Diputados convirtió en ley el canje de la deuda
Con el respaldo de la oposición, el bloque oficialista logró abrir la puerta para negociar con los "fondos buitre"
Con el impulso del oficialismo y el respaldo de parte de la oposición, la Cámara de Diputados convirtió anoche en ley la reapertura del canje de la deuda pública declarada en default en 2001.
La norma deroga la ley "cerrojo", que impedía reabrir la renegociación de la deuda, y les abre la puerta a los bonistas que habían quedado afuera de las reestructuraciones de 2005 y 2010, un siete por ciento del total. A esos holdouts se les da la posibilidad de cambiar sus papeles en las mismas condiciones que los que habían aceptado los dos canjes anteriores.
El objetivo fundamental de la ley -sancionada por 192 votos a favor, 33 en contra y cuatro abstenciones- es dar una señal de voluntad de pago para mejorar la situación del país en el juicio que le sigue en la justicia de los Estados Unidos, por un reclamo de "fondos buitre" que tienen una porción de los bonos en default.
La demanda es por 1500 millones de dólares. Pero una sentencia adversa de la Corte Suprema de los Estados Unidos abriría la puerta a reclamos contra la Argentina por 20.000 millones de dólares y a un serio peligro de cesación de pagos.
Esa situación fue la que llevó a la presidenta Cristina Kirchner a enviar al Congreso el proyecto aprobado ayer. El mismo argumento esgrimieron, para fundar su apoyo al proyecto, los bloques mayoritarios de la oposición, como la UCR, Pro y el Frente Renovador, la flamante bancada de Sergio Massa. Ninguno de ellos se privó de criticar al Gobierno y de señalarlo como responsable de los fallos adversos.
Votaron en contra del proyecto los bloques del Frente Amplio progresista (FAP), la Coalición Cívica, Proyecto Sur y Unidad Popular, de Claudio Lozano. Estas dos últimas bancadas denunciaron la ilegitimidad de parte de la deuda.
El titular de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, Roberto Feletti, fue uno de los encargados de defender la iniciativa. "Este proceso de reestructuración de la deuda le ha permitido a la Argentina independizar sus políticas públicas internas", dijo, en el inicio de la sesión, que comenzó al mediodía y se extendió más allá de la medianoche. El también kirchnerista Carlos Heller pidió al resto de las fuerzas dar una fuerte señal de unidad nacional. "Se trata de una política de Estado que este Congreso fue plasmando en un conjunto de leyes que combinan la afirmación de la soberanía, la defensa del interés nacional y el trato justo y equitativo hacia los acreedores", dijo.
El radical Enrique Vaquié cuestionó la estrategia jurídica del Gobierno. "Es nuestra intención que se reviertan los fallos, sino entraríamos a un escenario muy sombrío: o pagamos o entramos en default. Algo que la economía en su conjunto, sobre todo el empleo, sufre", sostuvo.
Federico Pinedo anticipó el voto favorable de Pro, pero aprovechó para criticar al Gobierno. "Los errores y bravuconadas de los K nos pueden costar hasta 20.000 millones de dólares a los argentinos. Háganse los machos alfa con su dinero y no con el del pueblo", reclamó.
El bloque del massismo hizo su debut votando en favor del proyecto del Gobierno. Felipe Solá, una de las caras más conocidas del Frente Renovador, eligió como blanco a los "fondos buitre" y explicó por qué su bancada iba a acompañar la iniciativa: "Por la continuidad jurídica e histórica del Estado, y porque no somos cipayos y vamos a hacer todo aquello que pueda perjudicar a los «fondos buitre»".
En una situación inédita, la diputada Elisa Carrió (Coalición Cívica) dijo: "Debería votar en contra pero soy consciente de la situación que atraviesa la Nación, que es muy compleja". Así, justificó su abstención en la votación.
En un debate sin sorpresas, seguido en el recinto sólo por un puñado de diputados, los momentos de calor lo pusieron los bloques que se opusieron a la iniciativa.
"Desde Proyecto Sur hemos denunciado la ilegalidad de esta deuda. Nuestra propuesta es aplicar una auditoría total y establecer el pago de lo que es legítimo. No vamos a convalidar este nuevo ultraje a la dignidad nacional que viene de la mano de la reapertura del canje de deuda", afirmó Fernando "Pino" Solanas, que se peleó a los gritos con varios diputados del oficialismo.
Lozano y Alfonso Prat-Gay advirtieron que si bien la deuda se había reducido en su relación con el PBI, la Argentina se había seguido endeudando. El diputado de la Coalición Cívica apuntó a los bonos atados al PBI y sostuvo que el rendimiento de esos papeles indicaba que la quita había sido del 15 por ciento y no del 75, como sostiene el oficialismo.
"En el 2005, el Gobierno canjeó 78.000 millones de dólares a cambio de 35.300 millones de dólares en nuevos bonos y 700 millones de dólares en efectivo. Pero omitió mencionar el costo que iba a afrontar la Argentina por el cupón del PBI, de 29.900 millones de dólares", argumentó.
Evitan la interpelación de Puricelli
El oficialismo en la Cámara de Diputados logró ayer rechazar un pedido de interpelación del ministro de Seguridad, Arturo Puricelli. La iniciativa fue presentada por el radical Miguel Giubergia y obtuvo el respaldo de todos los bloques de la oposición, que reclamaron que el funcionario explicara el retiro de efectivos de la Gendarmería de las fronteras y su envío al conurbano bonaerense. Como el proyecto no estaba previsto en la agenda de la sesión, la oposición necesitaba dos tercios de los votos para incluirlo, pero no pudo reunir la mitad más uno.
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