"Distribuirán el papel igual que la publicidad oficial"
"En estos años hubo varios hechos preocupantes que afectaron la libertad de prensa. Pero es la primera vez que hay una campaña oficial tan sistemática y sostenida contra los medios, con la clara intención de quedarse con un insumo estratégico, como es la producción y comercialización del papel para diarios."
A los 54 años, el presidente de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA), Carlos Jornet, no duda en calificar la ofensiva del Gobierno por avanzar sobre el control de Papel Prensa como uno de los hechos más graves para el periodismo independiente desde el retorno de la democracia.
"Nos preocupa que pese a las objeciones que suscita el proyecto se haya cerrado rápidamente el debate en Diputados y no se haya dado participación a las voces representativas de la prensa independiente", sintetizó Jornet, desde Córdoba, en diálogo con LA NACION.
En el horizonte acecha la amenaza de que finalmente el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, asigne y distribuya el principal insumo de la prensa gráfica "en forma tan discrecional como lo hace hoy el Gobierno con la pauta de publicidad oficial".
Director de La Voz del Interior desde 1998, Jornet percibe que "hay una decisión política del Gobierno de avanzar con el proyecto sin modificaciones, para no dilatar su aprobación", pero promete que ADEPA y los medios independientes insistirán en el Senado para hacer conocer su voz y enriquecer el debate.
-¿Cuáles son los riesgos principales del proyecto?
-Por un lado, permite que el Estado acreciente su capital en Papel Prensa y desplace al sector privado, convirtiéndola en una compañía estatal. Además, otorga al Estado la atribución de cerrar o limitar la importación de papel, imponiendo alícuotas que podría repartir en forma discrecional, como lo hace con la distribución de la pauta oficial de publicidad.
-¿Esa función podría caer en manos de Moreno?
-La autoridad de aplicación sería el Ministerio de Economía. Pero la influencia y la participación de ese funcionario es clara.
-¿La iniciativa tiene algún sustento legal?
-Al contrario. Es violatoria del artículo 32 de la Constitución, que impide al Congreso dictar leyes que restrinjan la libertad de imprenta, y del artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, que prohíbe restringir el derecho de expresión por vías indirectas, como el abuso de controles oficiales del papel para periódicos.
-¿Hay una intencionalidad del Gobierno por quedarse con Papel Prensa?
-En las cláusulas transitorias del proyecto se impone a los accionistas privados un tope en la rentabilidad de las ganancias y la obligación de presentar un plan de inversión por tres años, además de satisfacer toda la demanda interna del papel para diarios. Si eso no se logra, lo podrá hacer el Estado acrecentando su participación accionaria en desmedro de los capitales privados, que podrían ver licuada su participación. Es una forma de apropiación económica y, encima, gratuita.
-¿Hay otras alternativas a este proyecto?
-Sí y las queremos presentar, pero no nos reciben. Se podría promover la instalación de otras plantas de fabricación de papel, otorgar financiaciones a las pequeñas y medianas empresas periodísticas, constituir un fondo para que las publicaciones de menor circulación puedan importar papel. En ningún lado el proyecto menciona a Papel del Tucumán, que está en condiciones de producir papel para diarios. Sólo se alude a Papel Prensa.
-¿Qué harán las empresas periodísticas si avanza el proyecto?
-Insistir ante el Senado para lograr una legislación más razonable. Y quedará la posibilidad de la vía judicial, en forma particular, para cada empresa afectada. Hay una decisión política del Gobierno de avanzar con el proyecto sin modificaciones.
-¿Le plantearon la inquietud a la Presidenta?
-ADEPA le pidió una entrevista a la Presidenta apenas fue reelegida, antes de esta ofensiva contra Papel Prensa. Pero no recibimos ninguna respuesta del anterior secretario de Comunicación y actual jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina.
-¿Hay experiencias similares en otros países?
-En los países democráticos sólidos no hay una participación del Estado en los insumos estratégicos del papel de periódicos. Con este proyecto se invierte una tradición: la prensa deja de ser un elemento de control sobre el poder político y pasa a ser controlada.
Sugerencia de Telefónica
Durante un cóctel de fin de año, el presidente de Telefónica de Argentina, Luis Blasco Bosqued, se refirió ayer al impulso del Gobierno a proyectos polémicos en materia económica. "No tenemos ningún problema previsto con nuevas regulaciones, pero si yo fuera el dueño de Papel Prensa estaría preocupado", afirmó.
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