Con un nuevo paro, los bancarios redoblan la presión por Ganancias
Hoy y mañana no atenderán al público entre las 14 y las 15; la huelga se podría repetir la semana próxima
Los trabajadores bancarios volverán a parar hoy y mañana durante una hora para reclamar por 36 despidos en la Caja Popular de Ahorros de Tucumán, en repudio de la represión policial de una marcha posterior en esa provincia y por la falta de actualización del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, demora que genera particular malestar por su impacto directo en los salarios del sector.
Los afiliados de La Bancaria dejarán de trabajar hoy y mañana durante la última hora de atención al público, entre las 14 y las 15.
"Vamos a insistir hasta que los 36 despedidos sean reincorporados y para repudiar el accionar de la policía", dijo a LA NACION el secretario general de La Bancaria, Sergio Palazzo, sobre la movilización del 13 de mayo pasado en Tucumán, que terminó con 22 trabajadores heridos de bala.
Hasta último momento, el Gobierno hizo gestiones para desactivar la medida de fuerza. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, se reunió anteayer con Palazzo. Ayer lo recibió el ministro de Trabajo, Carlos Tomada. Ambos comprometieron sus gestiones para reubicar a los despedidos en bancos de Tucumán, en línea con lo que pretende el gremio.
También se debatió el tema Ganancias, pero no hubo definiciones. Capitanich y Tomada dijeron que "se está trabajando" en la suba del piso del impuesto, pero esquivaron cualquier precisión sobre cuándo podrían llegar los anuncios. El manejo de esos tiempos depende exclusivamente de Cristina Kirchner, a quien diputados de la oposición intimaron ayer para que no demore más los cambios.
"La falta de actualización [del mínimo no imponible] nos provoca extorsiones enormes. Necesitamos una definición de manera urgente", advirtió Palazzo.
Los números echan luz sobre la preocupación gremial. A mediados de mayo, los bancarios sellaron su paritaria con un alza de casi el 30% en el sueldo inicial, si se contemplan las compensaciones extras.
El salario del sector quedó en 11.549 pesos, que, con adicionales por presentismo y bonos, trepa en casi todos los casos a más de 15.000 pesos brutos, el actual piso desde el que corresponde pagar Ganancias. Así, casi todos los trabajadores bancarios, poco más de 100.000 en todo el país, quedan alcanzados por el impuesto.
De hecho, por si en los próximos días no hubiera avances concretos para la reincorporación de los despedidos y, sobre todo, respecto de Ganancias, La Bancaria ya anunció que repetirá el paro el miércoles y el jueves de la semana próxima (antes del feriado del viernes 20), pero con dos horas de huelga por día, entre las 13 y las 15.
La escalada podría culminar en un paro nacional de 24 horas, como el del 29 de mayo pasado. La convocatoria podría salir del congreso nacional del gremio, previsto para fin de mes.
Más allá de la presión de los sindicatos, el Gobierno ya dejó trascender que sólo avanzará con los esperados cambios en Ganancias cuando estén cerradas todas las paritarias. No antes.
Luis Barrionuevo, jefe de la CGT Azul y Blanca y del gremio gastronómico, firmó un primer acuerdo testigo de 35% de aumento con los comedores públicos y privados. Todavía debe negociar con hoteles, bares y restaurantes. Los cuatro gremios ferroviarios, que reclaman una suba de 35%, volverán a reunirse con Florencio Randazzo hoy. También hoy retomará las gestiones Hugo Moyano, que la semana pasada oficializó el pedido de una suba de 40% más un plus de 20% por "profesionalidad" para los choferes.
Como corolario, los sindicatos esperan que el Gobierno convoque el Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil (está hoy en $ 3600) entre fines de julio y principios de agosto.
Caló llegó a un acuerdo con las siderúrgicas
- Tras más de un mes de negociación, con paro y conciliación obligatoria incluidos, se destrabó el conflicto salarial entre la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), que conduce el jefe de la CGT oficialista, Antonio Caló, y las empresas siderúrgicas del Grupo Techint y Arcelor Mittal.
- Las firmas del sector aceptaron todos los reclamos de la UOM: el cumplimiento de la suba de 26,5% acordada en la paritaria en marzo pasado y la negociación, por separado, de un pago extra por producción, presentismo "u otras conquistas internas" del gremio.
- Sin embargo, los metalúrgicos no consiguieron que el pago de esos adicionales se negociara con el sindicato y no por empresa, como pretendía la Cámara del Acero. En este punto, terminó imponiéndose el criterio de las siderúrgicas.