Anuncian un fuerte recorte en los gastos de Aerolíneas
Se analiza abandonar rutas internacionales y cambiar las condiciones laborales de pilotos y técnicos
El plan de ajuste en los gastos del Estado que caracteriza el nuevo momento económico del país llegó a un destino impensado hasta hace horas: Aerolíneas Argentinas .
En lo que también supone un desafío a los gremios de la empresa, con los que se viene enfrentando en los últimos días, el Gobierno anunció que analiza dejar de volar a Estados Unidos, Europa y Oceanía, por ser rutas deficitarias; que modificará la interpretación de las normas sobre el descanso y las horas de servicio del personal, y que obligará a los pilotos de los distintos sindicatos a compartir los aviones, algo a lo que se resisten.
La iniciativa fue anunciada en conferencia de prensa por cinco funcionarios: los ministros Julio De Vido (Planificación) y Carlos Tomada (Trabajo); el presidente de la empresa, Mariano Recalde, y los secretarios Enrique Meyer (Turismo) y Juan Pablo Schiavi (Transporte).
Por primera vez, De Vido habló de la compañía en los términos en que lo haría cualquier empresario privado. Dijo que la presidenta Cristina Kirchner había tomado la decisión de "invertir, mejorar y eficientizar esta empresa con muy buenos resultados". Lo acompañaban no sólo sus pares funcionarios, sino una platea que premiaba con aplausos cada determinación, toda una novedad escenográfica que parece haber llegado para quedarse en las ruedas de prensa del Gobierno.
El plan, que el ministro llamó "Segunda etapa de Aerolíneas", apunta a bajar el déficit de la compañía, que podría este año superar los US$ 700 millones. En una industria que ha vuelto a las ganancias en todo el mundo, Aerolíneas da pérdidas en casi todos sus destinos internacionales: más de US$ 33 millones por año en la ruta a Sydney-Auckland; entre 33 y 35 millones entre Madrid, Roma y Barcelona, y más de 100 millones entre Miami, México, Caracas, Bogotá y Lima. No ocurre lo mismo con sus competidoras en trayectos de largo radio. LAN, por caso, está por agregar frecuencias a Miami, y United Airlines, a Nueva York.
De Vido leyó su mensaje, y en su ministerio aclararon después que se trataba de medidas en estudio y de largo plazo, por lo que no corrían riesgo los pasajes de los usuarios. "Vamos a trabajar intensificando los destinos más demandados, como Brasil, Perú, Venezuela, Colombia, y estudiando en profundidad los mercados de las naciones hermanas. Vamos a pensar a la empresa con la lógica de la rentabilidad y la competitividad en los destinos internacionales en los que hay oferta y alternativa en abundancia", dijo el ministro.
"Nuestro objetivo será poner en revisión y análisis toda la oferta internacional de largo alcance: Estados Unidos, Europa y Oceanía, que es el mercado más deficitario de la empresa, explica el 40% de su déficit. Revisar esta situación será un trabajo de gestión muy importante que no se puede hacer en un día, ya que involucra destinos de aeronaves, tripulaciones, bases y sucursales", agregó el ministro.
Si se concreta, la medida será arriesgada, porque apunta a morigerar demandas de gremios que vienen de resistir, con éxito, propuestas de ajuste en 2001, cuando la compañía pertenecía al gobierno español. Aquel recordado "plan director", que nunca se aplicó, era en realidad más drástico porque incluía más de 1300 despidos, pero cancelaba casi las mismas rutas en cuestión y flexibilizaba también condiciones laborales. Unas 12.000 personas le dieron entonces su apoyo en el Luna Park a Ricardo Cirielli, líder de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), bajo el lema "Salvemos a Aerolíneas". Cantaron Teresa Parodi, Víctor Heredia, Antonio Tarragó Ros y Adriana Varela, entre otros.
Los cinco puntos
La nueva apuesta se conoce, además, mientras se mantiene el plan de incorporar tres Airbus 340-300, aviones de largo alcance que reemplazarán a los Jumbo. Según detalló Recalde, el paquete tiene cinco puntos:
- Se analizarán todas las rutas y se les dará prioridad a los destinos regionales y de cabotaje. Para la discusión se convocará a gobernadores, senadores, diputados, embajadores y empresarios de turismo.
- Se acelerará la modernización de la flota: dejarán de operar los Boeing 747-400 o Jumbo (el próximo 1° de febrero), los Boeing 737-500 (1° de abril) y los MD (1° de abril).
- Se creará una unidad de programación de pilotos, tripulantes de cabina, mantenimiento y un plan de vuelos que dependa directamente de la gerencia general [a cargo de Recalde]. Hasta ahora, esa área está a cargo de los pilotos.
- Se utilizará un sistema de "despacho centralizado" para todas las operaciones. Es decir, desde Buenos Aires y por sistema informatizado, no desde cada aeropuerto, con empleados despachantes.
- Se restablecerán los criterios de interpretación de la normativa relativa a las horas de servicio y tiempo de vencimiento del personal de vuelo. La Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) determinará entonces "los tiempos de vuelo y servicio de vuelo a la alternativa, tiempo de traslado, espera en aeropuertos, cantidad de pilotos en vuelos internacionales y cabotaje, dotación, horario nocturno mal calculado". Si se cumple, será irritante para los pilotos: Aerolíneas cruza el océano Atlántico con 4 comandantes, en lugar de los 2 o 3 con que lo hacen las otras empresas.
- Se resolverán puntos de conflicto entre sindicatos. Por ejemplo, los aviones de Austral volarán a los países limítrofes y los pilotos de cualquier gremio podrán viajar como pasajeros en vuelos de Aerolíneas. Desde hace dos años, los comandantes de la Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA) y sus familias van de vacaciones en otras líneas porque están peleados con sus pares de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA). El costo de esos pasajes, todos en clase ejecutiva, corre por cuenta del Estado.