Diferenciarse, la consigna que bajó Massa a su propia tropa
Reunió a 300 dirigentes del Frente Renovador para mostrar su programa económico y social; ofensiva contra Boudou
Distinto. Mientras el mundo parecía reducirse a la definición por penales entre Chile y Brasil, unos 300 dirigentes, legisladores e intendentes massistas se encerraba ayer durante tres horas en un teatro porteño para escuchar el diagnóstico de un futuro bastante mejor que el presente, de mano del equipo de economistas del Frente Renovador.
Sergio Massa cerró el encuentro pidiendo llevar ese mensaje de "tranquilidad a la gente" y presentó la marca o lema que lo acompañará en los próximos meses: "Distinto. Como el futuro que vos querés".
Con esa frase a sus espaldas, escrita todo a lo largo de una pantalla gigante, Massa remarcó el concepto no bien tomó la palabra. "Esta jornada fue para que tengamos en claro la visión del Frente Renovador, para que sepan qué transmitirle a la gente cuando nos cuenta su incertidumbre por el dólar, por la inflación o el desempleo. Lo primero que tenemos que transmitirle a la gente es que faltan 530 días para que nazca un país distinto, la Argentina del futuro", se explayó.
Previamente, los economistas Martín Redrado, Miguel Peirano, Ricardo Delgado, Aldo Pignanelli y Marco Lavagna, junto al especialista en políticas sociales Daniel Arroyo, se habían turnado para desglosar en seis tramos un diagnóstico sobre la situación actual del país y las oportunidades frente al futuro. Desde la política monetaria hasta el desarrollo industrial, pasando por la matriz tributaria, el gasto público, las políticas sociales, inversiones y desafíos del sector energético.
La jornada, bautizada "La Argentina, su realidad y propuestas", apuntaba a varios objetivos: bajar línea a la tropa de dirigentes del Frente Renovador sobre el diagnóstico económico y, con eso, que ese mensaje se multiplique para reducir la incertidumbre que recogen en las calles. También, claro está, para que Massa pudiera volver a mostrar a su equipo de economistas, al que apostará como argumento de la solidez de su propuesta.
Massa y Roberto Lavagna se encargaron de cerrar la jornada. "Tienen que recordar que acá lo importante no son los holdouts, sino un país que está decreciendo un 2%, con una inflación del 37%", sostuvo Lavagna. "El problema no es la falta de plata, sino cómo se la está gastando", completó.
"Parecía que gobernar con superávit fiscal y equilibrio en las cuentas era algo que habían aprendido los gobernantes, pero vemos que se ha desvanecido el principio de responsabilidad fiscal", continuó Massa, quien también remarcó la necesidad de corregir las "asimetrías tributarias" y de generar "reglas permanentes" para atraer inversiones.
El evento no escapó a la coyuntura política. "Instruí a Darío Giustozzi, Graciela Camaño, Adrián Pérez y Felipe Solá a que avancen con el pedido de juicio político a Boudou junto a otras fuerzas", sostuvo Massa, en relación con el procesamiento del vicepresidente.
Lavagna le agregó pimienta al comentario: "Es un día triste porque la Argentina tiene un vicepresidente procesado, que se suma a la lista de un jefe de gobierno procesado en la ciudad", dijo, en alusión a Mauricio Macri.
Descontracturado como pocas veces, el ex ministro le dedicó un dardo a Miguel Bein y Mario Blejer, los economistas del Banco Hipotecario que trabajan junto al gobernador bonaerense, Daniel Scioli. "Ustedes han escuchado al equipo económico y social más sólido de la campaña. Y tiene otra virtud: es propio, no prestado", disparó.
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