La seguridad presidencial: modificaciones en el organismo encargado de custodiar al jefe del Estado. Disponen cambios en la Casa Militar
Kirchner resolvió que esa dependencia oficial sólo se dedique a cuestiones específicamente castrenses
En sintonía con el refuerzo dispuesto sobre la seguridad presidencial, la Casa Militar también verá afectada su estructura: de ahora en más estará abocada a las labores específicamente castrenses.
Apenas asumió, el presidente Néstor Kirchner analizaba instrumentar una drástica transformación de este organismo, encargado de su custodia, que incluía cambiar la actual denominación por la de Casa Civil. Luego de seis meses en el poder, el primer mandatario mantiene algunos de aquellos planes para esta repartición: en los próximos días la Casa Militar dejará de ocuparse de menesteres administrativos, como venía haciendo hasta ahora.
Ergo: la dependencia mantendrá su nombre de siempre, aunque ahora no tendrá que cumplir con ningún tipo de tareas civiles.
Las nuevas medidas se sumarán así a la decisión adoptada semanas atrás de remover a la vieja autoridad del área y designar en su lugar a quien hasta ahora se desempeñaba como su edecán por el Ejército, el teniente coronel Gustavo Giacosa.
Fuentes del Gobierno revelaron a LA NACION que junto con el decreto por el cual se efectivizará el nombramiento del nuevo titular de la dependencia, Kirchner rubricará en los próximos días otro que establece nuevas funciones para el organismo, y que restringe su actividad básicamente a las agrupaciones de Seguridad y de Aviones oficiales. Incluso, todavía se estudia si este último sector continuará o no en ese ámbito.
Con estas disposiciones, la Casa Militar dejará de tener a su cargo la agrupación Logística, un área que incluye la administración de la totalidad del funcionamiento interno de la Casa Rosada y de la Quinta de Olivos y que, como sus labores lo requieren, centraliza gran parte de las erogaciones del presupuesto de la dependencia.
Ahora, todo aquello relativo al mantenimiento de Balcarce 50 y de la residencia presidencial quedará en manos de la Secretaría General de la Presidencia, que conduce Oscar Parrilli.
Las disposiciones que se adoptarán se explican en el Gobierno de manera sencilla. Con lo resuelto, las labores de economato -que consisten en la adquisición de provisiones, en la contratación de servicios de limpieza y en la instrumentación de las reparaciones edilicias- estarán bajo la órbita del propio Parrilli, que desde que asumió puso la lupa sobre todos y cada uno de los gastos efectuados en estos aspectos.
Más controles
El secretario general de la Presidencia aspira a tener un mayor control de los destinos que se les da a los recursos de la Casa Militar.
El área de informática también quedará bajo su domino absoluto, e incluye el mantenimiento de los sistemas que se utilizan en la sede gubernamental, un sector que por sus particularidades también representa altos costos para el Estado.
Las fuentes consultadas explicaron que aún se analiza cuál será el destino de la dirección de Aviones, que tiene a su cargo el manejo y la administración de las aeronaves Tango 01, Tango 03 y los dos helicópteros oficiales.
El escándalo por las presuntas estafas en la contratación de los servicios de catering y de reparación de la flota oficial ponen en duda que el área pueda continuar bajo la órbita de la Casa Militar. Sólo la seguridad y el traslado del Presidente seguirán formando parte de la estructura de este organismo.
Entretanto, los nuevos edecanes que reemplazarán a los que actualmente están en funciones ya comenzaron a ponerse al tanto de las labores que tendrán que desempeñar. Se trata del teniente coronel Alejandro Graham (Ejército), el vicecomodoro Juan José Lambesat (Fuerza Aérea) y el capitán de Fragata Gabriel Catolino (Marina).
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