De duelo: una pizza tras la muerte de Kirchner

La noche del 27 de octubre de 2010, el día de la muerte de Néstor Kirchner , Centeno y Baratta comieron pizza en el departamento de Belgrano donde residía el exfuncionario. Participaron de la cena Dalina -esposa de Baratta- y Dardo, el padre de ella. No era frecuente que Centeno accediera a estas tertulias familiares.

Kirchner había muerto en Río Gallegos por un paro cardíaco a las 9.15. El censo nacional que se llevó a cabo esa jornada ya había quedado en un segundo plano al instante de que se conoció la noticia. Para Centeno fue un día agitado. Empezó temprano su recorrido en el departamento de Baratta y allí se enteró del fallecimiento. Después pasó por las oficinas del Ministerio de Planificación, buscó a los hijos de Baratta y terminó cenando con la familia de su jefe. Estuvieron despiertos y expectantes hasta muy tarde, a la espera de lo que sería el funeral del expresidente y la llegada de sus restos. Baratta recibió a De Vido en Buenos Aires. Centeno presenció el reencuentro. El cuerpo del expresidente arribó a las 2.30 de la madrugada y al día siguiente fue velado en la Casa Rosada.