En un homenaje a Frondizi. Duhalde: "Hay que dejar de pelear y desarrollar el país"
Habló en un acto con Lavagna, que también efectuó críticas
Eduardo Duhalde hablaba de desarrollismo en el atril, mezclando el tono académico con el reclamo político. Roberto Lavagna observaba inmutable, desde la mesa de invitados al acto. "¡La Argentina no puede perder esta oportunidad! Hay que dejarse de pelear, superar los enfrentamientos y desarrollar el país", reclamó de repente Duhalde.
Lavagna, hacía sólo unos minutos, había dicho algo parecido, aunque más elíptico: "La política es el conflicto, pero hay veces que el estadista se diferencia del político porque busca consenso sobre los grandes objetivos nacionales".
En medio de la severa pelea del Gobierno con el campo, y dos días antes de que termine la tregua, Duhalde y Lavagna ayer se mostraron juntos y, cada cual a su modo, cuestionaron la política agropecuaria y el estilo de gestión kirchnerista para capear la crisis.
Ambos dirigentes compartieron otra vez un acto después de mucho tiempo. El lugar fue la sede del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID). El pretexto: un acto en homenaje a Arturo Frondizi, al cumplirse mañana 50 años de su asunción como presidente.
El ex presidente, siempre a punto de volver al ruedo político, y el ex ministro, golpeado por el reparto de cargos en el PJ, se saludaron con simpatía, aunque mantuvieron distancia, y se felicitaron sin tapujos mutuamente por sus discursos. Fue previsible: con estilos diferentes, dijeron casi lo mismo.
"¡Tenemos que plantar el doble de soja!", sorprendió primero Duhalde. "El doble de soja y de todo. Y eso se maneja desde el Estado con incentivos y con rebajas a los impuestos", afirmó. Antes había asegurado que se confunde "crecimiento y desarrollo" y afirmó que "el Gobierno y el 90% de la dirigencia no tienen incorporadas las ideas desarrollistas".
"Enorme posibilidad"
Después habló de la "enorme posibilidad argentina" e insistió en sus reclamos productivistas y de políticas nacionales. Cuando terminó el acto, aprovechó cámaras y micrófonos para opinar de la crisis con el campo. Dijo que era "optimista", pidió "prudencia" y elogió al nuevo ministro de Economía, Carlos Fernández.
En ese momento, Lavagna caminaba por el costado del salón. Media hora antes también había hablado de la crisis, aunque sin nombrarla. Recordó tres anécdotas de Frondizi y su gobierno; las cuales, aseguró, eran "lecciones para que no se escapen las oportunidades argentinas entre los dedos". Un concepto idéntico al de Duhalde.
Curiosamente, inició su discurso con un recuerdo de su campaña presidencial, cuando quería ser "una opción alternativa y nueva". Después vinieron las "tres lecciones" que, en definitiva, eran críticas al Gobierno.
En la primera recordó que Frondizi "exculpó el rencor, el odio y la revancha"; en la segunda, que era un hombre "con ideas", y, en la tercera, que "insertaba esas ideas en un modelo" de país. "Sin eso, las ideas valen poco. Estas tres lecciones son para aplicar en este momento político", dijo Lavagna.
Desde la mesa, serio, lo miraba Duhalde. A su lado había otros oradores, como el economista Aldo Ferrer y el radical Rodolfo Terragno, uno de los pocos que nombraron a Néstor Kirchner. "¡Ahora Kirchner dice que es desarrollista!", dijo en su discurso. Todo el auditorio se rió con ganas. Rápido, Duhalde después retomó la broma: "La verdad, lo escuché y yo también me reí. Como ustedes".
lanacionar