Comienza la pelea por el Senado
Esta semana se inician las negociaciones entre opositores y oficialistas; ya hubo contactos entre el PJ y la UCR
Entre la necesidad del Gobierno de no ceder un milímetro más de poder y la urgencia de la oposición por ponerle límites a la Casa Rosada, esta semana empezará una pelea sin cuartel para definir quién de ellos se alzará con el control del Senado.
La disputa se centrará en el manejo de las comisiones de la Cámara alta, una cuestión que debería estar acordada entre opositores y kirchneristas antes de la sesión preparatoria del 24 de este mes.
Con Néstor Kirchner ya fuera de peligro por la operación a la que se sometió ayer (ver aparte), el tema seguirá los carriles esperados, y la pelea amenaza con ser a todo o nada. Incluso podría definirse a lo guapo, sobre tablas, como pasó en diciembre en la Cámara de Diputados, cuando el kirchnerismo sufrió su mayor derrota parlamentaria después del voto "no positivo" contra las retenciones móviles al campo del vicepresidente Julio Cobos.
"Queremos un acuerdo que permita al Poder Ejecutivo gobernar sin obstrucciones", avisó el senador Miguel Pichetto (Río Negro), presidente del bloque del kirchnerista.
Fuentes de su entorno explicaron a LA NACION que el oficialismo pretende retener la mayoría y la presidencia de las comisiones denominadas "de gestión", donde se manejan los temas más sensibles para el Gobierno.
En esa lista se ubican las estratégicas comisiones de Presupuesto, Legislación General, Asuntos Constitucionales, Justicia, Defensa, Relaciones Exteriores, Salud y Acuerdos, encargada de tratar la designación o remoción de funcionarios públicos.
Presionado por la Casa Rosada, el bloque kirchnerista anunció que si no respetan sus pretensiones, irá el 24 al recinto sin acuerdo, para definir el tema ahí mismo. "Si no accedieran a darnos las comisiones de gestión, estarían cayendo en una política obstruccionista", fue la advertencia de Pichetto.
Del lado de la oposición, la voz cantante la lleva la UCR, la segunda minoría detrás del kirchnerismo, que también anunció sus pretensiones. "Vamos a reclamar que se respete el criterio de proporcionalidad", adelantó a LA NACION el senador Gerardo Morales (Jujuy), presidente de la bancada radical.
"El criterio de proporcionalidad" es una expresión poco feliz para el kirchnerismo, que antes del 10 de diciembre tenía 41 senadores y ahora quedó con 32, más tres aliados que llevan ese número a 35. Le faltan dos para alcanzar la mitad más uno del cuerpo (37 senadores), el requisito para retener el poder.
La oposición está en la misma. Sumando los 18 radicales y el resto de los bloques más chicos llegan justo a 35. La llave del desempate aparece indisolublemente ligada a los senadores "71 y 72", los peronistas pampeanos Carlos Verna y María Higonet, que coquetean por igual con kirchneristas y opositores.
En ese escenario de paridad absoluta, la oposición reclama el control de la mitad de las comisiones, y así se lo hicieron saber al oficialismo en una reunión que la semana pasada mantuvieron Morales y el presidente de la UCR, Ernesto Sanz, con Pichetto y el también kirchnerista Nicolás Fernández (Santa Cruz).
Las reuniones tomarán un ritmo febril esta semana, cuando Morales se reúna con los referentes de los principales bloques opositores. La prioridad en su agenda son Adolfo Rodríguez Saá (Frente Justicialista-San Luis), Rubén Giustiniani (Partido Socialista-Santa Fe), Luis Juez (Frente Cívico-Córdoba), María Eugenia Estenssoro (Coalición Cívica-Capital) y Samuel Cabanchik (Buenos Aires Federal-Capital).
En principio, aceptarían que el Gobierno se quedara con las comisiones de gestión siempre y cuando las de control quedaran para la oposición.
Por esa vía todavía es posible un acuerdo salomónico en las próximas dos semanas. Pero hay grandes dudas de que la Casa Rosada autorice una negociación que los aleje tanto de la hegemonía que mantenían hasta ahora y que incluía mayoría en las 25 comisiones y la presidencia en 20.
"El número fatídico del desempate no va a ser ni de los oficialistas ni de los opositores duros, sino de los senadores más ambiguos", dijo a LA NACION un avezado opositor.
Ese desempate cantado, que ya se intuye que en el recinto quedará en manos de los dos senadores del PJ pampeano, se repetirá en las comisiones. "Los pampeanos buscan convertirse en el senador número 15 [el que desempata] en todas las comisiones", confió la fuente.
Para conquistarlos, tanto el kirchnerismo como la oposición buscarán reunirse con el cotizado Verna esta semana y sumarlo a su causa. Para lograrlo ya tienen preparado un puñado de promesas y lugares clave en las comisiones que pida.