Asamblea de las Naciones Unidas / Día agitado en Nueva York. Dura respuesta al FMI: "La Argentina no es un equipo de fútbol"
Cristina Kirchner cargó contra la presidenta del organismo, que el lunes amenazó con sacar "tarjeta roja" al país por el Indec
NUEVA YORK.– La relación de la Argentina con el FMI se convirtió en un clásico partido de fútbol de mujeres. Se tiran con metáforas futboleras y se pegan a los tobillos. Al parecer, las dos Cristina han decidido jugar fuerte.
La presidenta Cristina Kirchner le puso ayer, ante la asamblea general de la ONU, una nueva zancadilla a la directora del Fondo, Christine Lagarde: le dijo que la Argentina "no es un equipo de fútbol" luego de que ésta había advertido anteayer que nuestro país podría recibir "tarjeta roja" del organismo si no adecua los índices de inflación y crecimiento.
Ante el recinto, la Presidenta contrapuso que "la Argentina no es un equipo de fútbol, es un país soberano y no aceptará amenazas ni presiones". Fiel a su impronta, dobló la apuesta: "Ya que estamos en orden de comparar fútbol con política y economía, el rol del presidente de la FIFA ha sido más satisfactorio que el rol de los directivos del Fondo".
Señaló que la FIFA organiza cada cuatro años un Mundial de fútbol exitoso, mientras que "el FMI viene tratando de organizar la economía desde la década del ‘80 y crisis tras crisis no logra hacerlo". Allí recibió un aplauso de los presentes en un recinto raleado y con muchas bancas vacías.
El Fondo reclama el saneamiento y la exposición ante auditorías de los índices de inflación y crecimiento que fueron adulterados desde 2007, una regla que deben cumplir todos los socios del organismo para poder recibir créditos externos e inversiones en gran escala.
La reacción argentina
El desplante de la Presidenta sorprendió. Es que anteayer los funcionarios de ella sostenían que Lagarde había dicho en la segunda parte de su respuesta que "había avances auspiciosos" con la Argentina y que por ello confiaba en que el FMI no deba llegar a una "tarjeta roja" o "moción de censura". Señalaban que eso marcaba el tono conciliador de la ex ministra de Finanzas de Francia.
Pero los títulos de los diarios enardecieron ayer a Cristina Kirchner , que se vio obligada a responder con dureza a Lagarde. Fue el más contundente apoyo, ahora en el plano internacional, que recibió el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, inspirador de la teoría cristinista de que "si hay que truchar, truchemos todos", especialmente en los índices del Indec sobre inflación.
"Parece que los únicos que debemos criticarnos somos los países. No he escuchado ninguna crítica en cuanto a cuáles eran las estadísticas de España, de Grecia, de Portugal, de Irlanda, de Italia, que permitieron que contrajeran deuda, que emitieran deuda sin ningún tipo de control. ¿Por qué se controlan a unos y a otros no?", se despachó la Presidenta.
"Yo quería decirle –prosiguió, como si estuviera en el atril de la Casa Rosada y no en la ONU– a la titular del FMI que esto no es un partido de fútbol, que ésta es la crisis económica y política más profunda y más grave que se tenga en cuenta desde la crisis del 30".
También señaló, respecto de la crisis mundial, que lo que "más miedo" le da es que "millones de occidentales dejen de creer en el sistema democrático como generador de soluciones". Por otra parte, fustigó el proteccionismo que ejercen varios países centrales y que condenan a los países emergentes por defenderse de sus exportaciones.
Señaló, además, que "es necesario un replanteo por lo que es una guerra comercial entre distintos países bajo actitudes proteccionistas".
Disertación en Washington
Cristina Kirchner brindará hoy su primera disertación universitaria en Washington, en donde será esperada por 200 personas, la capacidad límite del salón de la Universidad de Georgetown. "Por razones de seguridad, no pueden entrar más", se indicó. El otro dato es que, de acuerdo con la mecánica establecida, sólo los estudiantes podrán preguntar. "Siento una enorme impotencia por no poder intervenir. Estoy inquieto por la idea de permitir la reelección. Es vital que aclare ese punto", dijo Héctor Schamis, un profesor argentino.
lanacionar