La pelea en el PJ: repercusiones parlamentarias del enfrentamiento entre el Presidente y su antecesor. El duhaldismo comenzó a hacer sentir su peso en el Congreso
En el kirchnerismo temen que trabe la sanción de las leyes que pide el Gobierno
Las huestes que responden al presidente Néstor Kirchner en la Cámara de Diputados encendieron una luz de alerta: en la Cámara de Diputados, donde el duhaldismo -su principal rival interno- pisa fuerte, surgieron diversas señales de peligro que, si bien todavía permanecen latentes, podrían generarle al Gobierno más de un dolor de cabeza si se cristalizaran en los hechos.
La obsesión del kirchnerismo es evitar que la Cámara de Diputados -donde Eduardo Duhalde tiene peso específico propio- obstaculice la sanción de las leyes del Gobierno.
Obstaculizar no implica, necesariamente, rechazar los proyectos oficiales; hay maneras más sutiles de ejercer presión. Por ejemplo, demorar en comisión los dictámenes; alterar el espíritu original de las iniciativas del Poder Ejecutivo haciéndolas, incluso, más simpáticas a los ojos de la opinión pública, o, también, invitar a un ministro para que brinde explicaciones sobre una determinada cuestión, regalando así un escenario más que propicio a los zarpazos de la oposición.
Todas estas formas de presión se han evidenciado, de manera imperceptible, en la Cámara de Diputados en la última semana. El kirchnerismo se las atribuye al duhaldismo y teme que éste aproveche el circunstancial apoyo de sectores de la oposición para consumarlas.
Algunos ejemplos:
- Incentivos fiscales: se trata de un proyecto del ministro de Economía, Roberto Lavagna, destinado a incentivar las inversiones en bienes de capital por medio del reintegro del IVA o con la amortización acelerada del impuesto a las ganancias. Para concretar estos incentivos se dispusieron 1000 millones de pesos.
La iniciativa tuvo despacho de comisión, pero el duhaldismo, en la voz de Carlos Brown, presidente de la Comisión de Industria, planteará que del monto total se disponga un cupo de 200 millones para las pymes. Considera que, tal como fue concebida, la iniciativa favorece sólo a las grandes empresas y deja afuera a los demás sectores productivos. La UCR, anticipó el jefe del bloque, Horacio Pernasetti (Catamarca), apoyaría este reclamo.
- Citación a Beliz: la conducción del bloque justicialista se vio en serios apuros en la sesión del miércoles último, cuando la oposición casi logró que se lo citara al ministro de Justicia, Gustavo Beliz, por la demora en el envío de los proyectos de seguridad (anunciados hace dos meses) al Congreso.
El pedido lo formuló Pernasetti. Entonces, un murmullo se adueñó del bloque del PJ. "Eso, que venga el ministro", alentaban, aunque en voz baja, algunos diputados justicialistas que nunca digirieron la llegada de Beliz al Gobierno.
Finalmente primó la disciplina oficialista y el proyecto se envió a comisión. "Un pedido de esta naturaleza, en épocas normales, hubiera sido rechazado de plano", reflexionaba un diputado peronista.
- Fiscales: un polémico proyecto, propuesto por los duhaldistas Cristian Ritondo y Jorge Casanovas, desató una discusión virulenta en el bloque del PJ la semana última. La iniciativa prohíbe a los fiscales ejercer un cargo en los poderes Ejecutivo y Legislativo. No hacía falta aclarar que el blanco de esta jugada eran los fiscales Norberto Quantín, actual secretario de Seguridad, y Pablo Lanusse, interventor en Santiago del Estero.
El proyecto cuenta con el apoyo de menemistas, radicales y de bloques de centro. El kirchnerismo logró frenar la jugada a último momento.
Preocupación
Los diputados kirchneristas tomaron nota atenta de estos episodios. Esto explica por qué decidieron agruparse en un subbloque para hacer frente al duhaldismo. El presidente Kirchner y su esposa, la senadora Cristina Fernández, alentaron personalmente esta jugada.
"Nos mueve el interés de renovar nuestro compromiso categórico con el proyecto nacional del Presidente. Y de llevar tranquilidad a la gente, diciéndole que la gobernabilidad no se verá afectada: el duhaldismo no resulta mayoría en la cámara", enfatizó el kirchnerista Ricardo Falú.
Los duhaldistas no sólo ejercen una fuerte influencia en el bloque oficialista; ejercen el manejo de las comisiones más relevantes, como también el de los principales espacios de poder en la cámara (ver infografía).
Este cuerpo se ha tornado políticamente imprevisible para el Poder Ejecutivo; por eso, no es casual que privilegie al Senado enviando allí primero sus proyectos. Se entiende: cualquier modificación impuesta por Diputados puede ser luego "corregida" por la cámara original.
El kirchnerismo no se escindirá del bloque del PJ. Al menos, no todavía. Respetará la presidencia de José María Díaz Bancalari, pero deslizan que su situación "es complicada", porque si bien logró la confianza del Presidente, todavía se reconoce duhaldista.
Con quien no tendrán contemplaciones es con Eduardo Camaño, presidente del cuerpo. El duhaldista les merece la mayor de las desconfianzas por ser un hombre leal, a ultranza, de Duhalde. No propiciarán su salida anticipada de su cargo simplemente porque no tienen los votos suficientes; Camaño es un hombre que ha sabido tejer buenos vínculos con oficialistas y opositores.
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