EE.UU. quiere que se impulse el ALCA
El secretario de Comercio de Bush dijo a LA NACION que la reunión de Mar del Plata será una oportunidad para conseguirlo
WASHINGTON.-"La cumbre será una oportunidad para impulsar el ALCA", dice el secretario de Comercio de los Estados Unidos, Carlos Gutiérrez, en diálogo a solas con LA NACION. Alude a la Cumbre de las Américas, que se desarrollará en Mar del Plata el viernes y sábado próximos.
Lo dice aun cuando reconoce que la mera alusión al Area de Libre Comercio de las Américas es el punto que más roces genera en las negociaciones para consensuar una declaración final de los presidentes.
"Creemos que todo concluirá con un acuerdo productivo. El debate de por sí es una buena señal. Significa que el tema está planteado e instalado", afirma Gutiérrez, que viajará a la Argentina, al igual que el presidente George W. Bush, pero para participar en la Cumbre Empresaria Hemisférica, el foro paralelo organizado para el sector privado en Buenos Aires, el miércoles próximo.
El Departamento de Comercio que él conduce, con un presupuesto de 6500 millones de dólares, informa que su prioridad es "abrir los mercados internacionales a las empresas estadounidense, para crear empleos y construir unos Estados Unidos más fuertes".
También es otro de los objetivos defender las inversiones y patentes de esas empresas. Reclama que se condene a penas de prisión a quienes violen sus derechos de propiedad intelectual.
"Nuestra tarea es promover el libre comercio. El objetivo es acordar con toda la región, junta, unida. Pero si no es posible, avanzaremos con los acuerdos bilaterales", advierte Gutiérrez ante LA NACION.
Y si la Argentina u otros países de la región lo rechazan, afirma, perderán la oportunidad de potenciar el acceso de sus empresas privadas a los mercados mundiales, mejorar los salarios locales y elevar el Producto Bruto Interno (PBI).
-¿Cuál es el objetivo de su viaje? ¿Fijar un plazo para el ALCA?
-No. Aspiro a crear un enlace entre el sector privado argentino y el sector público estadounidense, mostrarles que tenemos un compromiso real con el sector privado y destacar, una vez más, que el crecimiento económico y social de un país, de cualquier país, depende de lo que puede hacer el sector privado.
-¿Ve posible que se aliente una apertura de América latina durante la cumbre?
-Mi meta es dejar en claro cuál es la importancia que vemos en el desarrollo de empresas libres. Obviamente hablamos entonces de libre comercio y de la protección de la propiedad privada, física e intelectual.
-Hace dos semanas usted afirmó que la cumbre es una oportunidad para impulsar el comercio en la región. ¿Sigue pensando así o cree que el ALCA será soslayado por cuestiones políticas o por un cruce con el presidente Hugo Chávez?
-La cumbre será una oportunidad para impulsar el ALCA, absolutamente. Cada vez que nos juntamos los gobiernos del hemisferio debemos hablar de libre comercio. La cumbre representa una gran oportunidad. Si nos unimos, el comercio ayuda al crecimiento, a la reducción de la pobreza, al desarrollo social. Y nuestra tarea es promover el libre comercio hasta que todos se convenzan de sus bondades.
-Pero si algunos países rechazan el ALCA, los Estados Unidos avanzarán con aquellos que sí se muestren dispuestos a negociar, como Uruguay, aun cuando eso pueda generar la ruptura del Mercosur?
-El objetivo es acordar con toda la región, junta, unida. Pero si no es posible, avanzaremos con los acuerdos bilaterales. En cuanto a Uruguay, en este momento no puedo comentar planes específicos, pero está claro que estamos dispuestos a comerciar con quienes deseen contar con nosotros como buenos socios.
-Usted ha dicho meses atrás que la prioridad es la Organización Mundial del Comercio (OMC), luego el ALCA. ¿Y en tercer lugar el Pacto Andino, quizá para fines de noviembre?
-El Pacto Andino es otra posibilidad. Definitivamente lo es, pero no quiero reafirmar ideas o proyectos cuando todavía no está cerrado el acuerdo. Pero siempre es nuestro objetivo aspirar a acuerdos amplios.
-Eso hoy parece utópico en América del Sur si la Argentina y Brasil, las dos economías más relevantes de la región, se oponen o ponen trabas? Le reitero la premisa: los Estados Unidos tratarán de convencer a todos los países y, mientras tanto, avanzará para firmar tratados de libre comercio con los países del hemisferio que lo deseen, como logramos con el Cafta (Acuerdo de Libre Comercio de América Central).
-Usted aludió a los derechos de la propiedad intelectual. ¿Toma como un desafío que la Argentina, Brasil u otros países analizan la posibilidad de vulnerar patentes medicinales para afrontar los riesgos de la gripe aviaria?
-Son dos temas distintos. Uno es la emergencia, que debe ser tratada como tal, con el apoyo de los departamentos de Estado y de Salud de los Estados Unidos. Pero en condiciones normales, si no se protegen las patentes, se pierden las oportunidades para innovar por las pérdidas multimillonarias que afrontan los investigadores, por lo que no se descubren nuevas medicinas y eso lleva así a un círculo vicioso.
-¿Hay alguna estimación de los costos que afrontan las empresas estadounidenses por los actos de piratería intelectual ocurridos en la Argentina o Brasil?
-Hay algunas estimaciones mundiales, pero no aún por país. También se tiene una estimación de las ventas que se pierden por esas violaciones al derecho de propiedad intelectual. (Luego, un colaborador informó a LA NACION que los estudios indican que las empresas estadounidenses pierden US$ 250.000 millones en ventas y ganancias al año por actos de piratería en todo el mundo, más unos 750.000 empleos.)
-La oposición en la Argentina a un eventual acuerdo de libre comercio se concentra en que los riesgos son más altos que los beneficios. ¿Por qué debería la Argentina abrir sus mercados a un país más poderoso y más preparado para competir?
-Porque para el pueblo argentino y la economía argentina representaría un avance. Hay estudios que muestran que el Producto Bruto Interno (PBI) de los países que firman un tratado de libre comercio (TLC) crece un 0,6% más los primeros cinco años desde que comienza a implementarse el tratado. Los ingresos salariales promedios también suben en ese período. En suma, los países que participan en alianzas de libre comercio crecen más.
-Pero ¿cuál es su réplica a quienes destacan los riesgos sociales y económicos, la falta de preparación local para una apertura comercial?
-Que no se aprovecharán del capital extranjero, de las oportunidades que ofrecen las empresas extranjeras, que pueden crear más empleos y pueden potenciar el acceso de la Argentina a los mercados mundiales.
-Los Estados Unidos, sin embargo, tampoco muestran una apertura total de sus fronteras, sus productores agrícolas gozan de subsidios, hay reclamos en el Capitolio en contra del Nafta con México, el Cafta se aprobó por apenas un voto?
-Es cierto, pero también debo recordarle que en la Organización Mundial del Comercio hemos presentado una propuesta bastante agresiva de reducción de subsidios y estamos esperando una respuesta adecuada de otros países [europeos]. Estamos tomando el papel de liderazgo en esto y queremos demostrar que nuestra intención es reducir los subsidios y las tarifas, que también es muy relevante.
-Hace 10 días, planteó en Guatemala que los acuerdos comerciales incluyen un respeto absoluto de la ley y de los derechos de propiedad intelectual, y, por tanto, que deben llevarse a la cárcel a los grandes infractores de esos derechos. ¿Tiene un planteo similar para la Argentina?
-Es nuestro planteo a nivel mundial. Cualquier país debe considerar el robo de propiedad intelectual igual que el robo de una mercadería física. Es más difícil comprenderlo porque una es tangible, mientras que la otra son ideas, que son más valiosas, aunque los delitos no se castigan con igual rigor.
-El ALCA, la propiedad intelectual y las patentes son los tres compromisos más resistidos en el proyecto de Declaración de Mar del Plata. ¿Lo siente como un rechazo a los Estados Unidos?
No. Somos optimistas. Son asuntos importantes y el debate sobre estos asuntos es, de por sí, una buena señal. Significa que el tema está planteado e instalado, y creemos que todo esto concluirá con un acuerdo productivo.
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