Durísimas críticas de Oyarbide a Pontaquarto
Objetó las imprecisiones en su confesión
El juez federal Norberto Oyarbide criticó ayer en términos que registran pocos antecedentes en la Justicia la declaración indagatoria que le tomó el viernes último al ex secretario parlamentario Mario Pontaquarto, que confesó cómo se negociaron y pagaron los presuntos sobornos a los senadores para aprobar la ley laboral vigente.
Oyarbide, que reemplazó el viernes a su par Rodolfo Canicoba Corral porque estaba de licencia, se mostró escéptico sobre los dichos del ex funcionario legislativo y subrayó sus imprecisiones. "No hay diálogo posible que este hombre (por Pontaquarto) recuerde", dijo.
"Era absolutamente imprescindible que este señor recordara el diálogo que había tenido con las personas en la SIDE", dijo Oyarbide, y lamentó: "No recuerda nada y parece que todo fue en silencio", agregó.
Las declaraciones de Oyarbide generaron sorpresa y malestar en los pasillos de los tribunales federales de Comodoro Py, donde también criticaron algunas de las decisiones que postergó en las pocas horas en que debió impulsar la investigación.
"No ordenó la prohibición de salir del país para todos los sospechados, nuevos o ya imputados en la causa, que los fiscales (Eduardo Freiler y Federico Delgado) solicitaron en cuanto concluyó la declaración de Pontaquarto", destacó un funcionario judicial.
Oyarbide también cortó en al menos dos momentos cruciales la declaración del ex funcionario legislativo, indicaron a LA NACION tres fuentes presentes en el Juzgado Federal N° 3, el viernes último. "Estaba muy nervioso y en cuanto pudo dio por cerrada la indagatoria, cuando la declaración de Pontaquarto podía continuar, tranquilamente, un par de horas más", comentó un funcionario.
Allegados a la investigación recordaron, por último, que Oyarbide "evitó convocar de manera urgente" al ex secretario del entonces senador Remo Constanzo, Martín Fraga Mancini, a quien Pontaquarto señaló como otro eventual arrepentido. "Dejó que transcurrieran los días, en los que trascendió su nombre y quedó sujeto a todo tipo de presiones", adujeron.
Oyarbide fue absuelto en septiembre de 2001 por el Senado en un juicio político en su contra por presunto mal desempeño de sus funciones. Por entonces, y gracias al apoyo decisivo de los senadores justicialistas, la votación para removerlo concluyó empatada, con lo que se frustró la acusación.
Oyarbide insistió ayer en que le resultó "llamativo" que Pontaquarto no recuerde algunos datos cruciales de la operatoria de los sobornos. "El hombre no puede recordar circunstancias particulares", se lamentó el magistrado. "No es un episodio común, al menos en mi concepto", subrayó.
Oyarbide lo ejemplificó con el papel donde figurarían los nombres de los legisladores que supuestamente cobraron la coima.
"Yo quería saber el mismo viernes dónde estaba ese papel para allanar el lugar y confiscar ese elemento para la investigación. Pero (Pontaquarto) me dijo que no podía decírmelo, colocando él las condiciones de la situación. Le recordé que el juez era yo, y que yo ponía las condiciones. Le exigí un plazo: prometió en 48 horas arrimarlo a Canicoba Corral", precisó.
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