Cumpleaños y acto de lanzamiento de Ruckauf presidente
LA PLATA.- Carlos Ruckauf, sonriente, rompió el papel del regalo que el intendente de La Plata, Julio Alak, acababa de entregarle. "¡Una batuta!", exclamó el mandatario bonaerense. "Para que dirija la orquesta, compañero gobernador", aclaró el jefe comunal.
Ciento veinte pares de manos -incluidas las de Gustavo Beliz- rompieron en un sonoro aplauso. Fue, si se quiere, el momento culminante de una celebración particular: mitad cumpleaños -el de Ruckauf-, mitad lanzamiento de candidatura con vistas al año 2003; también la de Ruckauf.
Hubo cientos de gestos; subliminales algunos, decididamente abiertos otros. Todos quedaron cobijados bajo la carpa levantada en el parque de la casa del intendente platense, en Gonnet. Allí, anteanoche, una parte del PJ celebró el cumpleaños Nº 56 (la caída, en argot quinielero) del gobernador bonaerense.
Una larga cabecera alojó las esperanzas del sucesor de Eduardo Duhalde, donde se ubicaron Gustavo Beliz y Juan José Alvarez (intendente de Hurlingham); Alak y su señora, Alberto Balestrini (intendente de La Matanza) y un representante por cada sección electoral de la provincia, con la excepción de la cuarta, que brilló por su ausencia.
En las diez mesas restantes se repartieron ministros -no todos-, colaboradores y circunstanciales aliados. No se vio a los representantes del duhaldismo puro sumados al festejo -Manuel Quindimil, Raúl Othacehé, Juan José Mussi u Osvaldo Mércuri-, que, sin embargo, organizaron otra fiesta de cumpleaños, hoy en una parrilla de Lanús.
No estuvieron Eduardo Duhalde -se adujo que realizó un viaje relámpago a Brasil- ni el vicegobernador Felipe Solá, que se encuentra en España.
Anteanoche el perfil fue muy distinto. Beliz, que dijo haber llegado sólo porque es "amigo de Alak", recibió no pocas invitaciones para regresar al redil. Los organizadores se preocuparon por presentar a sus colegas del interior. Algunos, incluso, como "futuros candidatos a gobernador de Ruckauf". Hombres de Tucumán, San Luis, Mendoza, Misiones, Catamarca, Santa Fe y Santiago del Estero estuvieron allí.
Por lo bajo, se leyó un documento suscripto por concejales peronistas del Gran Buenos Aires de apoyo a la candidatura presidencial del gobernador.
"Aún no es el momento de comprometer gobernadores", se escuchó muy cerca de Ruckauf. "Además, para ganar internas se necesitan fiscales, no superestructuras", se especuló en un alto del festejo.
El gobernador buscó, como es lógico, sumar adhesiones, la de Beliz incluida. "Tenemos que hacer un esfuerzo para construir un futuro mejor, sin revanchas ni rencores", dijo.
El gobernador reconoce que "los tres mosqueteros" (Alak, Alvarez y Balestrini) tienen una manera distinta de acumular adhesiones y poder.
Desde los parlantes se escuchó, entonces, la música del grupo La Mosca: "... Y romperé tus fotos y quemaré tus cartas, para no verte más, para nos verte más...", decía la letra del pegadizo ritmo que todos repetían. No hizo falta mucha imaginación para relacionar la letra con el otro Carlos, el de Anillaco. El coro, desparejo, la tarareó hasta el cansancio. Ruckauf no se animó a dirigirlo. Prefirió guardar su batuta para otras ocasiones.
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