La protesta piquetera: repercusión del oficialismo. Con cautela, en la Casa Rosada compartieron el fallo judicial
Cerca de Kirchner dijeron que justifica las políticas del Gobierno en la materia
Aunque cauto y a la expectativa de las derivaciones políticas de la resolución, el Gobierno dio una interpretación positiva al fallo del Tribunal Oral Número 7 de Lomas de Zamora que condenó anoche a prisión perpetua al ex comisario Alfredo Fanchiotti y al ex cabo Alejandro Acosta por el asesinato de los dirigentes piqueteros Maximiliano Kosteki y Darío Santillán.
Puertas adentro de la Casa Rosada se interpretó que la decisión judicial puede resultar beneficiosa para las relaciones entre el oficialismo y los grupos que protagonizan la protesta social.
"El fallo es positivo, porque en parte es una reivindicación de las políticas del Gobierno en materia de derechos humanos: lo que se buscó es lo mismo que lo que se buscó con los militares, llegar a la verdad y la justicia. Esa fue nuestra voluntad, aunque en el camino haya habido algunos cortocircuitos con los familiares", dijo a LA NACION uno de los funcionarios de Néstor Kirchner que conduce la relación con los piqueteros.
"De algún modo, el fallo puede ablandar la relación del Gobierno con ellos (los piqueteros) y la relación de ellos con la sociedad, porque les da la razón en sus reclamos de justicia, y los reivindica como víctimas de un abuso, el policial, en un momento en que los piqueteros fueron muy cuestionados y en que las políticas del Gobierno fueron muy cuestionadas", agregó la fuente.
De todos modos, el funcionario fue cauto con la reacción que podría desembocar la medida judicial entre las agrupaciones en las que están enrolados los familiares de las víctimas. Sus integrantes están descontentos con el desempeño del Gobierno en la causa y con la falta de responsables políticos en la causa.
"Buscaremos el diálogo, pero hay que ver si ellos quieren profundizar las diferencias con el Gobierno", analizó.
Los desencuentros de la Casa Rosada con los familiares de los dirigentes fallecidos en el puente Pueyrredón signaron el proceso judicial. El presidente Kirchner había recibido a todos los dirigentes al cumplirse un año de los episodios en la Casa Rosada y les prometió en aquel entonces colaboración plena para esclarecer lo sucedido.
Primero, les dijo que se constituiría una comisión investigadora que aportaría pruebas, algo que nunca sucedió, y luego que se abrirían los archivos de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) para aportar datos a la causa.
Esto último sí ocurrió, mediante el decreto 538/05, aunque luego de insistentes reclamos públicos de los familiares de los piqueteros muertos. Además, Kirchner nunca se presentó a declarar en persona ante la Justicia: sólo envío un texto, lo que cayó muy mal entre los familiares.
Desde la Casa Rosada justifican estos episodios con el argumento de que los intentos de acercamiento con estas agrupaciones no fueron correspondidos por parte de los piqueteros.
"Principalmente no tuvimos respuestas del MTD Aníbal Verón que conduce Juan Cruz Dafunchio, del MTD Trabajo y Dignidad (al que pertenecía Maximiliano Kosteki) y del MTD Frente Darío Santillán (que conduce Alberto Santillán, el padre del dirigente)", dijo la fuente. "Buscamos mucho una relación, pero ellos jugaron una carta política", procuró justificar.
El funcionario defendió lo actuado por el Gobierno, pese a los reclamos de promesas incumplidas. "Aníbal Fernández tenía órdenes del Gobierno de darles colaboración. No lo aprovecharon. Que un ministro vaya a declarar significa que está la decisión del Presidente. El Gobierno tenía predisposición a colaborar", dijo.
¿Cómo cambia la estrategia del Gobierno con estos grupos a partir del fallo?, preguntó LA NACION.
"Nosotros volveremos a intentar establecer relaciones con todos. El fallo es un avance. La responsabilidad política tiene que estar, pero puede ser un proceso más grande, y en ese proceso hay que buscar restablecer lazos", dijo la fuente.