Cristina compartió un acto con los radicales K
Participó de un encuentro con el sector de Moreau; exhortó a "levantar las banderas de Yrigoyen y Perón"
En campaña, y junto a una pequeña porción del radicalismo que la respalda, la presidenta Cristina Kirchner exhortó ayer a "levantar las banderas de Yrigoyen y Perón", y calificó de continuador del neoliberalismo de los 90 al jefe de gobierno porteño y precandidato presidencial de Pro, Mauricio Macri, a quien acusó de querer "un país atendido por sus dueños".
También descalificó, aunque sin nombrarlo, al ex ministro de Economía Domingo Cavallo, a quien calificó como "el hombre circular", que "estatizó la deuda, privatizó todo y luego recogió" las ganancias. Lo que omitió recordar fue que a fines de los 90 ella decía que "Cavallo es el cuadro más lúcido" del peronismo y era su aliado político.
En un acto en Parque Norte, de unas 400 personas convocadas por el dirigente radical aliado al kirchnerismo Leopoldo Moreau, la jefa del Estado, que habló "no como Presidenta, sino como militante nacional y popular", se animó a vaticinar: "Lejos de estar en un fin de ciclo, estamos en el comienzo de un nuevo ciclo político". Un nuevo giro del eslogan de la "reelección del proyecto".
"Durante los 90, tuvimos políticas neoliberales y en el peronismo nos tenemos que hacer cargo", dijo Cristina, ante la ovación de decenas de militantes radicales enfrentados a la conducción de la UCR que preside el senador mendocino Ernesto Sanz.
En rigor, la Presidenta fue invitada al cierre de la convención nacional del Radicalismo Popular que conduce Moreau, quien desde 2004 se distanció del radicalismo y se alineó detrás del kirchnerismo. Conduce el Movimiento Nacional Alfonsinista fundado sobre la base de un desprendimiento del alfonsinismo bonaerense.
En el estrado, junto a Cristina y a Moreau, estaba el diputado Eduardo Santín, que se escindió del bloque parlamentario radical.
Moreau se sumó al kirchnerismo cuando el ex presidente Néstor Kirchner fundó la "transversalidad", junto con gobernadores de la UCR. Moreau había sido candidato presidencial por la UCR en 2003 y obtuvo el 2,3% de los votos.
El acto de ayer se realizó en el salón principal de Parque Norte, al que redujeron con mamparas para que no quedara demasiado grande para la reducida concurrencia. Del kirchnerismo asistieron el ministro del Interior y Transportes, Florencio Randazzo; el secretario general de la Presidencia, Eduardo De Pedro, y el diputado Andrés Larroque, jefe de La Cámpora.
Moreau leyó el documento de la convención de su corriente. Contenía fuertes críticas a la "oligarquía vernácula" que "acecha a los gobiernos populares" y denostaba al "establishment con intereses antinacionales y antipopulares" y a los "conglomerados mediáticos" para lo cual propuso "un gran frente nacional y popular". Fue coronado por un estribillo de sus adeptos: "Alerta que camina el antiimperialismo de la mano de Cristina".
Cuando la Presidenta amagó con hacer una acotación, Moreau la cortó: "Si me vas a contradecir, esperá a que termine de leer". Risas generales.
A su turno, Cristina confesó que desde joven adhería a los conceptos "nacional y popular", pero "no democrático", tal vez, dijo, "producto de la propia historia del peronismo" que había sido destituido en 1955. Y se alegró de haber "incorporado el concepto democrático", pese a su avance sobre otros poderes.
Señaló que "el fin de ciclo fue en la crisis 2001" cuando "reventamos antes que el mundo" y había "comenzado con el golpe militar de 1976". Celebró que "acaba de ser detenido por lavado de dinero el ex director del FMI Rodrigo de Rato" y sin nombrarlo descalificó a Cavallo y señaló a Macri como su continuidad.
Curiosa designación
- El nuevo secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, designó entre los miembros de su equipo de transición al empresario argentino Gustavo Cinosi, de fuertes vínculos con el gobierno de Cristina Kirchner e implicado hace unos años en causas en las que se investigan denuncias por lavado de dinero.
- Dueño del Sheraton Pilar, que fue allanado en la investigación del triple crimen de General Rodríguez, tiene llegada directa al secretario legal y técnico, Carlos Zannini, y al ministro de Planificación, Julio De Vido. Es, además, socio del abogado Jorge Oscar Chueco, uno de los acusados en la causa por lavado de dinero que e implica a Lázaro Báez. Almagro confirmó su designación en su cuenta de Twitter.