Mauricio Macri viaja a Nueva York a la asamblea de la ONU: los contrastes con la visita de 2018

NUEVA YORK.– Un año atrás, Mauricio Macri fue galardonado en Nueva York por su liderazgo en una cena de gala en la que compartió mesa con Christine Lagarde. Se reunió con inversores, vio a Donald Trump, capeó la salida de Luis Caputo del Banco Central y se llevó de regreso a Buenos Aires lo que buscaba: más dinero del Fondo Monetario Internacional ( FMI ), del que además podría disponer casi en su totalidad antes del fin de su mandato. En la cena, Macri dijo que esperaba que los argentinos "se enamoren" de Lagarde.

Este año, en plena campaña presidencial y tras la derrota en las primarias, el viaje de Macri a Nueva York para el encuentro anual de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ofrecerá un fuerte contraste.

Macri estará apenas poco más de 12 horas en Manhattan. Su agenda no tiene, por ahora, reuniones bilaterales o encuentros con inversores, decepcionados con su gobierno, y, por estos días, más preocupados por conocer los planes de su principal rival, Alberto Fernández. Lagarde ya no está, y el Fondo dejó al programa argentino en el limbo, al postergar sin fecha el envío del último giro pendiente por 5400 millones de dólares del histórico préstamo por unos US$ 57.000 millones.

Macri aterrizará mañana, a las 7.30 en el aeropuerto Teterboro, de Nueva Jersey. Irá al hotel The Langham, en la 5ª Avenida, y un rato antes del mediodía partirá a la sede de las Naciones Unidas, donde hablará ante la 74º sesión de la Asamblea General, en el que podría ser su último discurso como presidente de la Argentina. Será su principal actividad en Nueva York. Su mensaje está previsto para alrededor de las 18 horas de la Argentina. Macri será el séptimo mandatario en hablar por la tarde.

Los ejes del mensaje presidencial serán la defensa del multilateralismo y la lucha contra el cambio climático, el combate al narcotráfico y al terrorismo, y el reclamo por la soberanía argentina de las Islas Malvinas, según pudo saber LA NACION. Habrá menciones especiales para dos países: Irán, por su rol en el atentado a la AMIA, y Venezuela, donde Estados Unidos, la Argentina y el resto de los países del Grupo de Lima intentan mantener la presión para forzar la salida del régimen de Nicolás Maduro, que este año decidió faltar a la cita en Naciones Unidas.

Macri delegará en el equipo económico los contactos con Wall Street y el Fondo. El secretario de Hacienda, Hernán Lacunza, y el presidente del Banco Central, Guido Sandleris, adelantaron su viaje para ver inversores y preparar la cumbre, mañana, con el director Gerente Interino del FMI, David Lipton, y el director del Departamento del Hemisferio Occidental, Alejandro Werner, los dos máximos funcionarios del Fondo para la Argentina.

La delegación presidencial la completan el canciller, Jorge Faurie, y el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, quienes llegaron el fin de semana a Nueva York, y el vocero presidencial, Iván Pavlovsky, que viajará con Macri.

Por ahora, Macri dejó fuera de su agenda la reunión con Lipton y Werner, que tendrá un tinte netamente político, pero podría llegar a sumarse. Lipton quedó a cargo de la conducción del organismo hasta tanto el board confirme el nombramiento de la búlgara Kristalina Georgieva. El Gobierno, que busca destrabar el giro del Fondo para llegar con un poco más oxígeno a fin de año, tendrá en Nueva York la oportunidad para discutir ese tema cara a cara con Lipton.

Las negociaciones con el Fondo continuarán en Washington, pero ya con un carácter técnico. Lacunza verá otra vez a Werner y al jefe de misión para la Argentina, Roberto Cardarelli. Sandleris no tiene previsto por el momento viajar a la capital norteamericana.

Antes del discurso ante la Asamblea General, el Presidente participará también del almuerzo que ofrece el secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, a los mandatarios. Luego, verá a Michelle Bachelet, alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, con quien seguramente hablará sobre la crisis en Venezuela. En el Gobierno plantearon ese encuentro como un "gesto" por el trabajo que hizo Bachelet para exponer las violaciones de derechos humanos en Venezuela a través de su informe.

Luego de su mensaje en las Naciones Unidas, y antes de regresar a Buenos Aires, Macri pasará por el cóctel de bienvenida en el hotel Lotte que ofrece el presidente de Estados Unidos, Donald Trump , para los líderes globales. Será su última actividad en la ciudad. Por la noche, emprenderá su regreso a Buenos Aires, ya con la mente puesta otra vez de lleno en la campaña.