El FPV dilata la aprobación de la reforma electoral
El Gobierno sigue encontrando obstáculos para obtener su codiciada reforma electoral. El Frente para la Victoria (FPV) decidió convocar la semana próxima a los gobernadores del PJ para que fijen posición sobre la iniciativa y postergó así sin una fecha clara el tratamiento en el Senado del proyecto más ambicioso del primer año del macrismo.
La jugada del peronismo se da en medio de un clima de fuerte incertidumbre y en el que con cada día que pasa cobra mayor fuerza la posibilidad de que la reforma termine cajoneada, reeditando lo ocurrido con la denominada ley de "democratización sindical", que significó el primer gran fracaso legislativo del gobierno de Raúl Alfonsín. Aquella iniciativa terminó frustrada por el voto de Elías Sapag (MPN). Paradojas de la historia, hoy ocupa una banca en el Senado Lucila Crexell, su nieta.
Por lo pronto, la suerte del proyecto dependerá en gran parte del pronunciamiento de los gobernadores peronistas. Sin su venia, difícilmente el oficialismo tenga los votos para aprobar la iniciativa.
La convocatoria a los gobernadores del PJ será el próximo jueves, según confirmó a LA NACION el jefe de la bancada del FPV, Miguel Pichetto (Río Negro). "Vamos a convocarlos porque quiero que todo el mundo diga lo que piensa y porque necesitamos conocer su postura antes de tomar una decisión", afirmó.
La jugada del líder de la mayoría opositora tiene por objetivo evitar una fractura del bloque, en el que la reforma electoral ha generado una fuerte dispersión de opiniones, que van desde los que apoyan el proyecto tal cual lo quiere el Gobierno hasta el rechazo cerrado del kirchnerismo a toda iniciativa impulsada por Mauricio Macri.
En medio de esos extremos navega la gran mayoría de la bancada del FPV, que se debate entre reconocer que el sistema de boletas de papel que se usa en la actualidad ya no da para más y las dudas a aceptar sin cortapisas la boleta electrónica que impulsa la Casa Rosada.
"El Senado responde a las provincias; la convocatoria a los gobernadores es a fin de fijar una posición única", agregó Pichetto. Además, la movida tiene por objeto contrarrestar la jugada del Presidente, quien anteayer pretendió dar un fuerte gesto político y se mostró con nueve gobernadores, en su mayoría peronistas, dando su respaldo al proyecto.
Si la jugada presidencial pretendió acelerar el tratamiento de la iniciativa en el Senado, no surtió efecto. Es que la convocatoria a los gobernadores choca de frente con las intenciones del oficialismo, que soñaba con llevar la iniciativa al recinto la semana próxima.
Consultado sobre este tema, Pichetto fue tajante. "Tienen una herramienta: fijar el tema en sesiones extraordinarias", aseguró, para relativizar las quejas del oficialismo y dando por hecho que, en el más optimista de los escenarios, la reforma sería ley recién en diciembre.
El debate continuará hoy con más exposiciones de especialistas. Es, en realidad, una puesta en escena. La suerte del proyecto nunca pasó, al menos en el Senado, por las opiniones técnicas.
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