El financista Clarens quedó complicado en la causa de la obra pública
El financista Ernesto Clarens, procesado en la causa de los cuadernos de la corrupción , quedó ahora complicado en la causa contra Cristina Kirchner y Lázaro Báez por direccionar obras públicas de Santa Cruz hacia las empresas del hombre de negocios kirchnerista.
Se lo investiga porque a través de la firma Invernes manejó los cobros y pagos de Gotti Hermanos, una constructora de Báez, hacia donde se derivó el 30% de la facturación de Austral Construcciones. Pero ese dinero después fue a pagar servicios inexistentes justificados con facturas truchas y se cobró con cheques de cuentas del Banco Macro que eran convertidos en efectivo por allegados a Clarens y su financiera, según un dictamen del fiscal Gerardo Policita.
A raíz de esta investigación, el juez Julián Ercolini pidió y obtuvo del banco Macro 16.000 cheques, 2000 de los cuales están siendo analizados por un equipo especial de la AFIP, dijeron fuentes judiciales a LA NACION.
La investigación estableció que importantes sumas de dinero iban de Austral Construcciones a Gotti.
Del total de ingresos de Austral Construcciones, el 27,5% fue a Gotti por servicios prestados, según el entrecruzamiento de las contabilidades de ambas empresas que realizaron la AFIP y la Justicia. Si Austral recibió entre 2005 y 2009 $2866 millones, envió a Gotti $790 millones en esos cuatro años. Con un dólar promedio a $3, equivalen a 26 millones de dólares.
Gotti aceptó cuestionamientos de la AFIP por unos $427 millones.
Se determinó que las facturas eran falsas y que, tras una cadena de endosos, el beneficiario final de varios cheques era una persona ligada al grupo Báez.
Gotti había cedido a Clarens las gestiones de cobranzas y pagos, por eso los pagos se hacían con cheques de la firma Invernes.
Pero los cheques eran endosados por otras empresas o personas ligadas a Invernes.
Así, Gotti, a través de Invernes, pagó servicios inexistentes a empresas y endosaron cheques a otros proveedores falsos.
Finalmente, los cheques fueron cobrados por el socio de Clarens, Carlos Di Gianni, según reconstruyó el fiscal Pollicita en su acusación.
Ahora, la Justicia debe determinar dónde quedó ese efectivo, que puede llegar a los casi $500 millones, que salieron de Gotti vía Clarens y las facturas truchas.
El avance de esta investigación pone a Clarens en un lugar incómodo en la causa de Vialidad, a punto de ser llamado a prestar declaración indagatoria, un problema que no tenía.
Para solucionarlo, supuestos mensajeros suyos sondearon a los investigadores para ofrecerse a declarar como arrepentido, también en este expediente, además de en la causa de los cuadernos.