El ALCA, cuestión por definir en Monterrey
La pobreza y la corrupción, temas centrales de la cumbre
MONTERREY, México.- Una discusión aún abierta sobre la mención, en la declaración final de la cumbre, a la puesta en marcha del Area de Libre Comercio para las Américas (ALCA), marca el nivel de disenso y escepticismo que existe en buena parte de los países de la región sobre los resultados de la cumbre que se inicia hoy y que tendrá, además, la lucha contra la pobreza y la corrupción entre los temas centrales.
Mientras la visita del presidente norteamericano, George W. Bush, despertaba recelo en algunos países que cuestionan su desinterés hacia la región después de que la campaña electoral que lo llevó a la presidencia la fijó como una de sus prioridades, Estados Unidos afirma que llega a esta cumbre "comprometido" con los desafíos del continente (más información, Pág. 4, Economía & Negocios).
Hasta último momento se mantuvieron las divergencias respecto de si el ALCA debía ser un tema del encuentro, como pretendía Estados Unidos, o quedar marginado por cuestiones sociales prioritarias, como esperaban Brasil, Ecuador, Venezuela y la Argentina.
Según estadísticas oficiales, en América 220 millones de habitantes viven por debajo de la línea de pobreza, el 43,4% de la población de América latina es pobre y la situación no ha parado de empeorar en los últimos diez años en una región que apostó decididamente por la defensa de los regímenes democráticos. El destino final respecto de un pronunciamiento sobre el acuerdo de comercio continental quedó sin definición, pero todo indica que se convertirá en uno de los asuntos clave.
Además del ALCA, hasta último momento se produjeron fuertes forcejeos entre los delegados de cada país sobre las políticas antiterroristas y de seguridad hemisférica, la situación de Cuba y la creación de un fondo humanitario para disipar las asimetrías, que permita avanzar luego a un acuerdo comercial.
Se espera, además, que las recientes tensiones producidas entre Brasil y Estados Unidos por los mutuos controles impuestos en aeropuertos internacionales compliquen el ámbito para el diálogo.
Masiva concurrencia
La Cumbre Extraordinaria de Monterrey -precedida de citas análogas que se realizaron en Miami, Quebec y Santiago- contará con la presencia de 31 de los 34 mandatarios americanos y oficialmente ha sido convocada para acordar un plan para el crecimiento económico con equidad, desarrollo social y gobernabilidad democrática.
Brasil, uno de los países más reacios a esta cumbre, pretendía que la convocatoria sirviera para atender sólo temas sociales, convertidos en la principal fuente de inestabilidad política en la región. El espinoso asunto quedó zanjado al incluirse una mención al tema, aunque por ahora, como con el ALCA, está sujeto a la revisión de los presidentes.
"Cláusula democrática"
Otro asunto que quedó sin definición es el del terrorismo en la región, que genera especial interés en Washington y Bogotá. Para la mayoría los países del área es un tema secundario, pero Estados Unidos -que lo tiene como prioridad número uno- presionó para obtener una declaración al respecto. La delegación norteamericana también insistió en incluir una "cláusula democrática" que condicione la permanencia en la OEA de aquellos países miembros que avalen regímenes corruptos, algo que es objetado por varios países, incluido México.
Como contrapartida, una propuesta impulsada por varios países para crear un fondo humanitario que resuelva asimetrías entre las naciones, y que México auspicia como preámbulo a la puesta en marcha del ALCA, fue rechazada por Canadá y Estados Unidos. Ambos argumentan que existen mecanismos en el continente para financiar planes de ayuda social.
La cuestión de Cuba, excluida de la OEA desde la década del 60, gravitó durante las reuniones de trabajo, pero el intento de la delegación norteamericana de incluir alguna mención crítica a Fidel Castro quedó cancelado, por lo menos oficialmente.
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