El artilugio que se convirtió en un boom

Margarita Stolbizer y las complicaciones radicales

La candidata del Acuerdo Cívico y Social tuvo que aceptar más de 20 listas colectoras en el interior de la provincia, ante las discrepancias entre ARI, GEN y la UCR. Además, enfrenta el desafío de los aliados del vicepresidente Julio Cobos, que anotaron listas propias en 40 municipios y quieren "colgarlas" a la de Stolbizer. La candidata estuvo ayer en Pehuajó, Alberti y Chivilcoy, en reuniones con productores rurales enojados con el Gobierno (foto).

Kirchner, el inventor del método, lo usa como castigo

El kirchnerismo tiene inscriptas más de 30 listas colectoras en municipios en los que no consiguió unanimidad. En 2007, Kirchner aplicó este método para garantizarse máximo apoyo a la candidatura presidencial de su esposa. Así, muchos intendentes del PJ perdieron el cargo a manos de dirigentes con menos estructura. Esta vez, les prometió a los caciques municipales que sólo habilitaría una lista a cambio de que se presentaran como candidatos testimoniales a concejal. Pero usó las colectoras para castigar a los díscolos, como Joaquín de la Torre, de San Miguel. Y en otros distritos fue imposible el acuerdo.

De Narváez busca cómo frenar la dispersión

El candidato de Unión-Pro aceptó que se anotaran más de 80 listas colectoras atadas a su boleta. Pero, por miedo a la dispersión, negocia distrito por distrito para bajar algunas de ellas antes del día de las elecciones. De Narváez tiene que enfrentar también la tensión con su socio Felipe Solá y se preocupa por captar votos independientes de la mano de la porteña Gabriela Michetti, como ocurrió ayer en San Isidro (foto).