Coronavirus en la Argentina: crece la tensión entre Axel Kicillof y los intendentes por el reparto de un fondo para pagar sueldos
La relación entre Axel Kicillof y los intendentes de la provincia de Buenos Aires, ríspida desde el inicio de la gestión, tendrá una prueba de fuego en las próximas horas: en un clima de tensión creciente, el gobernador debe definir cómo distribuye un fondo creado con recursos girados por el Estado nacional, con el objetivo de que los 135 municipios puedan pagar los sueldos de abril, ante el avance de la crisis por el coronavirus.
Kicillof se comprometió el miércoles pasado, en una reunión con jefes comunales del oficialismo y de la oposición, a asistir a todos los que lo necesiten. Creó para eso el Fondo Especial de Emergencia Sanitaria para la Contención Fiscal Municipal, que proyecta tener entre $8000 millones y $12.000 millones. Pero no evitó una fuerte pulseada política, signada por las urgencias financieras: por efecto de la cuarentena, la provincia sufrió una caída de la recaudación del 40 por ciento y los municipios, del 50 por ciento en promedio.
El cuadro se vuelve todavía más complejo por la decisión de mantener el aislamiento estricto en los partidos del Gran Buenos Aires, para evitar la propagación del coronavirus, y del filtro exigente que puso el gobierno provincial a los pedidos para habilitar en territorio bonaerense las actividades ya exceptuadas por la Nación. Eso torna más lejana la aspiración de una reactivación económica que permita achatar la curva de la caída de los ingresos municipales.
Mañana la mayoría de los municipios liquidan los sueldos. Necesitan que en las próximas horas la provincia les deposite los fondos de salvataje para que no haya demoras en los pagos.
La tensión radica en que, ante la llegada de un primer envío de $4000 millones de Aportes del Tesoro Nacional (ATN), la provincia repartió $1000 millones según el Coeficiente Único de Distribución (CUD, el índice de coparticipación municipal) y decidió asignar los otros $3000 millones en formato de préstamo a tasa cero, de acuerdo con las urgencias financieras de cada municipio.
Esta mañana, la ministra de Gobierno de la provincia, Teresa García, confirmó a El Destape Radio que "se transferirán fondos a los municipios, con la prioridad para el pago de los salarios de los trabajadores".
Malestar de los intendentes opositores
"Discrecionalidad objetiva" es el término con el que bautizaron el método en los grupos de WhatsApp de los intendentes bonaerenses, inquietos ante la cifra que podría tocarles. La mayoría espera una respuesta. Los intendentes del oficialismo se muestran, en general, más confiados en que la ayuda va a llegar a tiempo. "Todos los municipios van a estar asistidos", dijo a LA NACION Juan Zabaleta, intendente de Hurlingham, muy cercano a Alberto Fernández. "Descuento que hay muy buena voluntad de la Nación y de la provincia", refrendó Lucas Ghi, de Morón.
Los opositores dejan trascender su malestar, cada vez de manera más abierta. "No hay acuerdo. A 24 intendentes del interior y a cuatro del conurbano nos dieron cero", se quejaron el viernes en el chat de jefes comunales de Juntos por el Cambio. "Convirtieron un ATN en un crédito discrecional", agregaron, según detalló uno de ellos a LA NACION.
Un intendente de la primera sección advierte que hasta ahora solo recibió la porción correspondiente a los primeros $1000 millones y que, paradójicamente, la situación se complicó cuando la provincia anunció la creación de un fondo de salvataje de $8000 millones: "Los acuerdos que habíamos alcanzado con los sindicatos para reducir o diferir pagos se nos volvieron para atrás. Ahora nos dicen que esperan cobrar como siempre porque la provincia ya puso la plata que faltaba. Se comunicó muy mal". Y se preguntó: "¿Les van a dar más a los que administraron peor?".
En el gobierno de Kicillof aseguran que se privilegiará a los municipios más necesitados y explican que los préstamos cuentan con tres meses de gracia y que se pagarán en 18 cuotas sin interés. Destacan además que la distribución por CUD podría haber generado situaciones de inequidad, dado que hay municipios que tienen ahorros en plazo fijo y que no necesitan de tanta asistencia para pagar los sueldos. Son unos 25 municipios. Los ejemplos clásicos son La Matanza y Vicente López, con tres o más nominas salariales reservadas en el Banco Provincia.
Las aguas pueden agitarse o calmarse en las próximas horas, de acuerdo a cómo sea la distribución de fondos. Se calcula que unos 40 municipios necesitarán asistencia para pagar los salarios. El mes que viene serían 110 los municipios urgidos, más del 80 por ciento. Si se confirma esa proyección, la provincia necesitará más recursos de Nación, que, a su vez, sufre una caída de la recaudación de alrededor del 30 por ciento.
La demora en los pagos de los sueldos municipales podría dar lugar a situaciones muy complejas. En buena parte de los partidos bonaerenses, los hospitales dependen de las intendencias. "No podemos permitir un conflicto con médicos y enfermeros", advirtió un ministro bonaerense.
A eso hay que agregar los fondos necesarios para el servicio de recolección de residuos, una relación que pone a los intendentes cara a cara con el sindicato de camioneros. Entre sueldos municipales e higiene urbana, los municipios gastan más del 65 por ciento de su presupuesto.
Aunque los fondos llegan a tiempo y los sueldos puedan pagarse, no alcanzan ni por asomo a cubrir la caída de recaudación municipal. Un ejemplo: Tigre tiene un presupuesto mensual de unos $1000 millones y en abril apenas llegará a redondear $500 millones. De la primera distribución que hizo la provincia por CUD apenas recibió $15 millones.
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