Crece el debate por la coparticipación
Los gobernadores de la Alianza ya no llevan el mote de "oficialistas"; sin embargo, sienten que no hubo cambios sustanciales respecto de los días en los que Fernando de la Rúa era presidente de la Nación: las indefiniciones del gobierno nacional están a la orden del día.
Ayer lamentaron la falta de precisiones de la gestión duhaldista, especialmente a la hora de hablar de la cifra final que tendrá la coparticipación. Esa fue una de las cuestiones centrales que anoche, al cierre de esta edición, transmitían a Eduardo Duhalde en Olivos.
"Estamos muy preocupados porque deberíamos tener alguna orientación mayor de hacia dónde vamos", admitió un gobernador a LA NACION.
"Nos falta información y estamos dispuestos a discutir para lograr llegar a un consenso", expresó Roberto Iglesias, gobernador de Mendoza.
"Queremos más definiciones. Estamos dispuestos a acompañar (al Gobierno). El país necesita unificar criterios para salir adelante, pero no significa que apoyemos todo. La misión del Fondo acaba de llegar, habría sido mejor esperar a que definieran todo con el Gobierno antes de tener nuestra reunión (en relación con el encuentro de anoche con Duhalde)", se lamentó otro mandatario.
El encuentro de gobernadores opositores, autoridades de bloque de Diputados y Senadores, algunos legisladores y la mesa chica del comité nacional comenzó al mediodía, en la sede del Consejo Federal de Inversiones (CFI), y se prolongó durante casi cinco horas. Allí se decidió pedir una audiencia con el Presidente.
Tras la llamada telefónica al edecán presidencial, llegó la respuesta. Duhalde aceptó el pedido y ofreció dos horarios: anoche, a las 22.30, la opción que finalmente aceptaron, u hoy, a las 13.30. Pero la solicitud de audiencia incluyó un pedido extra: la presencia del ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, y del secretario de Hacienda, Oscar Lamberto. "No queremos repetir la historia. De la Rúa nos decía a todo que sí y después Cavallo tiraba todo abajo", recordó un mandatario.
Al convite opositor de ayer al mediodía sólo falataron Oscar Castillo (Catamarca) y Aníbal Ibarra (Capital). El resto llegó a la sede del CFI.
El encuentro sirvió para acordar posiciones sobre tres temas fundamentales: la coparticipación, el presupuesto y el pedido de juicio político a la Corte Suprema.
La Corte, en el tapete
Raúl Alfonsín fue el más enérgico expositor de la situación judicial. Explicó con vehemencia que el partido no debía apoyar la realización de una sesión extraordinaria, si no habilitar la discusión del tema en la Comisión de Juicio Político.
Tres participantes de la reunión dijeron a LA NACION que el criterio es compartido. "No se puede meter a todos en la misma bolsa. Los jueces de la Corte tuvieron diferentes comportamientos y votos. Además, hay que respetar el derecho a la defensa", dijo un gobernador.
Sobre la coparticipación, las palabras de uno de los participantes del encuentro reflejan a la perfección el ánimo en las filas radicales.
"Será difícil que tengan presupuesto si no atienden las demandas de la provincias. El refinanciamiento de las deudas provinciales es fundamental para todos los distritos -argumentó la fuente-. Para que sea viable, la reprogramación del pago de las deudas debe hacerse con un interés inferior al 4 por ciento y se debe estipular un período de gracia para el capital y los intereses al menos hasta 2003."
Los gobernadores quieren saber además si el Gobierno tiene previsto aumentar el recorte del 13 por ciento en los fondos coparticipables y si existe la posibilidad de transformar en coparticipable el impuesto al cheque.
El jefe del bloque de senadores de la UCR, Carlos Maestro, aseguró que la Alianza tiene "la voluntad política de apoyar el rápido tratamiento del presupuesto" en el Congreso. Destacó que los bloques legislativos "quieren conciliar la mayor cantidad de posiciones para que cuando llegue haya menor grado de conflictividad".
En medio de las cuestiones monetarias, los participantes de la reunión se hicieron un hueco para analizar la realidad política de los políticos.
Alfonsín expresó con amargura que la concertación que tanto promocionó, y que actualmente se lleva adelante en el denominado Diálogo Argentino, no colmaba sus expectativas. En el sentimiento del ex presidente tiene especial peso el documento de los obispos en el que expresan su inquietud por la falta de "gestos de renunciamientos concretos" de los integrantes de la mesa de diálogo.
Alfonsín recordó que no cobra su dieta como senador y que dona la mitad de su retiro como presidente.
"La Iglesia tiene como función ser el ámbito espiritual y neutral en la concertación. No significa que tiene que salir a dar opiniones sobre temas y pedir renunciamientos sin aclarar a qué se refiere. No está cumpliendo el papel que tenía asignado", comentó uno de los hombres de confianza de Alfonsín.