Costo de vida, droga e inseguridad, los planteos sindicales
Las centrales oficialistas están expectantes y perciben que comenzó una nueva etapa
Tal vez si en el sillón central hubiera estado Cristina Kirchner, muchos de quienes tomaron ayer la palabra habrían callado. Pero estaba Jorge Capitanich, el flamante jefe de Gabinete. Y eso facilitó que el grifo retórico se abriera y que los planteos sindicales se expandieran desde la inflación y el trabajo en negro, hasta la droga y la inseguridad.
El sindicalismo oficialista asistió en tropa a la audiencia con el nuevo hombre fuerte del Gobierno. Hubo más de 20 oradores y expusieron sus inquietudes más urgentes.
La CGT que encabeza Antonio Caló insistió en el mismo rosario de preocupaciones que le había presentado a Guillermo Moreno hace un par de semanas: una inflación que "como mínimo es del 25%"; la parálisis en la creación de puestos de trabajo y la pérdida de la competitividad en algunos sectores. Lo novedoso fue que exigió respuestas oficiales ante el avance de la droga en el ámbito laboral y una reacción ante los hechos de inseguridad. Y hasta un dirigente se animó a cuestionar si la asignación universal por hijo alcanza como única medida para disminuir la pobreza y la marginalidad.
Por su parte, la CTA que encabeza Hugo Yasky pidió concretar con hechos los avances que se habían logrado en lo relativo al trabajo en negro, que alcanza al 34,5% de los asalariados, según el Indec. Es decir, exigió activar lo acordado con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada: reforzar la fiscalización en las provincias; crear una suerte de veraz con los empleadores que tengan personal en condiciones informales y aplicar incentivos fiscales para las microempresas.
"Hay que avanzar con temas clave como la integración productiva, reglamentar la ley de producción de medicamentos para evitar la monopolización que existe hoy en el sector y, fundamentalmente, proteger el salario y mejorar las condiciones de la calidad del trabajo, eliminando toda forma de trabajo no registrado", dijo Yasky, que estuvo escoltado por su número dos, Pedro Wasiejko, y Stella Maldonado. La líder de la Ctera pidió adelantar la paritaria nacional docente como medida antiinflacionaria.
Durante las dos horas y media del encuentro, los sindicalistas escucharon de boca de Capitanich y del ministro de Economía, Axel Kicillof, que las negociaciones salariales del año próximo "serán libres, pero con responsabilidad". Lo tomaron como un pedido de mesura. "Siempre fuimos responsables, nunca pedimos locuras en época de paritarias", dijo Caló a LA NACION.
Pero hubo otras reacciones. El ferroviario Omar Maturano, que no estuvo ayer en la Casa Rosada, señaló: "Vamos a pedir lo que sea la inflación en ese momento. Este año perdimos cuatro puntos: cerramos en 24 y la inflación es del 28%".
Excluido de la reunión, Hugo Moyano alertó sobre el control del Gobierno en la suba de salarios. "Que den el aumento por decreto y no hacemos el circo de la paritaria", planteó el jefe de la CGT opositora.
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