Cristina viaja a Rusia a reforzar lazos
Se reunirá con Putin entre el 22 y el 24 de abril para firmar nuevos acuerdos comerciales y de energía nuclear; se prevé la compra a Moscú de equipamiento militar
La Argentina y Rusia buscarán profundizar la "alianza estratégica" que acordaron ambos países el año pasado. El escenario para ratificar este rumbo será cuando la presidenta Cristina Kirchner viaje a Moscú entre el 22 y el 24 de abril, donde prevé mantener una reunión a solas con su par ruso, Vladimir Putin.
Así lo confirmaron a LA NACION fuentes calificadas de las cancillerías de Rusia y de la Argentina, que coincidieron en sostener que la visita de Cristina Kirchner se da en un momento de "fuertes lazos" entre Buenos Aires y Moscú.
Así, el viaje de carácter oficial que encarará la Presidenta contendrá varios mensajes cifrados: por un lado, buscará equilibrar las alianzas que fijó el Gobierno con China y que ahora se dispone a profundizar con Rusia; por otra parte, se busca dar una señal hacia Estados Unidos, que ha perdido terreno en América latina y de la que la Casa Rosada tomó distancia en plena puja con los fondos buitre.
"Hay muchas expectativas por el viaje de Cristina Kirchner porque la visita de la presidenta argentina siempre es bienvenida en Rusia", dijo ayer un destacado funcionario de la cancillería rusa.
En el menú de la agenda bilateral que compartirán Cristina Kirchner y Putin figuran la firma de nuevos acuerdos para la cooperación en energía nuclear con usos pacíficos, el aumento de intercambios comerciales, la intención de unificar las cifras de la balanza comercial entre ambos países y la posible compra de helicópteros de uso militar por parte de la Argentina.
No obstante, el tema central de la visita será el acuerdo nuclear en el que Rusia, por medio de la empresa estatal Rosatom, se dispone a construir una nueva central nuclear con fines pacíficos en la Argentina. Según se pudo saber, el acuerdo entre las partes contempla la puesta en marcha del ciclo de combustible nuclear de centrales y reactores de investigación; la gestión de residuos radioactivos sin su ingreso al territorio de ninguno de los Estados parte; la producción de radioisótopos para la industria, la medicina y la agricultura, y el entrenamiento de expertos en el campo de la física y la energía nuclear, entre otros puntos.
Este acuerdo ambicioso es central para Rusia si se tiene en cuenta que hubo bastante recelo en Moscú hace unos meses cuando Cristina Kirchner viajó a China y allí firmó acuerdos para la construcción de la central nuclear Atucha IV. Según pudo saber LA NACION, esos acuerdos generaron cierta molestia en la administración rusa, que ya tenía acordado desde 2014 la puesta en marcha de nuevos emprendimientos nucleares en la Argentina pero que no llegaban a ratificarse.
A su vez, Putin espera que la Argentina potencie la venta de productos lácteos y de carnes argentinas en momentos en que Rusia tiene graves problemas de abastecimiento, ya que sufre las sanciones que le aplicaron Estados Unidos y la Unión Europea por el conflicto en Ucrania. En el último viaje que hizo el ministro de Agricultura Carlos Casamiquela a Moscú se había comprometido a elevar los niveles de comercio de lácteos y carnes a Rusia. Pero luego esto no se concretó en la práctica.
"Entendemos que es posible que haya problemas de abastecimiento interno en la Argentina que impidan cumplir con lo acordado", especuló ante LA NACION una fuente rusa. El intercambio comercial entre Rusia y la Argentina es de unos 2000 millones de dólares anuales y Moscú quiere elevar esa cifra para satisfacer la demanda interna de alimentos.
Por otra parte, la eventual compra de helicópteros militares a Rusia forma parte de una estrategia de alineamiento geopolítico que encaró la Argentina en los últimos años y que puso en alerta a varios países de la OTAN. "El justificativo del aumento de la capacidad militar que decidió Gran Bretaña en las islas Malvinas no hay que buscarlo en la imposible amenaza de la Argentina a las islas sino en lo que pueda hacer Putin en la región", señaló a LA NACION Emilio Cárdenas, ex embajador argentino ante la ONU.
No está claro aún cuál es el alcance de la compra de equipamiento militar por parte de la Argentina a Rusia. Se sabe que hay tres helicópteros que serían comprados para el uso de las Fuerzas Armadas en la Antártida. Pero no esta firme aún la compra de aviones de combate rusos, como se especuló. En rigor, el ministro Defensa, Agustín Rossi, viene manteniendo con las autoridades rusas diálogos reservados sobre la compra de equipamiento militar, pero se desconocen los detalles de esos acuerdos.
Nueva denuncia contra Londres
- El canciller Héctor Timerman envió ayer sendas notas a organismos internacionales en las que denunció "el aumento desmedido del gasto militar británico en las Malvinas" alegando "una supuesta e inverosímil amenaza' argentina".
- Las notas fueron enviadas al secretario general de Naciones Unidas, al presidente del Comité Especial de Descolonización de dicha organización, y al secretario general de la Organización de los Estados Americanos y al secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). También remitió la carta a los ministros de Relaciones Exteriores de Uruguay, de Ecuador y de Brasil.
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