Corach querelló a Cavallo y pide cárcel
Condena: el ministro del Interior solicita tres años de prisión por calumnias; Bagnasco podría interrogar a Kohan y a Menem.
El ministro de Interior, Carlos Corach, querelló a Domingo Cavallo, ex titular del Palacio de Hacienda, y pidió su condena a tres años de prisión por haberlo calumniado cuando, en declaraciones periodísticas, sostuvo que aquél domina la Justicia y que escribió en una servilleta los nombres de los jueces que controla. En tanto, tal como anticipó ayer La Nación, el juez federal Adolfo Bagnasco confirmó que podría interrogar al secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan, y al presidente Carlos Menem. "Toda colaboración es bienvenida", dijo.
En el Gobierno se evalúan distintas estrategias para responder a los embates de Cavallo, pero Menem, en forma categórica, desmintió a Cavallo cuando dijo que no habló con él y Kohan sobre el pago de sobornos en el caso IBM-Nación.
Corach pide tres años de prisión para Cavallo
Querella: el ministro de Interior pidió que se condene al ex titular de Economía por calumniarlo; dijo que se "pasó a la oposición, para usar sus métodos y actuar en forma burda".
El ministro del Interior, Carlos Corach, pidió a la Justicia que condene al ex titular del Palacio de Hacienda Domingo Cavallo a tres años de prisión por haberlo calumniado con sus recientes declaraciones periodísticas.
El extenso escrito, al que tuvo acceso La Nacion, quedó radicado en el juzgado a cargo del doctor Jorge Ballestero y forma parte de la ofensiva total que se decidió desplegar desde el Ministerio del Interior contra el ex funcionario. Si bien técnicamente es habitual que un querellante pida prisión para el imputado, no se puede soslayar una lectura política.
La semana próxima, Ballestero citará a Corach para que ratifique en Tribunales su querella y el ministro, que actúa con patrocinio de Ricardo Klass, abogado del presidente Carlos Menem, deberá concurrir personalmente, salvo que entregue poder a su letrado.
Ofensiva:Cavallo en la oposición
"Es evidente que Cavallo decidió pasar a la oposición, después de ser ministro durante siete años, y copió algunas fórmulas de ciertos pretensos (sic) dirigentes políticos y comunicadores sociales", sostiene, en alusión a la actitud del ex ministro de formular denuncias que involucran a personajes del Gobierno de irregularidades. Corach se queja de cada una de las críticas que formuló Cavallo en el programa Tempranísimo, que conduce Magdalena Ruiz Guiñazú por radio Mitre -cuyo testimonio pidió, al igual que la copia de la entrevista-.
Corach sostiene que los dichos de Cavallo traducen una "actitud ofensiva" y para probar que obró con esa intención, ingeniosamente cita un párrafo de las declaraciones que hizo Cavallo en el programa televisivo Dos para la Noticia, que conduce esa periodista junto con su colega Joaquín Morales Solá: "Le conté anécdotas de mi relación con Corach que lo perjudican porque la gente me cree".
Los agravios
El ministro se siente agraviado por los siguientes dichos de Cavallo:
- Cavallo lo acusó de manipular a la Justicia y de desplegar una estrategia para dañarlo. El querellante sostiene que esa estrategia "sólo está en la imaginación de Cavallo".
- Corach sostiene que Cavallo lo calumnió cuando le imputó que sabe de antemano lo que van a dictaminar los jueces y fiscales."Más allá de que Cavallo no sabe distinguir que un juez decide y un fiscal dictamina, si ellos obrasen sin importar el contenido del expediente, cometerían prevaricato y yo sería su encubridor, lo que no es cierto".
- Además, interpreta que el hecho de que lo acuse de "manejar periodistas es la imputación de un delito, malversar fondos públicos". Finalmente, negó controlar al juez Claudio Bonadío y dijo que es "burdo y falso" que haya escrito en una servilleta los nombres de los jueces supuestamente adictos. "Si hubiera ocurrido algo de todo eso, Cavallo tendría que haberlo denunciado antes", criticó Corach. Adrián Ventura
El Gobierno elabora estrategias
Reuniones: en Balcarce 50 se barajan tres alternativas; quieren "callar" a Cavallo e instalar otros temas; preocupación en el exterior por las eventuales repercusiones económicas.
En la Casa Rosada se sigue pensando cuál será la estrategia que se adoptará en caso de que Domingo Cavallo vuelva a la carga, tras sus últimas imputaciones sobre el escándalo IBM-Banco Nación.
No son pocos los que en Balcarce 50 admiten que el ex jefe del Palacio de Hacienda "ganó la delantera" y que tres serían los cursos de acción por adoptarse para doblegarlo.
"Hay que callar a Cavallo", coincidieron Carlos Menem y su ex jefe de Gabinete (ahora senador) Eduardo Bauzá, en encuentros que mantuvieron en los últimos días.
La primera de las reuniones fue el domingo, a las 20, en la residencia de Olivos. Estuvieron, además, el jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez, y el ministro del Interior, Carlos Corach. Allí se comenzó a replantear la estrategia del Gobierno para frenar la pelea y se consideró, entre otras cosas, la preocupación del ala política del oficialismo por el daño a la imagen del país.
El segundo encuentro entre Menem y Bauzá fue a solas, en la Casa Rosada.
Las estrategias por seguirse pasan por estas alternativas: l Sacar del debate el tema judicial; reinstalar las cuestiones vinculadas con la reforma laboral y hacer hincapié en la reactivación económica.
l Situar a Carlos Menem como el abanderado de la lucha contra la corrupción y no dejar que Cavallo se convierta en el impulsor de esa contienda.
l Convertir al ex ministro en corresponsable de los delitos por los que se inculpa a ex colaboradores de Cavallo, entre otros, Gustavo Parino y Walter de Fortuna (Aduana). "Esta estrategia, sin embargo, es de extrema", advirtieron funcionarios gubernamentales.
En el Gobierno, en tanto, se admitió anoche que hay preocupación por las actitudes futuras de Cavallo. Saben que tiene "timing" para llevarse todo por delante y que eso le gusta. "Se comporta como un elefante en un bazar", graficó un hombre cercano al Presidente.
Ecos en el exterior
Las denuncias de Cavallo han trascendido las fronteras argentinas, y ése es uno de los principales motivos del profundo malestar del Gobierno, "porque ensucia la imagen argentina sin presentar pruebas", repiten en el primer piso de la Casa Rosada.
Y ya desde varios países se instruyó a sus sedes diplomáticas en la Argentina a seguir atentamente las derivaciones judiciales.
La preocupación, comentaron fuentes seguras, "es que el jefe del Estado, en sus viajes por el mundo, ha incentivado a los inversores a establecerse aquí y ahora los potenciales empresarios quieren conocer en detalle las derivaciones políticas y las consecuencias concretas que, sobre la economía, puede tener el enfrentamiento de Cavallo con el Gobierno".
Nadie puede ocultar que Cavallo es una figura muy respetada en círculos decisivos para alentar inversiones. De todos modos, a pocas horas de haber tirado la piedra de la discordia ante el juez Adolfo Bagnasco, el ex ministro viajó a Brasil y llevó confianza a los empresarios de ese país sobre las bondades del mercado argentino.
"Una de las inquietudes de Menem, teniendo en cuenta el prestigio internacional de Cavallo, es bajar el tono de esta disputa y encauzarla en los tribunales, para evitar atemorizar a los potenciales capitales extranjeros", se comentó a La Nacion.
Los dos últimos, Kohan y Hernández
Cuando siente que tambalean los últimos afectos personales que le quedan en el poder, Menem era presionado ayer por líneas diferentes de su Gobierno. Una le proponía perseverar en la confrontación judicial y política con Cavallo, hasta extenuarlo a éste, y la otra le sugería un drástico golpe de timón que sacara el escándalo del primer plano.
Tanto Alberto Kohan, secretario general de la Presidencia, como Ramón Hernández, secretario privado, son los últimos amigos personales que aún conservan cargos importantes cerca del Presidente, luego de que la mayoría de sus íntimos fuera eyectada del Gobierno por procesos judiciales o por necesidades políticas.
Kohan fue abruptamente empujado al centro del escándalo por Cavallo cuando éste le contó al juez Bagnasco que estaba convencido de que el secretario general conocía los detalles de la fraudulenta operación Banco Nación- IBM.
Kohan ha estado al lado de Menem desde los tiempos en que éste era una inexistencia política; era su representante en la Capital cuando aquél estaba en La Rioja, con patillas y discurso nacionalista. Kohan estuvo fuera del Gobierno algunos años, después de que el escándalo del Swiftgate lo obligó al Presidente a requerir varias renuncias, entre ellas la de él como ministro de Acción Social.
* * *
Aún en esos años de eclipse, Kohan siguió frecuentando Olivos. Si bien es un hombre frontal que cosecha pocas simpatías (y a pesar de que su debilidad por las luchas internas provoca a veces el enojo presidencial), se convirtió en el amigo de Menem con quien más tiempo pasa últimamente.
Desde que Menem limpió Olivos de su entorno cuestionado, siempre elige a Kohan como compañero de pesca, golf o tenis. Su influencia política no es decisiva, pero su trato frecuente y afectivo con Menem no es un dato político menor.
Cavallo ha hecho una mención sin pruebas de Kohan, pero encendió un haz de luz sobre él en los tribunales. Menem tomó la decisión de conservarlo en su cargo, pero esa línea puede variar si Kohan se transforma en un personaje importante en la historia de coimas que reconstruye Bagnasco.
Odiado por Bauzá, por Duhalde y por Ruckauf (y desde hace tiempo por el propio Cavallo), Kohan no podía ser despedido al día siguiente de la denuncia del ex ministro, como consignaron las versiones del martes afiebrado. "Si Menem echara a un funcionario de ese nivel porque Cavallo lo acusa, entonces Cavallo manejaría el Gobierno desde su casa", desliza el menemismo.
Cavallo no maneja el Gobierno, pero ante Bagnasco disparó por primera vez sobre Menem de dos maneras diferentes:
- Colocó personalmente al Presidente en un expediente judicial por supuestos hechos de corrupción; relató una reunión entre Menem, Kohan y él en la que supuestamente se trató el caso de las coimas en el Banco Nación.
- Cavallo no puede desconocer la relación personal entre Menem y Kohan y, sin embargo, disparó sobre el corazón presidencial cuando mandó al secretario general al centro del escandaloso escenario.
Un sector del Gobierno, liderado por Bauzá (otro amigo presidencial que se fue del entorno, aunque empujado por la necesidad de curar una enfermedad), suplicaba por una política que apartara a la administración del teatro de las acusaciones. "Es el lugar que le conviene a Cavallo; hay que salir de esta encerrona", pregonaba.
Otro sector (integrado sobre todo por Corach y por Kohan, blancos de las últimas acusaciones de Cavallo) proponía no cejar en la ofensiva con el ex ministro, convencido de que éste se sentirá acorralado y cansado tarde o temprano.
* * *
Hernández pertenece a otra historia. Aunque su nombre no está registrado en las cintas con las grabaciones de las conversaciones telefónicas de Cóppola, su íntima y vieja relación con el empresario procesado por delitos muy graves ha hecho que su vida política penda de un hilo cada vez más delgado.
El único punto de contacto con el caso de Kohan es que confirma la constatación de que el poder fue para Menem tan generoso como implacable a la hora de liquidarle, uno a uno, todos sus afectos.
El Gobierno elabora estrategias
Reuniones: en Balcarce 50 se barajan tres alternativas; quieren "callar" a Cavallo e instalar otros temas; preocupación en el exterior por las eventuales repercusiones económicas.
En la Casa Rosada se sigue pensando cuál será la estrategia que se adoptará en caso de que Domingo Cavallo vuelva a la carga, tras sus últimas imputaciones sobre el escándalo IBM-Banco Nación.
No son pocos los que en Balcarce 50 admiten que el ex jefe del Palacio de Hacienda "ganó la delantera" y que tres serían los cursos de acción por adoptarse para doblegarlo.
"Hay que callar a Cavallo", coincidieron Carlos Menem y su ex jefe de Gabinete (ahora senador) Eduardo Bauzá, en encuentros que mantuvieron en los últimos días.
La primera de las reuniones fue el domingo, a las 20, en la residencia de Olivos. Estuvieron, además, el jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez, y el ministro del Interior, Carlos Corach. Allí se comenzó a replantear la estrategia del Gobierno para frenar la pelea y se consideró, entre otras cosas, la preocupación del ala política del oficialismo por el daño a la imagen del país.
El segundo encuentro entre Menem y Bauzá fue a solas, en la Casa Rosada.
Las estrategias por seguirse pasan por estas alternativas:
- Sacar del debate el tema judicial; reinstalar las cuestiones vinculadas con la reforma laboral y hacer hincapié en la reactivación económica.
- Situar a Carlos Menem como el abanderado de la lucha contra la corrupción y no dejar que Cavallo se convierta en el impulsor de esa contienda.
- Convertir al ex ministro en corresponsable de los delitos por los que se inculpa a ex colaboradores de Cavallo, entre otros, Gustavo Parino y Walter de Fortuna (Aduana). "Esta estrategia, sin embargo, es de extrema", advirtieron funcionarios gubernamentales.
En el Gobierno, en tanto, se admitió anoche que hay preocupación por las actitudes futuras de Cavallo. Saben que tiene "timing" para llevarse todo por delante y que eso le gusta. "Se comporta como un elefante en un bazar", graficó un hombre cercano al Presidente.
Ecos en el exterior
Las denuncias de Cavallo han trascendido las fronteras argentinas, y ése es uno de los principales motivos del profundo malestar del Gobierno, "porque ensucia la imagen argentina sin presentar pruebas", repiten en el primer piso de la Casa Rosada. Y ya desde varios países se instruyó a sus sedes diplomáticas en la Argentina a seguir atentamente las derivaciones judiciales.
La preocupación, comentaron fuentes seguras, "es que el jefe del Estado, en sus viajes por el mundo, ha incentivado a los inversores a establecerse aquí y ahora los potenciales empresarios quieren conocer en detalle las derivaciones políticas y las consecuencias concretas que, sobre la economía, puede tener el enfrentamiento de Cavallo con el Gobierno".
Nadie puede ocultar que Cavallo es una figura muy respetada en círculos decisivos para alentar inversiones. De todos modos, a pocas horas de haber tirado la piedra de la discordia ante el juez Adolfo Bagnasco, el ex ministro viajó a Brasil y llevó confianza a los empresarios de ese país sobre las bondades del mercado argentino.
"Una de las inquietudes de Menem, teniendo en cuenta el prestigio internacional de Cavallo, es bajar el tono de esta disputa y encauzarla en los tribunales, para evitar atemorizar a los potenciales capitales extranjeros", se comentó a La Nacion.
Diputados: el PJ impidió que se lo cite a Cavallo
Cuarto intermedio: tras un duro debate, la sesión se suspendió para hoy a las 10; el oficialismo no quiere que el ex ministro comparezca; opiniones divididas.
El PJ impidió en la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados que ayer se aprobara una citación a Domingo Cavallo para que ante ese cuerpo legislativo ratifique y amplíe sus denuncias contra funcionarios del Gobierno. La reunión, tras varios escarceos entre justicialistas y opositores, pasó a un cuarto intermedio hasta hoy, a las 10.
Aunque el PJ adelantó que rechazará el pedido de convocar a Cavallo, la UCR, en boca de Federico Storani, Mario Negri y Melchor Cruchaga, anticipó que quedará ingresado en la comisión el pedido de juicio político a los ministros Carlos Corach (Interior), Elías Jassan (Justicia) y a varios jueces, todos funcionarios a los que Cavallo involucró en sus denuncias.
Elisa Carrió (UCR-Chaco) aseguró que, aunque la comisión no cite orgánicamente al ex ministro de Economía, ella y un grupo de legisladores opositores convocarán a Cavallo al Salón de los Pasos Perdidos, en Diputados, para que aporte datos para la investigación.
El vicepresidente del cuerpo, Gastón Mercado Luna (UCR), dijo al terminar la reunión que "a medida que el oficialismo avance en su decisión de evitar la presencia de Cavallo, el Gobierno deja la clara sensación de que sus miembros son rehenes del silencio del ex ministro".
En el transcurso de la sesión hubo un debate duro. El jefe del bloque del Frepaso, Chacho Alvarez, señaló "que el Congreso se convierta en la única vía válida para afrontar esta situación de gravedad institucional".
Storani, en tanto, calificó las denuncias de Cavallo de "gravísimas" y dijo que lo que "no se puede hacer es hacer como si no existiera".
No es grave
Miguel Angel Pichetto (PJ-Río Negro) expuso la postura del oficialismo. "No hay tal gravedad institucional y el pedido de la oposición no está contemplado en el reglamento", sostuvo. El argumento fue rebatido por sus adversarios.
Sostuvo también que las denuncias de Cavallo "se inscriben en la dinámica de la oposición, y desde ese lugar Cavallo no informó nada novedoso a lo que siempre sostuvo el Frepaso y la UCR".
Dura réplica del PJ a Terragno
Irreales: para el PJ, los dichos del jefe radical sobre una emergencia institucional son "fantasiosos"; la UCR insiste en que el Gobierno vive una "situación complicada".
En una dura réplica al titular de la Unión Cívica Radical, Rodolfo Terragno, el Consejo Nacional Justicialista acusó al jefe radical de "agitar fantasmas del pasado" cuando hace unos días especuló con una "crisis institucional" en el país debido las denuncias de Domingo Cavallo.
"Las declaraciones de Terragno responden a un pensamiento fantasioso, notoriamente irreal", sostiene el principal órgano del PJ en un comunicado, firmado por sus principales dirigentes: Eduardo Duhalde, Rubén Marín, Carlos Reutemann, Adolfo Rodríguez Sáa, Eduardo Bauzá y César Arias.
De esta manera, el PJ salió así al cruce de las recientes declaraciones de Terragno, quien opinó que el presidente Menem "debería dar un paso al costado" y que no integraría un gobierno de coalición en caso de una crisis institucional.
Para el PJ, los dichos de Cavallo "incurren en una falacia: pretender que el Presidente, un hombre del justicialismo, resignaría las responsabilidades que el pueblo le confió".
"La declaración del jefe del radicalismo pretende evocar fantasmas del pasado, cuando se alegaban crisis institucionales para abrir camino a procesos de desestabilización que culminaban en golpes de Estado".
Tras manifestar que los tres poderes del Estado funcionan normalmente, como las gobernaciones provinciales, en su comunicado el PJ remató: "La crisis institucional sólo existe en la cabeza de Terragno".
Sumándose al comunicado de repudio a las declaraciones del jefe del radicalismo, los senadores justicialistas presentaron un proyecto de resolución por el cual solicitan al fiscal de turno que investigue "el posible encuadramiento" de la conducta de Terragno dentro del Código Penal.
Terragno responde
Enterado de la actitud de los senadores justicialistas, el jefe del la UCR advirtió: "No nos verán revolcados en el mismo lodo".
Terragno sostuvo que "el país asiste perplejo y expectante a una crisis interna que pone de manifiesto graves irregularidades en el seno del poder", pero aclaró: "La UCR, bajo mi conducción, aspira a ser parte de la solución, no del problema".
Asimismo, Terragno recordó que fueron dos ex ministros de este Gobierno (refiriéndose a Gustavo Beliz y a Domingo Cavallo) quienes pusieron en "situación comprometida al presidente de la Nación" y aclaró que la UCR "va a actuar con responsabilidad y prudencia".
Por otra parte, aclaró que "la versión sobre medidas extraordinarias "para salvar las instituciones`, incluido el "gobierno de coalición`, no salió de la UCR sino de sectores del Gobierno, y fue reproducida en diversos medios de comunicación".
De todas maneras, Terragno no quiso dejar dudas: "No hay absolutamente ninguna posibilidad de gobierno compartido".
A la hora de especular sobre los motivos que llevaron al oficialismo a reaccionar de esta forma, opinó que el Gobierno atraviesa una situación complicada, y por tal motivo, "querría tener un radicalismo con el cual poder llegar a acuerdos entre cuatro paredes, pero se encuentra con un partido en oposición frontal".
Y añadió: "No vamos a organizar asaltos a supermercados, no vamos a ir a los Estados Unidos a pedir que se ahogue financieramente a la Argentina. La UCR no se comportará como lo hicieron Menem y Cavallo en 1989".
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