Un tribunal que se renueva. El Consejo eligió a sus candidatos para dos cargos clave de la Justicia
Farah y Ballestero, los principales postulantes para la Cámara Federal porteña
El Consejo de la Magistratura aprobó ayer la terna para cubrir dos de las vacantes en la Cámara Federal porteña, el tribunal que tiene a su cargo las más importantes causas de corrupción.
La lista se acordó sin debate y no hubo sorpresas. Los firmes candidatos a quedarse con los cargos en juego son los dos primeros ternados: Eduardo Farah, el juez de Mar del Plata que hoy ocupa como interino una de las vacantes, y Jorge Ballestero, uno de los jueces federales más antiguos.
En los 14 años que lleva al frente de su tribunal, Ballestero investigó al gobierno de Carlos Menem por los sobresueldos, declaró la ilegitimidad de la deuda externa y procesó al ex presidente Fernando de la Rúa por el "megacanje" (un fallo que finalmente fue revocado). Ballestero vivió un momento tenso durante las entrevistas personales ante el Consejo, cuando el senador radical Ernesto Sanz le cuestionó no haber dictado jamás un procesamiento contra un funcionario en ejercicio.
En cuanto a Farah, en el corto tiempo que lleva en la Cámara Federal confirmó la elevación a juicio de la causa por los sobornos en el Senado y votó por la prescripción de los crímenes de la Triple A.
La terna se completó con Javier López Biscayart, el juez que investiga el mayor escándalo de corrupción del gobierno de Néstor Kirchner: el caso Skanska.
En este expediente, López Biscayart procesó al ex gerente general de Nación Fideicomisos Néstor Ulloa por el delito de evasión agravada.
Las posibilidades de que la Presidenta lo elija para uno de los cargos son ínfimas, auguraban ayer los consejeros.
Como hay dos vacantes por cubrir, el Consejo incorporó a un cuarto candidato: Domingo Montanaro. Pocos se presentaron en tantos concursos como él, pero, aunque suele lograr altas calificaciones en los exámenes, nunca logra ser elegido. Sus antecedentes no lo favorecen. Se pronunció en favor de la pena de muerte para casos de traición a la patria, reprobó un examen psicológico y el Consejo lo removió de un cargo de subrogante por conductas abusivas.
Otro dato que favorece a los dos primeros ternados es que fueron los únicos que aprobaron el examen escrito. De los 16 postulantes que se presentaron, los otros 14 sacaron menos de cuatro.
El concurso que ayer cerró el Consejo comenzó por la renuncia del camarista Horacio Vigliani, que dejó su cargo en septiembre de 2006. Un año más tarde se produjo una nueva vacante en el tribunal con la jubilación de Eduardo Luraschi y fue acumulada al mismo concurso.
Ahora, el trámite que resta es breve. Después de que Cristina Kirchner designe a sus candidatos, sólo les faltará el acuerdo del Senado.
Pero con esto no quedará completa la Cámara Federal. Aún falta cubrir una vacante más, la que generó la renuncia del camarista Gabriel Cavallo, que se fue en diciembre del año pasado y hoy es el director ejecutivo de Crítica , el diario de Jorge Lanata.
Para reemplazarlo sin atrasar el concurso abierto, el Consejo dispuso abrir uno nuevo, que acaba de comenzar.
Cuando este proceso esté terminado, la Presidenta habrá designado a la mitad de la cámara penal con mayor peso político del país.
Juramento
Casi al mismo tiempo que en el Consejo se aprobaba la terna, en los tribunales de la Avenida de los Inmigrantes la Cámara en lo Penal Económico tomaba juramento a dos de los cuatros jueces recién designados en el fuero.
Ezequiel Berón de Astrada, ex secretario letrado de la Cámara Federal porteña, se hizo cargo del juzgado uno y Rafael Caputo juró como juez del juzgado tres, que él mismo subrogaba hasta ayer.
Asumieron en la sala de audiencias de la Cámara, colmada de jueces, fiscales y funcionarios judiciales.
Berón de Astrada, 44 años, casado, con tres hijos, es oriundo de la ciudad de La Paz, Entre Ríos. Se recibió en la Universidad de Buenos Aires y hace 25 años que trabaja en la justicia federal penal: antes de llegar a la Cámara Federal, estuvo en el juzgado federal uno y en el juzgado federal de Morón.
Caputo, de 40 años, casado, dos hijos, está hace 20 años en el fuero en lo penal económico. Pasó por varios juzgados, por una fiscalía y por la Cámara.
Aceptación
- La presidenta Cristina Kirchner aceptó ayer la renuncia de la camarista de Casación Ana María Capolupo de Durañona y Vedia, acusada de haber demorado causas de derechos humanos y el jueves pasado presentó su dimisión para jubilarse. La decisión presidencial pone fin a la investigación contra Capolupo. De los 13 jueces de la Casación, en el último año renunciaron Capolupo, Amalia Berraz de Vidal y Alfredo Bisordi.