De la Rúa asume sin el presupuesto
Otro fracaso en el Congreso, frente al traspaso del poder, adelanta una difícil convivencia con el PJ; juran los ministros
Fernando de la Rúa asumirá hoy la presidencia de la Nación con el principal objetivo de la transición incumplido: la aprobación de las leyes del presupuesto y del paquete impositivo.
Ante la delicada situación económica que recibe, De la Rúa quería asegurarse con la sanción de esas normas un déficit de no más de 4500 millones de pesos para su primer año de gestión.
El fracaso en el Congreso adelanta las dificultades que tendrá en la convivencia política con el justicialismo, que conservará el control del Senado, al menos hasta el 2001, y de 14 provincias, durante todo su mandato, hasta el 2003.
Esa herencia y las perspectivas a futuro nutrirán el discurso de asunción que pronunciará el flamante presidente esta mañana, a las 8.30, en el recinto de la Cámara de Diputados.
En esas palabras trabajaba anoche, al cierre de esta edición, el futuro secretario general de la Presidencia y hermano del mandatario electo, Jorge de la Rúa.
En los últimos días, Fernando de la Rúa resolvió no incluir anuncios concretos en su discurso, como había pensado hasta los primeros días de esta semana. Los anuncios quedarán para los ministros. El se limitará a trazar los lineamientos políticos que tendrá su presidencia.
De la Rúa, quien ayer dejó a cargo del gobierno porteño a Enrique Olivera, comenzará hoy el cuarto período constitucional consecutivo desde la restauración democrática de 1983. Será, luego del mandato del radical Raúl Alfonsín y de los dos consecutivos del justicialista Carlos Menem, el tercer presidente de la democracia.
Con él llegará al poder una inusual alianza de fuerzas políticas, la del radicalismo y el Frepaso, sin experiencia de gobierno conjunto. Será la primera vez que la UCR, que encabezó otras cinco presidencias en este siglo, comparta el poder.
La agenda
Para las 8.30 está prevista la apertura de la Asamblea Legislativa, que encabezarán el todavía presidente del Senado, Carlos Ruckauf; el presidente provisional del Senado,José Genoud, y el titular de la Cámara de Diputados, Rafael Pascual.
De la Rúa y Carlos "Chacho" Alvarez, jefe del Frepaso y desde hoy vicepresidente, llegarán al Congreso poco después de las 9.
Posteriormente, se leerá el acta de resolución que consagrará al presidente y al vicepresidente de la Nación, y De la Rúa pronunciará su discurso, de menos de media hora, según se calculaba anoche en el hotel Panamericano, donde era redactado.
Luego, subirá con su esposa, Inés Pertiné, al tradicional Cadillac negro descapotable de 1955 que los llevará por la Avenida de Mayo, en contramano, hasta la Casa Rosada. Alvarez irá detrás, en un Ford igualmente antiguo, con su mujer, Liliana Chiernajowsky.
La Alianza espera que el trayecto sea animado por los aplausos y gritos de una multitud espontánea. Raúl Alfonsín convocó ayer a "todos los compatriotas" a esperar la llegada de los autos en la Plaza de Mayo para "fundirse en una fiesta de la democracia" y emprender "el nuevo camino junto con Fernando de la Rúa y Carlos Alvarez". La convocatoria es a las 9.30.
"La Argentina justa, libre y solidaria que soñamos empieza a tomar forma en otro emblemático 10 de diciembre", afirmó Alfonsín, flamante presidente del comité nacional de la UCR.
La trayectoria de los autos será registrada por varias cámaras de televisión. Habrá una pendiente sobre la esquina de las avenidas de Mayo y Nueve de Julio.
Alas 11, en el Salón Blanco de la Casa Rosada, Carlos Menem entregará el bastón de mando y colocará la banda presidencial a su sucesor. Será la primera vez que el peronismo entrega el poder a un presidente elegido constitucionalmente.
Una hora y media más tarde, De la Rúa y Alvarez saludarán, con sus esposas, en el Palacio San Martín, a los jefes de Estado que vinieron a Buenos Aires a presenciar la asunción.
Entre los principales visitantes estarán los presidentes de Brasil, Fernando Henrique Cardoso; de Perú, Alberto Fujimori; de Uruguay, Julio María Sanguinetti; de Paraguay, Luis González Macchi;de Bolivia, Hugo Banzer; de Panamá, Mireya Moscoso. También asistirán los príncipesAndrés de Inglaterra, Felipe de Asturias y Moulay Rachid de Marruecos, entre otros.
A las 17.15, otra vez en el Salón Blanco, jurarán el jefe de Gabinete y los diez ministros de De la Rúa. Esto será posible porque la Cámara de Diputados habrá sancionado de urgencia, apenas unas horas antes, la nueva ley de ministerios.
Jurarán:Rodolfo Terragno, jefe de Gabinete;Federico Storani, ministro del Interior;José Luis Machinea, de Economía;Adalberto Rodríguez Giavarini, de Relaciones Exteriores; Ricardo Gil Lavedra, de Justicia;Juan José Llach, de Educación;Ricardo López Murphy, de Defensa;Graciela Fernández Meijide, de Desarrollo Social y Medio Ambiente;Héctor Lombardo, de Salud;Nicolás Gallo, de Infraestructura y Vivienda, yAlberto Flamarique, de Trabajo.
Una hora más tarde, De la Rúa y Alvarez saludarán a las delegaciones extranjeras en la Legislatura porteña.
El día terminará en el Teatro Colón, donde a las 20.30 comenzará la tradicional función de gala.
Las imágenes de la jornada serán enviadas al mundo en una transmisión conjunta de los canales de televisión de aire. Más de 1350 periodistas fueron acreditados para cubrir los diversos actos.
Las celebraciones continuarán mañana, con el saludo de los ministros y funcionarios nacionales a De la Rúa, en la Casa de Gobierno. A las 11, el presidente asistirá al Tedéum en la Catedral Metropolitana.
Despedida sin concesiones especiales
"Carlos Menem quiere seguir siendo presidente de la Nación incluso cuando ya no lo sea", se quejaron algunos organizadores de las ceremonias de traspaso del mando que tendrán lugar hoy, a partir de las 9.30, cuando Fernando de la Rúa jure en el Congreso como nuevo jefe del Estado.
En el momento en que Menem reciba a De la Rúa en la Casa Rosada, poco antes de las 11, ya llevará más de una hora sin ser primer mandatario. Sin embargo, a juzgar por los intentos de sus más estrechos colaboradores, hubiera querido sentirse presidente hasta el momento en que suba al avión que lo llevará a Córdoba, donde participará de la asunción del intendente de esa ciudad, el justicialista Germán Kammerath.
Fuentes seguras de la Casa de Gobierno admitieron a La Nación que hasta hace una semana se había llegado a un acuerdo para respetar algunos de los "caprichos del ciudadano Carlos Menem", pero que finalmente naufragaron por considerarlos fuera de lugar.
Esos colaboradores presidenciales, encargados de organizar la ceremonia de traspaso del mando, deslizaron que se llegó a aceptar que Menem fuera escoltado hasta su domicilio por granaderos a caballo.
Ni escoltas ni saludos
Como no se pudo establecer su nueva dirección en esta ciudad y teniendo en cuenta que partiría directamente rumbo a Córdoba, se había acordado que la escolta militar lo siguiera hasta Retiro.
Pero hubo una "gota inaceptable que rebasó el vaso aliancista", dejaron trascender fuentes confiables: el pedido de no salir solo de la sede del poder, como sucedió el 8 de julio de 1989 con Raúl Alfonsín o el 10 de diciembre de 1983 con el general (R) Reynaldo Benito Bignone.
"Menem mandó pedir a De la Rúa que los jefes de Estado y de gobierno extranjeros formaran un cordón en el Salón de los Bustos para que él pudiera salir estrechándoles las manos, acompañado hasta el automóvil por su flamante sucesor", se agregó.
El fracaso de las negociaciones para "evitar perder protagonismo", como lo sintetizaron funcionarios de Balcarce 50, habría motivado a Menem a ofrecer su primera rueda de prensa como ex mandatario en el aeroparque metropolitano.
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