las 23.40, apenas tienen el 40 por ciento. Cómo puede ser", vociferó Cavallo.
Minutos antes, Beliz había señalado que "más de 2650 mesas estaban impugnadas" y que iban a llamar a un cuerpo especial de apoderados y abogados para que concurrieran al lugar del escrutinio oficial.
Lejos de la calma que intentó mostrar en las últimas horas, Cavallo redobló la apuesta al advertir: "Si a mí no me asustaron Yabrán (Alfredo) y Menem (Carlos) juntos, a mí no me van a correr con una operación mediática".
En el medio del tumulto que se generó por sus declaraciones, Cavallo envió un enérgico mensaje a sus votantes llamando a quienes se sientan defraudados porque no se bajan los impuestos y por las promesas electorales incumplidas por parte del gobierno nacional a votar por su partido.
"Un gobierno que para presidente ganó en esta ciudad por el 54 por ciento, y hoy no junta más del 46 por ciento, mientras que nosotros duplicamos ese 16 por ciento que obtuvimos en octubre (último), me marca que en 15 días podemos revertir estos votos", dijo.
"No voy a tirar la toalla antes de luchar, menos frente a alguien que ya tiró la toalla antes de luchar por la seguridad de los vecinos, por los compromisos hechos a los jubilados. Ellos no pueden reactivar la economía, no pueden generar empleos, no pueden bajar impuestos. Nosotros sí podemos", vociferaba Cavallo, desencajado, antes de reclamar a la ciudadanía su sufragio para el 21 del actual y anunciar su despedida de esta noche caliente con un tajante "hasta mañana".
Una larga jornada
Con menos virulencia, pero preocupado por la posibilidad de que la Alianza triunfara en la primera vuelta, a las 18.1, Cavallo apareció junto con Gustavo Beliz en el estrado de Junín 202. Lo primero que dijo fue: "Que nuestros fiscales no se muevan de las mesas hasta que terminen de contarse todos los votos".
Sin mostrar una cara exultante y controlando cierto nerviosismo, Cavallo acusó a los gobiernos nacional y de la ciudad de "irresponsables" por la aparición de cifras en la página electrónica de la jefatura porteña.
Cavallo lanzó claramente el mensaje de lo que estaba haciendo: "Nosotros no manejamos cifras.No hacemos especulaciones. Yo estoy haciendo campaña. Se terminó la veda y voy a aprovechar cada minuto de la radio y de la televisión y cada centímetro de los diarios para convencer a la población de que nos voten el 21 de mayo. Yo sigo haciendo campaña".
La única participación de Beliz fue para decir que no había cifras oficiales. A las 18.20, Sonia Abrazián, esposa de Cavallo, ingresó puños en alto en clara señal de festejo por lo que aún no se conocía. Sólo a las 19.10, habían empezado a difundirse los primeros datos, entre el número abundante de periodistas y excesivo de curiosos partidarios.
María Laura Leguizamón, que luego de una férrea trayectoria justicialista en la década menemista se inclinó por EC, lanzó los primeros datos, mientras atendía por su celular los llamados de los fiscales: en una mesa masculina en Barracas había 126 votos para EC y 103 para la Alianza.
Siguieron llegando datos parciales, siempre de datos favorables a EC, todos lanzados extraoficialmente. A las 19.45, Beliz apareció sólo para dejar sentado a los gritos que había "segunda vuelta, según los cómputos oficiales".
En ese instante, los cómputos oficiales eran de una sola mesa: 43 por ciento para la Alianza y 38 por ciento para EC. Decididamente eufórico, el presidente de EC, José Caro Figueroa, vociferaba "ballottage, ballottage", desde el fondo del salón.
La siguiente aparición pública en nombre de Cavallo y Beliz, que permanecieron refugiados en el primer piso de EC, a sólo dos plantas más abajo del centro de cómputos propios, fue la del también ex justicialista Jorge Argüello. Anunció una proyección sobre 80 mesas preestablecidas que arrojaba un 36,32% para EC y 45,02% para la Alianza.
Dos minutos más tarde se conocieron cifras oficiales que marcaban un despegue importantísimo para la Alianza: 48,89 a 33,92. Situación que no parecía inquietar a hombres de EC como el diputado nacional Franco Caviglia. Comentó que, de cara a una eventual segunda vuelta, "con un electorado tan volátil no tiene sentido hacer pactos con los dirigentes, porque no se sabe si tienen el control de los votos. (Cavallo) tiene que salir ya a convencer a la gente".
Tronco
"Anoche dormí como un tronco, no soñé con nada porque no tengo sueños", aseguró el candidato de Encuentro por la Ciudad, Domingo Cavallo, mientras intentaba disimular su nerviosismo durante la espera del escrutinio definitivo.
Luego de un suculento almuerzo preparado por su esposa, el postulante también durmió una envidiable siesta de tres horas.
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