El Gobierno apuesta a un triunfo electoral que le dé oxígeno en Marcos Juárez

En medio de la tormenta económica y política, el gobierno de Mauricio Macri y todo Cambiemos buscan en Córdoba una modesta alegría que les otorgue algo de oxígeno de cara al futuro.

Y no es que un triunfo en Marcos Juárez, localidad de algo más de 27.000 habitantes que el próximo 9 de septiembre elige intendente, solucione los graves problemas de la economía o haga repuntar de modo mágico la imagen del Presidente y su gestión. Pero en Cambiemos ven esa elección como emblemática: allí fue, hace cuatro años, dónde "nació" de manera exitosa la confluencia entre macristas, radicales y partidarios de la CC-ARI, que apoyaron a Pedro Dellarrosa en su búsqueda de llegar a esa intendencia, que defenderá en las urnas dentro de menos de dos semanas.

En la dirigencia de Cambiemos, y sobre todo en el macrismo que encabezan Humberto Schiavoni y Francisco Quintana, ven la reelección de Dellarossa como muy posible. "Tenemos muchas chances", aseguró un alto dirigente de Pro, y por lo bajo habló de "más de veinte puntos de ventaja" y una "tendencia irreversible" en favor de Dellarrosa, que luchará contra el Frente Marcos Juárez Somos Todos, que encabeza Eduardo Foresi y que nuclea a peronistas y vecinalistas bajo el ala del gobernador Juan Schiaretti, más allá de una tercera lista de tinte kirchnerista. "No va a haber una fiesta desmedida, pero nos vendría bien en este contexto", reconocen desde la cúpula del macrismo.

Expectante, el Gobierno se movió en el último mes en favor de su candidato. El jefe de gabinete Marcos Peña y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, recibieron al intendente hace dos semanas en Casa Rosada, y viajaron a Marcos Juárez otros miembros del gabinete como Pablo Avelluto (Cultura) y Luis Miguel Etchevehere (Agro). Un viaje de la vicepresidenta Gabriela Michetti, previsto para la semana pasada, fue pospuesto para esta semana, y también se prevé la presencia, el próximo jueves, de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

¿Qué dice el intendente? "Somos optimistas, vamos a hacer una buena elección", dijo a LA NACION Dellarossa, que combina su pertencia al macrismo con una relación "educada" con Schiaretti, que lo visitó días atrás y volverá a hacerlo hoy lunes. Cerca del intendente aseguran que su triunfo en las elecciones a concejales de octubre pasado, en las que obtuvo el 57 por ciento, son un parámetro a tener en cuenta.

Más allá de la presencia de los candidatos nacionales, Dellarossa hace equilibrio, sabedor de que la crisis -con las consecuencias de aumentos de los servicios y parate en la actividad-también alcanza a sus votantes. También la sequía afectó a esta rica región agraria, más allá de que la devaluación permitió el renacimiento de otros rubros como una fábrica de neumáticos que ahora exporta a Brasil.

"Acá se tiene muy en claro que esta no es una elección nacional ni provincial, sino municipal, se votan los candidatos locales", agregó el jefe comunal a este diario.

En un clima electoral aún tranquilo, Dellarossa confía en que su estilo ("caminar los barrios", al estilo Pro) y las obras de infraestructura que generó durante su gestión le alcanzarán para otro período al frente de la intendencia. Y que el 9 a la noche, del presidente Macri para abajo todos estén, lejos o cerca, festejando su triunfo que le dé esperanza de cara a un difícil 2019.