El 41 % del padrón no eligió
Más de 10,2 millones de argentinos no eligieron candidatos en los comicios legislativos. Esto suma el 41% del padrón, al considerar el ausentismo y los votos en blanco y nulos.
Un dato más significativo aún para la dirigencia política podría constituirlo el hecho de que los partidos perdieron, en su conjunto, casi 4,7 millones de votos respecto de las elecciones de 1999.
Los votos positivos (cuando se elige expresamente una lista) son 14.516.559, contra los 18.513.613 de los comicios legislativos de hace dos años. A esa diferencia de casi 4 millones de sufragios hay que sumarle que el padrón actual tiene cerca de 700.000 electores más que en 1999.
Estas cifras surgen de cotejar las planillas del recuento electoral y de proyectar la tendencia del sufragio, sobre la base del 98,71 por ciento de las mesas escrutadas en todo el país.
Además del altísimo índice de votos en blanco y nulos, la jornada electoral de anteayer también se caracterizó por tener un récord de ausentismo, al menos desde la reinstauración democrática en 1983, cuando no concurrió el 13,96 por ciento. A partir de entonces el guarismo fue creciendo paulatinamente. Esta vez, sobre un padrón de casi 24,9 millones, alrededor de 6,3 millones no asistieron. Algo más del 25 por ciento.
En 1999 el ausentismo había arañado el 19%, y en 1997 llegó al 20,31%. El mayor índice se había registrado para los comicios nacionales de 1994, cuando se eligieron convencionales constituyentes: 22,18 por ciento.
Respecto de los votos en blanco y nulo, el promedio nacional de ambos fue del 21,1%. Según la proyección, se trata de 3.921.761.
A ese número deben sumarse los ausentes, 6.297.163, con lo que puede concluirse que 10.218.924 ciudadanos no eligieron candidatos en esta compulsa. Hubo, además, casi 150.000 sufragios recurridos e impugnados.
En los comicios legislativos de 1999, los sufragios negativos representaron el 6,59% del total de gente que votó.
Casos opuestos
Los distritos en los que anteayer hubo más votos en blanco y nulos fueron Santa Fe, la Capital Federal, Río Negro, Buenos Aires, Entre Ríos, Neuquén, Chubut y Tierra del Fuego, todos con más del 20 por ciento.
El caso más elocuente fue el primero. En la provincia gobernada por Carlos Reutemann (PJ), el 29,04% votó en blanco y el 11,44%, nulo, con el 99,55% de mesas escrutadas.
Ambos ítem sumaron 671.058 sufragios, sobre un total de 1.657.932 votantes. La nómina ganadora de candidatos a senador nacional, la justicialista, obtenía 350.085 votos.
Santa Fe tuvo otra particularidad: los votos en blanco fueron mucho más que los nulos, a la inversa de lo que sucedió en los principales distritos.
Al igual que en esa provincia, en la Capital Federal los sufragios en blanco y nulos casi duplicaron los conseguidos por la lista triunfadora, encabezada por Rodolfo Terragno (Alianza).
En tierra bonaerense
En la provincia de Buenos Aires, en tanto, la nómina que llevó como postulante al ex gobernador Eduardo Duhalde conseguía 2.032.157 votos y los en blanco y nulo sumaban 1.513.855. El 21,64% del total de sufragantes. El cuarto distrito importante, Córdoba, tuvo el 17,86% de votos negativos.
De todos modos, no todas las jurisdicciones mostraron ese comportamiento del electorado. En el otro extremo se ubicaron Santiago del Estero (5,41% de votos negativos), Catamarca (6,39), Chaco (6,73), San Luis (7,01), Formosa (7,41) y Corrientes (7,95).
El voto bronca , en buena parte producto del descontento con la actuación de los políticos y, sin duda, de la aguda crisis socioeconómica, llevó al jefe del Estado a admitir que ese tipo de pronunciamientos denotaban reclamos de cambios.
Y no desaprovechó la oportunidad para instar al Congreso a que apruebe los proyectos de la denominada reforma política, cuyo tratamiento vienen demorando frecuentemente los legisladores.
Incluso, en algunos despachos de la Casa Rosada se llegó a pensar en desempolvar el proyecto para convocar a un plebiscito referido a la reducción del gasto político.
De todos modos, la deprimida situación financiera fiscal y los consecuentes esfuerzos que demanda al Gobierno no permitiría en estos momentos avanzar con esa iniciativa, cuya convocatoria, además, requiere un mínimo de sesenta días de anticipación.
La administración de De la Rúa, además, no está dispuesta a tensar las relaciones con el justicialismo que, triunfador en estos comicios, pasará a dominar ambas cámaras parlamentarias a partir del 10 de diciembre próximo.
Por lo contrario, el Gobierno necesita intensificar sus esfuerzos para facilitar la viabilidad de medidas para salir de la depresión económica.
Cifras negativas
10.218.924
ciudadanos
- no eligieron candidatos. La cifra, que surge de la proyección de la tendencia de voto, representa a los ausentes y a los sufragios en blanco y nulos.
4,7 millones
de votos
- perdieron los partidos políticos respecto de los comicios legislativos de 1999. Obviamente, por esa cifra no recibirán aportes estatales para las próximas elecciones.
21,1por ciento
- es el promedio de votos en blanco y nulos en todas las provincias, aunque hubo un comportamiento comparativamente irregular. En total, son casi 4 millones.
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