De los pasillos de la Rosada al subsuelo de Comodoro Py
:quality(80)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/lanacionar/LN24VEUUGNHQ5MZRBAP73GPI54.jpg)
Como podía ocurrir hace algunos años en un pasillo de la Casa Rosada o en algún acto proselitista, Amado Boudou y Julio De Vido se volvieron a cruzar ayer, pero en otro escenario. No llegaron a verse las caras por segundos, pero salieron en forma simultánea de Comodoro Py. Los dos bajaron, uno por ascensor y el otro por escalera, hasta el subsuelo de los tribunales, entre insultos, escoltados por sus abogados.
El ex vicepresidente salía de la primera jornada por el caso Ciccone. El ex ministro de Planificación bajó directo del juzgado de Claudio Bonadio después de presentar un escrito en su indagatoria por la importación de gas licuado.
«Ladrón, devolvé la plata», le gritó una mujer a Boudou, que salió de los tribunales a las 11 y se subió a la camioneta de su abogado. La primera jornada del juicio, en la planta baja de los tribunales, duró menos de lo previsto.
Boudou había llegado puntual, antes de las 9.30. Bajó de la camioneta blanca de su abogado, Enrique Durañona, y caminó sin pausa hasta ingresar al edificio. Apenas ensayó una media sonrisa en su ingreso a Comodoro Py, porque después su gesto fue de concentración total. Su vista permaneció centrada en el Tribunal Oral Federal Nº 4 durante la lectura de la elevación a juicio.
Ya dentro de la sala de audiencias, se ubicó en primera fila, junto a su abogado. No fue el único sentado en el banquillo. A su lado se ubicó su amigo José María Núñez Carmona. En la segunda fila, Alejandro Vandenbroele -acusado de ser su testaferro- se sentó exactamente detrás de él. No hubo ni siquiera contacto visual entre ambos.
«Ladrón, asesino», le gritó la misma mujer a De Vido, con 30 segundos de diferencia, antes de la salida de Boudou. El paso de De Vido por los tribunales fue todavía más exprés. Había llegado a las 10 junto con su abogado, Maximiliano Rusconi, para presentar un escrito ante el juez Bonadio en su indagatoria por la importación de gas licuado durante la gestión kirchnerista.
Rusconi, que asumió su defensa hace menos de una semana, planteó la postergación de la indagatoria, que fue rechazada por Bonadio. "Esta decisión vulnera mi débil estado de derecho", planteó De Vido en su escrito. El que fuera el ministro todopoderoso del kirchnerismo volverá a pasar hoy mismo por Comodoro Py, cuando empiece la segunda jornada del juicio por la tragedia de Once.
Más leídas de Política
Cruces entre Bullrich y Morales. Máxima tensión en Juntos por el Cambio por la jugada para sumar a Schiaretti
Declaración explosiva. Carrió denunció en la justicia penal a un candidato a gobernador del frente opositor de Santa Fe
Números críticos. Crece la preocupación en el oficialismo por un resultado electoral que lo deje fuera del ballottage
La postulación de Roma. Malestar italiano por la elección de la Cancillería argentina de cara a la Expo Mundial 2030