Relaciones militares: el viaje de José Pampuro a Miami y a Washington. EE.UU. colaborará con el control aéreo
El Ministerio de Defensa anunció que la Argentina recibirá sin costo "radares tridimensionales de última generación"
Los Estados Unidos colaborarán con la Argentina en el control del espacio aéreo. El ministro de Defensa, José Pampuro, se reunió ayer con el jefe del Comando Sur norteamericano, general James Hill, y se llevó el compromiso de los EE.UU. de donar "radares tridimensionales de última generación", según se informó en un comunicado oficial de la cartera de Defensa.
Pampuro estuvo acompañado por el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, brigadier general Jorge Chevalier. Antes de asumir el máximo mando militar, Chevalier -veterano de la Guerra de Malvinas- fue jefe de operaciones de la Fuerza Aérea durante el despliegue de radares móviles en el norte del país.
En repetidas ocasiones, los Estados Unidos reclamaron por un mayor control del espacio aéreo argentino. Las autoridades norteamericanas siempre hicieron hincapié en la necesidad de que la Argentina encarara su postergado plan de radarización nacional.
Pese a que el comunicado oficial menciona la donación de "radares", en los días previos a la reunión de Pampuro con Hill se esperaba la cesión sin cargo de un solo radar tridimensional, el modelo Westinghouse AN-TPS43, de finales de la década del los setenta, similares a los utilizados durante la Guerra de Malvinas.
Una donación importante
La anunciada entrega de radares tridimensionales es de vital importancia para la Argentina. Para comprender mejor su significado, se podrá consignar que ni siquiera el control aéreo de Ezeiza cuenta con un aparato de esas características. La Fuerza Aérea sólo opera un radar fijo de 3D en la zona bonaerense de Merlo, y cuenta con otras dos unidades móviles como la ofrecida por Estados Unidos.
Los radares de dos dimensiones con los que se controla la aviación comercial en la Argentina dependen de que las aeronaves indiquen su altitud para determinar su ubicación en el espacio.
Si bien no se conocen aún oficialmente las características técnicas de los radares ofrecidos por los Estados Unidos, el precio promedio de mercado de esos aparatos de alta tecnología ronda los 15 millones de dólares.
Las necesidades primarias argentinas requieren de radares de 3D para el aeropuerto internacional de Ezeiza y el aeroparque metropolitano. Aunque en estos casos se requerían unidades fijas diferentes de la que sería donada por los Estados Unidos.
Se desconoce también la ubicación que se dará a esos radares, aunque se considera que los Estados Unidos solicitarán el mayor control de los vuelos en la zona conocida como Triple Frontera, enclave que comparte la Argentina con Paraguay y Brasil.
La Argentina controló durante un tiempo la zona norte de nuestro país con radares de campaña de la Fuerza Aérea. Esos radares móviles sí son de 3D, necesarios para orientar las interceptaciones en vuelo.
Sin embargo, la falta de presupuesto obligó a desactivar los dos puestos de control aéreo que se habían instalado en Misiones y en Chaco durante el gobierno de Fernando de la Rúa.
Los "ojos" en el Norte
Desde que dejaron de funcionar esos radares móviles, los Estados Unidos presionaron de manera constante para que la Argentina asumiese un mayor control de su espacio y pidieron por el postergado plan de radarización. La respuesta nacional enfatizó entonces la falta de elementos. Y los norteamericanos tomaron cartas en el asunto.
La donación de ese radar estaba trabada por la falta de pago de la Argentina en otras cesiones militares a bajo costo que habían hecho los Estados Unidos.
El material militar -de uso dual en este caso-, que ceden a precios simbólicos los norteamericanos, llega mediante un programa de asistencia a países amigos. Ese sistema de colaboración continuará pese a que la Argentina se niega a otorgar a las tropas norteamericanas la inmunidad ante la Corte Penal Internacional que reclama el Departamento de Estado.
La Argentina mantiene ese privilegio por su condición de aliado extra-OTAN.
El TPS43 "consiste en un radar de tres dimensiones (3D azimut, distancia y altura) del tipo móvil, lo que significa que fue diseñado modularmente, de manera tal que sea posible su despliegue a distintos lugares a través de medios aéreos, marítimos o terrestres", según las características técnicas, que pueden encontrarse en la página web de la Fuerza Aérea Argentina, que, como se consignó, cuenta con otros dos aparatos de esas características, incorporados en 1978.
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