Confirman que el militante de la CTEP fue baleado por la espalda
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La autopsia realizada sobre Rodolfo Orellana, asesinado en la madrugada del jueves durante una toma en Ciudad Evita, La Matanza, confirmó que el militante de la Organización Libres del Pueblo-CTEP, de 36 años, murió a causa de un disparo por la espalda. La Justicia investiga si se trató de un arma de la policía bonaerense o de los grupos que se enfrentaban por los predios cercanos al Puente 12, en la zona conocida como Barrio de los Italianos, cercana al cruce de la autopista Riccheri y el Camino de Cintura.
Aún no se pudo recuperar la bala que podría despejar esa incógnita y que, según la autopsia preliminar, ingresó en el omóplato y salió por la zona facial, a la altura de la nariz. El estudio dio por tierra con los dos partes médicos difundidos ayer, que hablaban de heridas causadas por un elemento punzante.
A través de un comunicado, la CTEP, que lidera Juan Grabois apuntó contra la Policía bonaerense, a partir de datos de testigos. Pero el texto, a diferencia de la conferencia ofrecida horas antes -que acusó de manera tajante a la fuerza provincial-, evitó ser concluyente. LA NACION intentó consultar a Grabois, sin respuesta.
Aunque creen que la bala provino de los grupos enfrentados por la toma, tampoco el procurador general bonaerense, Julio Conte Grand, ni el ministro de Seguridad provincial, Cristian Ritondo, fueron terminantes. El primero señaló que "todas las hipótesis están siendo analizadas" y el segundo prometió sanciones si se determina que quien disparó contra Orellana fue un uniformado.
Si se toman como antecedentes las duras acusaciones cruzadas que se generaron y se mantienen en torno a los casos de Santiago Maldonado y el policía Luis Chocobar (que mató al adolescente Pablo Kukok), la postura de los funcionarios de María Eugenia Vidal y de la organización social no deja de ser llamativa.
"Todavía no podemos afirmar en forma concluyente la mecánica del asesinato del compañero Orellana. Existen versiones cruzadas sobre las causales de la muerte. La policía bonaerense afirma que fue una herida producida en un enfrentamiento. La mayor parte de los testigos afirman que fue la policía. Nosotros les creeremos a los testigos hasta que haya pericias concluyentes", señalaron en la página del Movimiento de Trabajadores Excluidos, que integra la CTEP.
Ayer, desde temprano, Conte Grand señaló que se investigaban todas las hipótesis y que se dio intervención a Asuntos Internos de la Policía bonaerense para que entregue el listado de los efectivos que estaban asignados a custodiar el predio, que no llevaban armas, salvo los policías de las comisarías cercanas que, al iniciarse los incidentes, acudieron al lugar.
"En principio, todos los efectivos que estaban en el lugar para garantizar la seguridad de la toma y posibles refriegas portaban balas de goma, pero cuando se desbordó la situación comenzaron a aparecer refuerzos y tenemos que verificar las armas que ellos portaban", explicó el jefe de los fiscales.
Ritondo mantuvo esa línea. "En las dos hipótesis [enfrentamiento entre bandas o represión policial] vamos a colaborar para que se sepa la verdad, porque es lamentable la muerte de cualquier persona en la provincia", señaló el ministro de Seguridad a la prensa.
Ni el video tomado por los compañeros de Orellana, que muestra la desesperación con la que intentan hacerlo reaccionar, ni el audio de la llamada al 911 parecen suficientes para despejar las dudas.
En el video registrado con un teléfono, los compañeros de Orellana acusan expresamente a la policía (en las imágenes se ven balizas de patrulleros). En el llamado al 911, y con un sonido de fondo que refleja la misma desesperación, una persona afirma que "hay dos personas que están heridas" y habla de "un enfrentamiento".
Aunque evitan señalarlo en público, en La Plata creen que la trayectoria de la bala indica que se trataría de un calibre menor al que utiliza la policía. La investigación, de todos modos, que quedó a cargo del fiscal Jorge Yametti, de la UFI de Homicidios de La Matanza.